Si no tenés un plan, cualquier camino es bueno

¿Sabés de donde viene esa frase? Si te suena es porque probablemente, en algún momento de tu vida, viste Alicia en el país de las maravillas. ¿No? ¿Nada? El diálogo va algo así:

-Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?

-Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar – dijo el Gato.

-No me importa mucho el sitio… -dijo Alicia.

-Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes – dijo el Gato.

– … siempre que llegue a alguna parte – añadió Alicia como explicación.

– ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte – aseguró el Gato -, si caminas lo bastante!

Y aunque no soy fan de la película, esta escena y este diálogo me encanta (a tal punto que lo he usado en muchos de mis talleres de finanzas para emprendedores) porque es que, de verdad, si no hay un plan claro vamos a llegar a cualquier lado. Simplemente no hay intención.

Todo esto viene porque estamos a 3 días de cerrar este 2017 y desde hace una semana comenzaron a llegar los correos y mensajes de las personas hablando de sus metas/resoluciones para el nuevo año. Por supuesto, aquello que reconocemos como metas financieras están a la orden del día: siendo salir de deudas y comenzar a ahorrar las que están en el TOP de nuestra meta, ¿es o no es?

Como dije en este post del año pasado, más o menos para estas mismas fechas, CUALQUIER día del año es bueno para comenzar –muy al estilo de Ricardo Arjona-. Es lo mismo que sucede con las famosas dietas que millones de mujeres deciden empezar cada lunes. ¿Por qué no el martes, el jueves o el sábado? Y lo peor es que como el lunes comienzo, entonces mejor aprovecho todo el fin de semana a comer lo que supuestamente no comeré el resto de mi vida.

¿Resultado? La tal dieta te duró 2 días y, obviamente, en esos dos días vos no bajaste todo lo que te comiste el fin de semana… pero el lunes volvemos a comenzar y así se nos fueron 52 semanas.

Lo mismo solemos hacer con las finanzas personales, nuestros gastos y metas. Damos inicio a cada año llenos de entusiasmo y motivación y con una aparente desesperación por cerrar el capítulo anterior. Lo único que queremos es darle la vuelta a la página, olvidarnos de todo lo que hicimos –o no hicimos- el año anterior y tener esa oportunidad de comenzar de nuevo.

Y como dije antes: ¡cualquier día es bueno para comenzar! No tenés que esperar a que sea 1ro de enero o lunes para dar ese primer paso hacia la vida que VOS querés. Si algo he aprendido en esta vida es que el paso más duro suele ser el primero, los demás vienen por añadidura.

Cómo estuvo el 2017

Platicando con varios lectores me he dado cuenta que como solemos olvidar nuestras metas y resoluciones a las pocas semanas de haber comenzado cada año, cuando estamos por cerrar y dar inicio al siguiente, rara vez nos tomamos el tiempo de analizarnos y ver cómo estuvo el año y cómo estuve YO durante 365 días.

¿Cuántas de las metas que tenía cumplí? ¿Cuáles alcancé? ¿En cuáles me quedé a mitad de camino? ¿Y cuáles de plano quedaron solamente en buenas intenciones porque nunca moví ni un dedo?

Aun más importante que esas preguntas es el POR QUÉ. ¿Por qué no pude cumplir esas metas? ¿Qué me faltó? ¿Qué falló? ¿Qué no había tomado en consideración? En fin, siempre hay una razón por la que no cumplimos algo, quizá incluso puede ser que, en el fondo, en el fondo, no era una meta que yo quería, si no que era una meta prestada.

Solamente analizando y siendo auto-críticos vamos a poder mejorar. Si solo quiero dar vuelta a la página y pretendo emprender el mismo camino, lo más probable es que consiga los mismos resultados. Esto quiere decir que si tu resultado de los últimos años es cero o pocas metas cumplidas y no estás dispuesta a hurgar dentro de tus emociones y acciones, lo más probable es que el 2018 tampoco sea tu año.

Así que yo comenzaré por analizar mis metas 2017, cuántas logré cumplir y cuántas quedaron a mitad de camino.

Como verás, este fue un muy buen año para mí. Quizá el año en el que más metas haya logrado cumplir… y eso que no las cumplí todas, pero eso está bien. ¿Que si me hubiera encantado poner 100% a todo? ¡Por supuesto! Pero el camino de ir mejorando también es sabroso y lo disfruto.

¿Qué leo de mis metas? Que los viajes, aquello que más me gusta y emociona, es lo que cumplo al 100% sencillamente porque es donde más energía estoy dispuesta a poner. Lo mismo sucede con el retiro, dado que no hay nada que me traume más a mí que pasar trabajando toda una vida y de viejita no tener ni con qué comer, pues ya es una meta de ahorro en automático, un hábito, un dinero que sale mensualmente sin pensar y sin remordimiento.

¿El resto de metas? Esas toca irlas trabajando. Las que no se cumplieron las retomaré en este 2018.

Metas 2018

Este año será un poco diferente para mí porque con el tiempo –y supongo que la edad- las prioridades cambian. No me mal interpretés, los viajes siguen siendo algo que me encanta, pero que en este momento, dado que no tengo recursos ilimitados, dejaré pasar.

Como te contaba en este post, el princeso y yo estamos planificando una Ela-Bebé para el próximo año y con todos los gastos que eso implica y el giro que dará nuestra vida, no podemos dedicarnos a viajar. Este 2018 nuestra metas y dinero estará enfocado en ser personas adultas, es decir, en comprar casa y prepararnos para la llegada del nuevo integrante.

Como verás, todo ahorita está volcado hacia un proyecto de vida. Los viajes volverán después.

#PlatAgenda18

¡Ah! Y para todos los que lograron comprar su #PlatAgenda18 es momento de comenzarla a usar. Sé que muchos han estado esperando que llegue el 1ro de enero para finalmente abrirla, PERO el ejercicio poderoso del mes de enero lo pueden iniciar desde YA, para que lo hagan bien, con calma y con mucha intención.

Nuestras metas son nuestra guía más grande, de otra manera cualquier camino es bueno. No olvidés que cada meta (aunque no la veás como financiera) de alguna manera implica dinero, por lo que no podés obviar en tu presupuesto el monto que destinarás para cumplirla.

Cada una de tus metas implica, de alguna manera, algo de dinero y por esto deben ir acompañadas de tus finanzas.

Tener metas, en general, hace que tu vida valga la pena: tenés algo por lo que luchar, por lo que seguir y hacia dónde ver. Sin metas, simplemente serás siempre la misma persona y estarás en el mismo lugar.

¡Feliz año nuevo, mis queridos financieros! Me despido desando que este 2018 sea maravilloso y que cada día des un paso pequeño que te acerque a eso que querés lograr. Ya sabés: las metas, para cumplirse, tienen que tener nombre, apellido y monto al lado.

¿Y vos? ¿Qué metas tenés? ¿Qué te funcionó y qué falló ¿Qué querés lograr en el 2018? Soy toda ojos en los comentarios ;).

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