El siguiente post es patrocinado por Banco Lafise
Nombre: Augusto Mejía.
Edad: 38 años.
Ocupación: Músico y emprendedor.
1. Del 1 al 10 ¿cómo te auto-evalúas en el manejo de tu dinero?
Digamos que un 8.
2. ¿Alguien te enseñó alguna vez sobre finanzas? ¿Cómo has ido aprendiendo?
Por mi personalidad tiendo a ser alguien de pocos gastos. Digamos que intento ser una persona que no haga compras innecesarias. Además, he tenido la suerte de contar con el apoyo y el conocimiento de un par de amigos cercanos que desde hace unos 5-6 años para acá me han ayudado a entender cosas básicas de finanzas y me han permitido saber no sólo de ahorro, sino también a pensar en invertir en un futuro de manera diversificada, como dicen: de poner los huevos en diferentes canastas.
3. ¿Cómo hacés para controlar tus compras?
No soy de comprar algo si no tengo dinero, nunca he tenido una tarjeta de crédito y nunca he querido tener una. Eso me ha permitido tener cierto nivel de contención. Me controlo a través de mi cuenta en el banco, donde meto todo el dinero que gano. Honestamente tampoco soy alguien que pase pendiente de revisar dichos ahorros. Si saco dinero, o pago con mi tarjeta de débito, es para gastos básicos. De esta manera, se puede decir que casi siempre tengo la confianza de tener dinero ahorrado, y cuando ya tengo cierta cantidad lo que hago es invertirlo, pues no me gusta tener el dinero sentado en el banco. Creo que el dinero hay que multiplicarlo y prefiero hacerlo invirtiendo.
4. ¿Cuál es tu placer culposo en el manejo del dinero?
Definitivamente comer fuera. No tengo el hábito de comer en mi casa. Puedo decir que sí gasto una cierta cantidad de mis ingresos comiendo en la calle, pues como además vivo lejos (Ticuantepe) se me hace difícil estar yendo a mi casa a comer. Es el único gasto verdaderamente culposo que tengo. No soy mucho de gastar en ropa, ni siquiera en tecnología: con mi computadora, mi cámara y mi bajo es suficiente para mí. Aunque sí te confieso que antes me gustaba comprarme muchos zapatos. Eso ya lo hemos ido manejando cada vez mejor.
5. ¿Qué le recomendás a la gente para que no se endeuden?
Siempre he creído que la tendencia a endeudarse tiene una estrecha relación con el estado anímico de las personas. Creo que si uno está emocionalmente bien, tranquilo y enfocado en lo que realmente quiere, no tiene esa tentación desmedida a gastar dinero para saciar cualquier vacío emocional.
Con esto no quiero negar que, a veces, ciertas circunstancias extraordinarias como por ejemplo problemas de salud inesperados o cualquier otra adversidad inesperada, nos llevan inevitablemente a endeudarnos. A veces la deuda es la única salida. Pero creo que en este caso no estamos hablando de ese tipo de endeudamiento, porque a veces una deuda o un crédito es la única forma de salir adelante.
Yo recomiendo, además de una buena relación entre nuestro estado emocional y nuestra billetera, tratar de llevar una vida austera y estar bastante enfocado en los objetivos de vida. Si tenemos claro a dónde queremos llegar, tendemos a manejarnos económicamente mejor, de una forma menos apasionada a la hora de dejar ir el dinero en cosas innecesarias.
6. ¿Cómo usas tu tarjeta de crédito?¿Tenés problemas con ella?
Nunca he tenido una tarjeta de crédito, así que nunca he tenido problemas financieros relacionados a ellas. Supongo que si tuviera una, buscaría la forma de manejarla bien. Hasta el día de hoy he logrado tener los ahorros suficientes para lidiar con los problemas que se me van presentando, incluso sin tener que ser una persona de grandes ingresos. Digamos que lo que me ha ayudado es esa combinación de ser bastante organizado y no gastar dinero si no lo tengo (deudas y créditos).
7. ¿Creés en los seguros? Si creés, ¿cuáles tenés?
Tengo dos seguros obligatorios: el del carro y el de mi casa. Y también tengo dos seguros que no lo son, que sí me han funcionado bastante bien: uno es un seguro médico y el otro un seguro de accidentes y de muertes, que por suerte todavía no lo he utilizado. Pienso que la compra de seguros es una manera de estar protegidos ante ciertas adversidades y circunstancias a las que sería más difícil enfrentarse si no tuviésemos un seguro.
8. ¿Cómo te preparás para la época de la jubilación?
En ese sentido sólo estoy preparado con el tema del seguro médico. Así que digamos que sí ha sido un descuido de mi parte. Como no he tenido un oficio “registrado”, ya que la mayoría de lo que gano es como músico, todavía no cotizo en el INSS, y confieso que sí me he portado lento en conseguir un seguro facultativo o en tener un plan de ahorro privado.
9. ¿Cómo pensás que el resto de personas deberíamos aprender sobre finanzas personales?
Hoy en día tenemos el internet. A diferencia de nuestros padres, ahora tenemos acceso a mucha información relacionada al tema de la economía personal. También me ha servido mucho acercarme a algunas personas que manejan muy bien el tema. Hay gente que le ha funcionado leer libros.
Creo que la mejor escuela es la experiencia personal, y creo que la mejor forma de saber qué es lo que nos conviene es aprendiendo de lo que vamos viviendo cotidianamente. Nuestros errores son nuestra mejor escuela.
Es fácil darse cuenta qué cosas son las que nos convienen y qué no, observándonos a nosotros mismo en el día a día, conociendo de qué manera generamos mejores resultados en nuestra economía personal, o bien cómo nos enredamos. A veces las personas no ponemos mucha atención a lo que nos pasa y repetimos el mismo error mil veces y no terminamos de entender que hay cosas que no nos convienen.
10. ¿Qué le recomendás a la gente para llevar una vida financiera sana?
- Primero: Considero que hay que tener claro a dónde queremos llegar: si queremos una familia, una casa, pagar un postgrado, invertir en un nuevo negocio,… Todo depende de eso.
- Segundo: Creo que es importante tener la estabilidad emocional que nos permita saber discenir qué realmente necesitamos y qué no, ser capaces de distinguir cuándo una necesidad de compra o gasto no es más que un capricho, que más que beneficiarnos nos complica el cuadro de gastos/ahorros.
- Tercero: Ahorrar. Ahorrar aunque sea siempre un poquito, aunque a veces haya que apretarse la billetera y la boca. Y con ese dinero ahorrado ir pensando en formas de dirigirlo a diferentes inversiones que nos permitan tener una diversificación de oportunidades y posibilidades.
Si te perdiste las entrevistas anteriores, por acá te comparto las de:
¿Qué te parecieron las respuestas de Augusto? ¿Hay algún consejo de éstos que ya aplicás o te gustaría aplicar? ¿A quién te gustaría leer en la siguiente edición de esta columna?