A dieta financiera

 

Si sos como la mayoría de las personas, estoy segura que más de alguna vez en tu vida has estado a dieta y que con sólo leer esa palabra (dieta), te ponés de mal humor. Si nunca has estado a dieta, seguramente también tenés claro lo que significa: comer menos y comer más sano. Pero, ¿y qué tal la dieta financiera? ¿Has escuchado este término antes?

Una dieta financiera es un estilo de vida, temporal o permanente, en el que limitás tus gastos (así como en la física limitás lo que ingerís) para lograr una meta. Ya sea que hayás gastado de más y estés endeudado o endeudada –como suele suceder en Enero, tras los gastos decembrinos o tras Semana Santa– o que te estés preparando para gastar más en otro rubro, estar a dieta financiera implica gastar menos de lo que acostumbramos y dirigir ese dinero a un área de nuestra vida diferente.

Dedicarte a poner tus finanzas personales en orden puede ser muy parecido a ponerse bajo una dieta estricta: ambas pueden resultar muy difíciles de lograr, las dos son para tu propio bienestar y, en ambos casos, si no te permitís uno que otro pecado, probablemente podés enloquecer y terminar por tirarlo todo por la borda. De hecho, no hay manera más fácil de entender la dieta financiera, que a través de la dieta física y en este post ya te platiqué todas las semejanzas.

Y es que al igual que en el aspecto físico, a nadie le gusta admitir que necesita perder peso o que tiene deficiencias financieras. Por eso te dejo un par de preguntas para que te contestés honestamente:

• ¿Estás viviendo de quincena a quincena, coyol quebrado, coyol comido, esperándola como agua de mayo? ¿Y justo días antes de la fecha de pago ya no tenés dinero?

• ¿Los gastos imprevistos los pagás con tarjeta de crédito o hacés un préstamo a la familia o amigos?

• ¿Unas vacaciones fuera del país, la universidad de tus hijos, una maestría o un carro nuevo suenan más a sueño guajiro que a meta?

• ¿Seguís pensando que después empezarás a ahorrar para tu retiro?

¿Respondiste que sí a más de una? Probablemente la dieta financiera está a orden del día. Pero no te desanimés, pues HOY es el momento perfecto para que te pongás a dieta física y financiera: no tenemos por qué esperar a que sea lunes, primero de mes o año nuevo para cambiar nuestra vida. Eso lo podemos hacer HOY y cada día, si tomamos la decisión.

¿Cómo se hace la dieta financiera?

Ponerse a dieta no tiene mucha ciencia. Sí, puede que no sea lo que más nos emocione, pero sin lugar a dudas, los resultados son reconfortantes. Bajarle a los gastos quiere decir eso exactamente: bajarle a los gastos.

Si sentís que en estos días se te fue la mano con las compras, fiestas y salidas, seguí estos pasos para que la dieta financiera te permita salir de las deudas del tarjetazo:

1. Afrontá la realidad y sacá cuentas de cuánto debés. 

Sin un plan, no sabrás a dónde ir y ese plan debe ser hecho en base a tu realidad. Sé que, así como cuesta subirse a la pesa, también nos cuesta sacar los estados de cuenta y sumar. Pero este primer paso no es negociable. ¡Manos a la obra!

2. Llevá un control de gastos.

Con un app, una hoja de Excel o a la antigüita con lápiz y papel, pero anotá cuánto gastás y en qué. La mayoría de las personas CREEN saber cuánto y en qué gastan, y la realidad es que solamente tienen una noción.. y suele ser una noción muy vaga. Confiá en mí: si comenzás a registrar cada gastote y cada gastito, y luego tomás decisiones financieras más informadas, vas a ver un gran monto reducido. Así lo hicieron estas 1o personas de esta empresa.

3. Aprendé a usar correctamente la tarjeta de crédito.

Si no sabés tu fecha de corte y fecha de pago, te condenás a pagar siempre intereses. Siempre me ha sorprendido la cantidad de personas que van por la vida dando el tarjetazo sin saber cómo, con qué y cuánto van a pagar. Si vos querés ser una persona financieramente culta, en este link podés descargar un Ebook gratis con TODO lo que debés saber sobre una tarjeta de crédito… incluyendo cómo salir de su deuda.

4. Encontrá maneras de gastar menos.

Creeme que se puede. Es tan fácil acostumbrarse a lo bueno y al nivel de gastos que llevamos, que cuando pensamos en reducir «algo» simplemente nos cerramos y nos parece imposible. No lo es. Ojo: nada de extremos (pues estos rara vez funcionan), no quiere decir que no salgás, quiere decir que en lugar de salir 5 veces al mes, vas a salir 2. En este post te doy 15 consejos que TODOS podemos seguir para gastar menos y ahorrar más.

5. Hacé un presupuesto.

Sí, de ésta NUNCA te salvás, pues es la única forma en que VOS dirijás tu dinero, en lugar de dejar que te controle.

De hecho, el presupuesto es algo que debería existir en tu vida sí o sí, estés o no a dieta financiera, ganés poco o ganés mucho, pues es la base de unas finanzas sanas. Si aun no lo has hecho, ha llegado tu día. Haciendo clic acá podrás descargar mi formato de presupuesto más actualizado (y que ha sido descargado por más de 5,000 personas) y haciendo clic acá podrás ver el video de cómo funciona… solo si tenés dudas ;).

6. Priorizá tus deudas.

Hay muchas estrategias de las que elegir para salir de deudas. Si tenés ya un tiempo siguiendo este blog, sabrás que mi método favorito es la bola de nieve,  pero no es la única. Si te sentís con todo el poder y motivación y querés hacer un tipo de dieta extrema, podrías irte el método avalancha. Si tu deuda es exclusivamente en tarjeta de crédito, enfocate en pagar más (mucho más) que el pago mínimo, y no olvidés que si ya te sentís ahogado y con dificultad para hacer tus abonos mensuales, siempre podés hacer una consolidación o un arreglo de pago. ¿Los querés ver todos en conjunto, analizar, comparar y poder decidir? En este link podés descargar un E-Book GRATIS con todo lo que debés saber.

¿No sentís que hayás gastado de más en esta época?La dieta financiera no es solo para cuando excediste tus gastos (aunque es lo más común), también aplica cuando te estás preparando para hacer un gasto grande pronto. Puede ser un viaje, un abono extraordinario a una deuda, la venida de un bebé, la compra de una casa o carro, etc.

Se trata tomar decisiones en base a qué es más importante y qué te trae mayor satisfacción. Mientras me voy, las compras y salidas con los amigos están cortadas.

Al final, la clave es recordar que no porque podás –gastar- quiere decir que debás. No porque el límite de tu tarjeta de crédito sea de $500.00 dólares, quiere decir que la debás topar. La base de las finanzas personales es el CONTROL, y si vos querés comprar y gastar cada vez que se te antoje sin limitaciones, entonces difícilmente podrás encontrar la libertad financiera.

¿Y vos? ¿Comiste y gastaste de más en estas fiestas? ¿Cómo está el balance de tu tarjeta de crédito? ¿Será necesario ponerte a dieta financiera?

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