Me he dado fama entre amigos, familiares y lectores –y no sin razón- que soy enemiga a muerte de las tarjetas de crédito. Y no es así. ¿Te sorprende leer eso? No debería. Siempre digo que debemos crear un balance en todos los aspectos de nuestra vida, las finanzas personales incluidas, y decir que nadie debe usar tarjetas sería irnos a un límite insano.
No hay duda que las tarjetas de crédito han llevado a muchos y muchas a endeudarse seriamente, perder sus casas, divorciarse, renunciar a sus trabajos y vivir una vida de estrés. Los que han salido de estas deudas, terminan por tachar a las tarjetas de diabólicas, a los bancos de ladrones y deciden curarse en salud, nunca volviendo a usar una. Esto les ha pasado porque han aceptado o pedido tarjetas que no sabían usar.
Sin embargo, también hay otras personas que saben perfectamente a lo que se meten en el tema de las tarjetas de crédito y logran sacarle mucho provecho. Si todos supieran darle el uso adecuado (que podés leer aquí), los beneficios que obtendrías serían muchos y en lugar de que vos terminaras odiando al banco, probablemente al banco no le gustaría tenerte como cliente ;).
Aquí 10 razones por las que SI deberías tener una tarjeta de crédito. Claro, siempre y cuando la sepás usar, conociendo tu fecha de corte y de pago, y pagando el total de lo consumido cuando te toca.
• Si pagás todo con tu tarjeta, reducís significativamente el riesgo de robo por cargar efectivo.
• Podés ver fácilmente en tu estado de cuenta a dónde se está yendo tu dinero cada mes.
• Tu vida puede ser más fácil si automatizás el pago de algunos servicios a tu tarjeta, como son: el celular, el agua, la luz,Internet, etc.
• Te permite hacer reservaciones de hoteles, alquiler de vehículos, compra de boletos, viajes y otros servicios.
• Sabiéndola usar y conociendo tu límite de gastos, podés aprovechar ofertas, descuentos y precios especiales en algunos productos y servicios.
• Si te roban la tarjeta y hacen cargos a tu nombre, con un seguro no te van a hacer responsable por pagar lo que no consumiste.
• Te sirve para crear tu récord crediticio… con el que luego podés solicitar créditos para compras grandes como carros o casas.
• Es una excelente manera de financiarte a CORTO plazo (menos de 51 días), siempre y cuando pagués el total de lo que consumiste en tu fecha de pago.
• Algunas tarjetas de crédito son aceptadas en el extranjero y proporcionan diversos tipos de seguros, como por ejemplo, el de pérdida de equipaje.
• Y por supuesto, la razón por la que la mayoría de nosotros tiene una tarjeta de crédito es para ganar puntos y millas que luego podemos usar.
¿Ya ves que no todo es malo? Sin embargo, tampoco se puede tapar el sol con un dedo y una parte clave para obtener estos beneficios es que sepás usar ese plástico que tenés en tus manos: sin creer que es dinero extra o dinero regalado y utilizando solo el monto que sabés vas a poder pagar al final del mes. Si no lo hacés, vas a estar comprando aquello que querés y necesitás a la tasa más alta del mercado, claro, sin contar a los prestamistas del oriental.
Las tarjetas de crédito son un arma de doble filo. Por un lado te dan una tremenda flexibilidad y facilidad para comprar en persona o desde la comodidad de tu casa. Por otro lado, esa misma flexibilidad te puede hacer caer en la tentación de gastar más allá de tus posibilidades, llevándote a un serio endeudamiento, del que no siempre es fácil salir.
¿Y vos? ¿Tenés tarjetas de crédito? ¿Cuántas? ¿Cómo las usás? ¿Alguna vez te has endeudado por su mal uso? ¿Qué beneficios has obtenido con ellas?