¿Otro préstamo para salir de deudas? ¿Cuál me conviene?

Se nos vino Enero y pasó lo que no queríamos y que, además, nos suele suceder cada año: gastamos mucho más de lo debido en diciembre y ahora estamos buscando las mil y un maneras para salir de las deudas. Y este escenario es aun peor para los que entraron endeudados al aguinaldo y, lejos de usarlo para disminuir el monto debido, incrementaron aun más sus deudas el último mes.

El asunto es que, independientemente de lo que se trata, cuando nos encontramos buscando una salida, suele haber más de un camino a tomar y dudamos de cuál será la mejor opción.

En el caso de las deudas, probablemente te estés preguntando: ¿Será conveniente pedir un préstamo para cancelar los anteriores? Y si lo es ¿cuál me conviene más? ¿Lo voy a poder pagar? O, ¿significará más deudas todavía?

Para responder todas estas inquietudes y ayudarte a tomar la mejor decisión en esta encrucijada financiera, he escrito este post, en el que te explico las diferentes opciones que tenés y cómo funciona cada una. El objetivo es que vos tomés la que mejor te convenga, pues eso dependerá del caso particular de cada persona.

  1. Pedir un extra-financiamiento

Empezaré por decirte que un extra-financiamiento es una línea de crédito adicional a tu tarjeta crédito. Eso sí, no es algo que se le ofrezca a TODO el mundo.

Para que esto suceda, normalmente tu deuda no puede estar muy por encima de los límites sanos y tenés que haber pagado por lo menos el mínimo de tu tarjeta todos los meses. ¿Por qué? Porque pagos recurrentes son un indicativo de que probablemente podrás pagar el extra-financiamiento y no te vas a endeudar más de la cuenta.

Este crédito no fue diseñado exclusivamente para pagar deudas. Algunas personas que están al día con su tarjeta de crédito lo usarán con otros fines. He conocido a personas que han aceptado los extra-financiamientos para mudarse de casa o para traer liquidez momentáneamente a su negocio.

Si vos tenés deudas y el banco te está ofreciendo uno, puede ser una buena salida porque la tasa de interés es mucho más baja que la de la tarjeta, hay plazos hasta de 5 años y te ordenás más fácilmente porque sabés cuánto es la cuota exactamente.

  1. Consolidar tus deudas

Las deudas no se consolidan solo porque sí, como muchas de las personas que me mandan correo a diario suelen creer. Lo que la institución financiera hace es otorgarte un préstamo personal que equivalga a todas tus deudas juntas para que las cancelés y te quedés pagando un solo préstamo, con una sola cuota, con una sola tasa.

Para que tengás una idea, las tasas de interés de los préstamos personales suelen oscilar alrededor del 17% y el 22%. Está de más decir que entre más baja logrés negociar tu tasa, mejor será para vos, pues habrás pagado menos intereses en la vida de tu crédito.

Normalmente, el banco estará dispuesto a consolidar tus deudas cuando ya estás llegando a tu tope y pagás más intereses que abono al principal (lo que hace que te cueste más saldar lo que debés). Pero, eso sí: has continuado pagando y tu capacidad de pago está ahí. Este punto es sumamente importante.

Una vez aprobado el préstamo personal, se deben cancelar todas las tarjetas y préstamos para los que pediste el crédito y el banco te pedirá los documentos para saber que, de hecho, así lo hiciste, incluso con otras entidades financieras.

Un punto importante es que dentro de este préstamo para consolidar tus deudas, no deberías incluir los préstamos hipotecarios o automotrices, puesto que éstos tienen tasas de interés más bajas. 

  1. Hacer un arreglo de pago

Ésta es tu última opción y normalmente se considera cuando ya las cosas se te han salido de las manos: el típico caso en el que sentís que las deudas te están ahogando y no podés cumplir con tus mínimos y cuotas cada mes. En este caso, lo único que podés hacer es ir a sentarte con ellos y negociar cómo podés pagar.

Este arreglo se hace directamente con cada institución financiera a la que le debés. Se trata de explicar por qué no has podido pagarles (te quedaste sin empleo, te redujeron el salario, compraste de más, vino una emergencia, etc.) y cuánto es el máximo que podés abonar mensualmente para el pago de tus deudas.

Una vez te sea aprobado el arreglo de pago, el banco cancelará tus tarjetas de crédito y préstamos abierto y te hará firmar una letra de cambio con un monto fijo a pagar e intereses más bajos.

Los arreglos de pagos los podés hacer desde tu casa, llamando al banco, pero es preferible que te sentés con ellos para que la situación se logre entender de mejor manera y podás estar más claro/a del procedimiento. El plazo del crédito mayor suele ser de 5 años.

Consejos sanos para cualquier caso

Algo que siempre menciono en mis charlas y asesorías es que, independientemente del camino que vayás a tomar para salir de deudas, cualquiera de estos préstamos debe venir acompañado de un cambio en tus hábitos y comportamiento.

Recordá que la deuda es solo el síntoma de una enfermedad: la enfermedad es que durante mucho tiempo, has estado gastando más allá de tus ingresos. Ésta es la única razón por la que nos endeudamos, por más crudo que suene.

Por esto, si pedís un extra-financiamiento, consolidás tus deudas o hacés un arreglo de pago y no aprendés a controlar tu dinero y esos impulsos de compra que te llevaron a endeudarte en primer lugar, es muy probable que solo estés cavando un hoyo para tapar otro y que, en menos de lo que canta el gallo, estés de regreso ahí.

Analizá la forma en que has venido gastando, identificá errores, corregilos y hacete el hábito de llevar un presupuesto mensual con su respectivo control de gastos: es la única manera de garantizar que no te sobre-endeudarás nuevamente.

Por otro lado, si sentís que te está costando mucho trabajo pagar tus deudas o simplemente ya no podés pagarlas porque los intereses y la deuda son demasiado altos para tus ingresos, acercate al banco, hablá con ellos y llegá a un arreglo, que siempre intentarán ofrecerte un producto financiero que se adecúe a tu situación.

Lejos de la creencia popular de que los bancos solo quieren que te endeudés y les “des dinero”, lo único que quieren es que les pagués. Asó, lo mejor que podés hacer es darle la cara a tus deudores y llegar a un acuerdo para salir de tus deudas y una vez ya libre de ellas, podés comenzar a llevar una vida financiera sana para que no volvás a pasar por un momento como éste.

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