3 estrategias para enseñar a tus hijos sobre el banco

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El siguiente post es patrocinado por Banco Lafise

El ahorro es lo único en lo que solemos pensar que debemos enseñar a los hijos sobre finanzas personales, pero realmente hay mucho más que eso.

Con su primer trabajo, el banco se convertirá en el eje de su vida financiera: a través de una cuenta de nómina le pagarán, podrá decidir si ahorra o no una parte de su dinero y será ahí mismo donde le ofrezcan sus primeros créditos.

Para la mayoría de nosotros, conocer y entender cómo funciona el banco es algo que nos ha tomado años y que suele ser bastante intimidante al comienzo. Hay personas que, incluso hoy a sus 50 años, temen ir a darse una vuelta a hacer alguna pregunta para entender cómo funcionan sus productos financieros.

Entonces, ¿por qué no ahorrarles ese temor y larga curva de aprendizaje a nuestros hijos y comenzar a enseñarles desde ya las reglas del juego?

A continuación te comparto 3 maneras en que les podés explicar, desde pequeño, los productos financieros más comunes e importantes que encontrará de grande en el banco:

Cuenta de ahorro

La manera en que yo veo esto es que una cuenta de ahorro es una alcancía 2.0: el siguiente paso. Así, al enseñarle a tus hijos la importancia del ahorro, no olvidés mencionar los beneficios de hacerlo. No se trata de ahorrar por ahorrar.

Podés comenzar por poner un tarro o alcancía y acordar con tus hijos una cierta cantidad de dinero que pondrán ahí de su semanario, por determinado periodo de tiempo. Después de ese tiempo, hacelo que cuente el dinero que ahora podrá gastar en algo que quiere. Mostrale cómo, entre más tiempo ahorre, mayor cantidad de dinero tendrá para aquello que desea.

Eventualmente, esa alcancía no será suficiente ni seguro para que guarden ahí su dinero. Enseñales lo riesgoso que puede ser mantener el dinero debajo del colchón o en la gaveta y que en el banco sus ahorros están protegidos y ganando intereses.

¡Ah! Y más adelante también les podés enseñar sobre los CD (certificados de depósito). Básicamente la diferencia que debés tomar en cuenta es la recompensa por dejar el dinero guardado durante un buen tiempo: más intereses.

Tarjeta de crédito

Antes de que te me vayás de espalda, te quiero aclarar que NO estoy hablando de entregarle a tus retoños una tarjeta de crédito de verdad. Sin embargo, éste es uno de los productos financieros más usados en el mundo y llegará el momento en que a tu hijo/hija se lo ofrecerán: ¿por qué no enseñarle a usarla mucho antes de que eso suceda?

Podés utilizar una de estas tarjetas de índice (como las que usabas en la secundaria o universidad al presentar) y escribir en ella un monto máximo para gastar… por ejemplo, C$500.00 pesos. Y se la entregás.

Cada vez que realmente quiera algo y no hay ahorrado de su mesada o trabajo para pagarlo, explicale que puede usar su tarjeta de crédito para comprarlo. Luego, asegurate que tu hijo/hija te pague de regreso CON intereses (algo simbólico, claro está). Y así como funciona una verdadera tarjeta de crédito, hacé que los intereses se vayan acumulando entre más tiempo se tarde en pagarte ;).

Mantené una libreta con las cifras actualizadas para que pueda ver fácilmente cómo su deuda va creciendo. Y claro, mientras hacés todo esto, no olvidés formar el buen comportamiento: asegurate que te vea pagando por tus gastos en efectivo o con tarjeta de débito.

Préstamo personal

En el mundo real, ninguna institución da dinero de a gratis… y vos tampoco deberías hacerlo. Si tus hijos necesitan dinero para comprar algo, pero no tienen lo suficiente de su mesada y/o salario, podés hacer algo parecido que con la tarjeta de crédito: prestarles con intereses.

Así aprenderán una importante lección sobre acarrear deudas. También podés aprovechar para enseñarles que es mucho mejor prestar dinero que pedir prestado. De vez en cuando pediles dinero a ellos y pagales sus respectivos intereses.

Si, por ejemplo, les pedís prestado C$100.00 a una tasa de interés del 10%, eventualmente les pagarás C$110.00 córdobas. Acá podés aprovechar para explicarles que estos córdobas adicionales es como pagar una renta por usar su dinero.

Como verás, hay mucho más que enseñarle a los niños y niñas de finanzas personales, que el ahorro. Separar dinero cada mes es importantísimo y un hábito que aun no hemos logrado adquirir en América Latina. Sin embargo, no podemos obviar otros conocimientos y hábitos que a nosotros, como adultos, nos han hecho falta ;).

La banca tiene muchísimos productos financieros que, si se conocen bien, pueden ayudar al cumplimiento de metas… y sino, pueden terminar por hundir en deudas a cualquiera. Dales a tus hijos el regalo de la educación financiera.

 

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