Profesionalización de un negocio familiar

En palabras sencillas, la profesionalización de un negocio familiar implica pasar por un proceso en el que el negocio se empieza a manejar y administrar como una empresa, en lugar de una familia; y en donde se invitan a personas a bordo de la empresa, por sus habilidades, capacidades y experiencia, y no por el simple hecho de ser un miembro familiar.

En nuestro país, así como en la mayor parte de América Latina, la mayoría de los negocios son familiares, o por lo menos, así empezaron. Por esto, si son estas micro, pequeñas y medianas empresas las que están creando empleos para los y las latinos, resulta importante que sobrevivan más allá de la primera generación.

Curiosamente, sé que cuando mencionamos una «empresa familiar», nuestro cerebro casi que automáticamente piensa y asume que es una empresa pequeña. Pero no son solo las pequeñas. Muchísimas de las grandes empresas en Nicaragua, América Latina y el mundo son familiares… o comenzaron así y luego se profesionalizaron. Solo pensá en los grupos empresariales más grandes de Nicaragua, ¿ves cómo son familia?

Y no solo acá. Pensá también en Walmart, Samsung, HTC, TATA, etc.: son todas empresas familiares.

¿Sabías que el 80% de los negocios fracasa antes de los primeros cinco años y más del 90% no llega a los diez años? Normalmente la micro empresa es fundada por una persona, que trabaja arduamente para hacerla crecer.

Cuando sus descendientes toman el mando de la misma, hay una brecha generacional en el modo de pensar, especialmente cuando son pocos hijos. Esto quiere decir que la visión que tenía el fundador sobre la empresa, probablemente no sea compartida por sus hijos e hijas, quienes tienen planes diferentes para el negocio y piensan que la antigua manera de manejar la empresa es obsoleta y las cosas deben de cambiar.

Algunos de los desafíos que enfrentan las familias en los negocios familiares y que hacen de la empresa un mundo más complicado que una empresa no familiar son:

  • La interferencia de los padres.
  • La equidad en las relaciones familiares.
  • La comunicación entre los miembros de la familia.
  • Valores familiares vs valores empresariales.
  • La herencia y el tema de a quién le queda el negocio.
  • El rol de la mujer
  • La influencia de otros familiares en  las decisiones empresariales.
  • El papel que juegan otros empleados que no pertenecen a la familia.
  • Las necesidades de la familia vs las necesidades de la empresa.

Como te podrás imaginar, tener un negocio familiar no es cosa sencilla; es incluso más complicado que simplemente trabajar para una empresa no familiar.

Cambios en empresa familiar

Además, es fácil confundir espacios y tiempos, por lo que es común ver a familiares discutiendo temas de negocio alrededor de la mesa, durante la cena. (confieso que a mí y al princeso nos pasa eso TODO el tiempo). Así mismo, a más de alguien que ha trabajado para una empresa familiar, le ha tocado ver pleitos y conflictos de pareja o familiares en la oficina.

¿Qué es mejor?

Una de las dudas más comunes cuando se toca el tema del negocio familiar es

¿Qué es mejor (en términos financieros) una empresa familiar o una empresa manejada por «profesionales»?

Quizá esto te sorprenda, pero recientemente el Economic Times Intelligence Group hizo un análisis para el periodo 2017-2018, de empresas que cotizan en la Bolsa de Valores, para ver qué modelo de negocio generaba mayores retornos.

La muestra comprendía 884 empresas familiares, con un rendimiento promedio de 14%. Y de 2770 empresas administradas profesionalmente, en las que el rendimiento promedio fue casi del 12% (un poquito por debajo). Credit Suisse, al rastrear el movimiento del precio de las acciones de más de 1000 empresas familiares donde la participación de la familia fuera superior al 20%, descubrió que éstas han superado a las empresas no-familiares desde el 2006.

¿Por qué se dará esto?

Todo parece indicar que en el caso de la empresas familiar, éstas se suelen centrar más en el crecimiento DE CALIDAD a largo plazo; mientras las no-familiares buscando el rendimiento a un plazo más inmediato. Tiene sentido, ¿no? A ver, a todos nos interesa que la empresa en la que laboramos le vaya bien y crezca. Pero cuando es TU empresa familiar, tenés una motivación mayor para que esta perdure muuuucho tiempo (pensando en tus generaciones siguientes).

Y es que el afán de los gerentes profesionales por obtener buenas evaluaciones, promociones más rápidas, bonificaciones altas, etc., puede eclipsar de cierta forma la necesidad de buscar acciones que rindan fruto a más largo plazo. En este sentido, para ellos, evaluar el desempeño de una empresa cada trimestre podría ser más importante que hacerlo anualmente o estar revisando números de un plazo aún mayor.

Cómo manejar un negocio familiar

Podrá sonar lógico, pero a veces se nos olvida que en  los asuntos familiares, la familia viene primero y en los asuntos de negocios, el negocio viene primero. Normalmente, en los negocios familiares, sus integrantes están ahí para el largo plazo y les interesa poder heredar el negocio a sus descendientes y salvaguardar, de esta forma, su subsistencia. Así, sacar el dinero (cash out) no es su prioridad.

Para asegurar la sobrevivencia de las empresas familiares, es importante que quien la fundó sepa ceder el control de la misma cuando sea necesario. Nadie vive para siempre y es común ver entre emprendedores un apego emocional a sus empresas –casi como que si fuera su hijo- que les obliga a continuar trabajando en las operaciones aún después de los 70 años.

Así, si se desea que el negocio quede en manos de los hijos e hijas, es importante que estos descendientes hayan tenido experiencia en el negocio y un interés real por esa empresa. No se puede ni se debe forzar a los hijos a trabajar en la empresa familiar, pero si ellos muestran una motivación genuina, el trato que se les da debe ser parejo al del resto de los empleados.

Algunas de las claves importantes para ir haciendo esta transición de profesionalizar una empresa familiar son:

  • Políticas claras para permitir el desarrollo profesional.
  • Evitar el nepotismo y promover por talento.
  • Celebrar la meritocracia.
  • Formular, respetar y seguir un código de conducta para la empresa.
  • Definir clara y transparentemente la jerarquía organizacional.
  • Inculcar un sentido de responsabilidad.
  • Establecer una política de igualdad de oportunidades al contratar / ascender.

 

Justo ayer tuve una reunión con el fundador de una empresa familiar muy grande acá en Nicaragua y entre sorbos de café salió este tema. Me contaba que hoy había sido el primer día de trabajo de una de sus hijas (que ya había trabajado para otras empresas) y le pregunté que porqué no lo había hecho antes.

Honestamente creí que me diría que ella no había querido, o que él quería que su hija se «fogueara» en otras empresas antes de llegar a la empresa familiar. Pero me sorprendió gratamente cuando me dijo:

No teníamos ninguna vacante abierta.

Luego procedió a explicarme cómo ellos trabajaban duro en este tema de la empresa familiar y evitaban al 100 el nepotismo, no se despedía a NADIE solo por darle lugar a un familiar, y una persona era contratada solo si había una vacante disponible, esta persona tenía la experiencia / talento requerido y su jefe inmediato (que no era familiar) aceptaba.

Finalmente, la profesionalización de una empresa es especialmente difícil en negocios familiares, porque la familia tiene que lidiar con tres agentes interconectados: los que pertenecen a la familia, los que pertenecen a las operaciones (empleados) del negocio y los que son dueños del negocio… así como la combinación de los tres.

empresa familiar

¿Y vos? ¿Qué experiencia has tenido trabajando en una empresa familiar? ¿Pertenecés a una familia de negocios?

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