Cómo planificar tus finanzas según tu edad

Los ingresos que tenemos son nuestra fuente para generar riqueza. Y ese dinero que ganamos hoy nos debe servir para gastar hoy, pero también para planificar el mañana. Cuando hablamos de planificación financiera, un énfasis fundamental en el retiro: ese momento en que ya no podrás trabajar y deberás vivir con lo ahorrado mientras generabas dinero.

Está claro que entre antes comencés, mejor. Pero, ¿cómo saber si vas encarrilada según tu edad? Y, ¿qué podemos  hacer si comenzamos más tarde en la vida?

Aquí te comparto algunos puntos para tener en cuenta en cada década de tu vida:

Planificado en tus 20s

Empezá a ahorrar lo antes posible.

Probablemente uno de los grandes arrepentimientos que tenemos es no haber comenzado a ahorrar desde el día 1. Por si eso no fuera poco, pensá en esta locura matemática: asumiendo la misma tasa hipotética del 5% de rendimiento sobre tus ahorros, un joven de 25 años que invierte $2,000.00 al año durante 13 años puede terminar con más a la edad de 65 años que uno de 37 años que invierte $2,000.00 al año durante 29 años, ¡a pesar de que el de 37 años invierte más del doble! 

Ese inicio temprano marca TODA  la diferencia. Y este es el motivo: cuando ahorrás o invertís en un año determinado, tu dinero genera intereses. El año siguiente, gana intereses sobre tu dinero original más los intereses del año anterior. En el tercer año,  ganarás intereses sobre tu dinero original e intereses de los primeros dos años (y así sucesivamente).

Esto es lo que se conoce como interés compuesto. Y es una de las razones por las que deberías empezar a ahorrar ahora, cuando te quedan décadas para que ese dinero crezca.

Si estás pensando que sos joven y bello, pero con un salario muy bajo que no te da para ahorrar o invertir, te quiero decir dos cosas:

  1. Es ahorita, con menos responsabilidades, cuando más oportunidad tenés para separar dinero cada mes.
  2. Siempre hay lugar de dónde recortar para que la inversión sea una realidad.

Aquí algunos consejos especiales para vos:

Sé realista: sobre lo que realmente necesitás y lo que simplemente «querés». Es rico salir y comprar, sí, pero cuando es a costa de tus metas a mediano plazo, tu futuro-yo se arrepentirá. ¡Garantizado! 

Pensá en lo que querés: tomate el tiempo de sentarte e identificar tus objetivos acorto, mediano y largo. ¿Qué querés? ¿Casa, carro, celular último modelo, negocio, viaje, maestría?  

Date crédito: para calificar para las mejores tasas de interés en una tarjeta de crédito, préstamo automotriz o hipoteca, necesitarás construir un historial crediticio sólido. Así que elegí UNA SOLA tarjeta y mantené tus pagos al día.

Corta el cordón: si un padre o un modelo a seguir te está ayudando a administrar tus finanzas, es hora de tomar las riendas. Después de todo, quien controla sus finanzas controla su vida y su futuro.

Pensá antes de casarte: Tu pareja será tu co-administrador de dinero, por lo que los valores financieros y las opiniones sobre el gasto y el ahorro son algo que deben discutir antes de pensar en el anillo.

Poné tu salud primero: Siendo joven es difícil pensar en enfermedades, pero es ahorita que estás con salud el momento ideal de comprar un seguro médico: es mucho más barato.

Planificando en tus 30s

Es hora de ponernos serios

Quizá en los 20 aprendiste sobre tu valor en el mercado laboral, cometiste algunos (o varios) errores de gastos y posiblemente no pusiste el ahorro para la jubilación en la parte superior de tu lista de prioridades. Bueno, tus 30 son el momento para tomar completa y absolutamente en serio tu futuro financiero.

En los 30s ya solemos casarnos, y si es tu caso, debés considerar ahora las necesidades financieras de tu pareja y / o hijos, lo que significa que es tus responsabilidades y gastos financieros también aumenten. Recordá que un enfoque disciplinado de inversión a largo plazo sigue siendo el mejor camino a seguir. Además de ese consejo general, aquí hay algunos métodos para abordar los desafíos y salir adelante en esta década tan importante:


Deshacete de la deuda: Eliminá la deuda no hipotecaria. Nada libera dinero en efectivo para tus crecientes responsabilidades familiares como pagar préstamos con intereses altos. Si no te hiciste cargo de la deuda de la tarjeta de crédito cuando tenías 20 años, ahora es el momento de hacerlo. Los préstamos personales, casas comerciales y de auto son los siguientes.


Hacete amigo de tus números: es hora de sentarse y hacer  cálculos. Averiguá cuánto necesitás para jubilarte y comenzá a ahorrar en planes de inversión. En esta calculadora podés sacar los cálculos.


Ponete a vos mismo primero: no ahorrés para la universidad de tus hijos antes de ahorrar para la jubilación. Si el dinero llega a faltar, ellos pueden pedir becas o sacar un préstamo. A vos nadie te prestará o becará para vivir retirado.


Diversificá:  No dejés tus huevos en una canasta. No dependás de un solo ingreso. Buscá cómo invertir para multiplicar.

Planificá para lo peor:  Pensá en los «qué pasaría si» asegurando lo que ya tenés. Seguro de vivienda, seguro médico, seguro por discapacidad y seguro de vida: todos son cruciales.

Planificado en tus 40s

Es hora de prepararse para la segunda mitad.

Con 20 años de trabajo a tus espaldas y otros 20 (al menos) por delante, ahora es el momento de prepararse para la segunda mitad de tu carrera y para la jubilación posterior. Si tenés la suerte de tener un ingreso  adicional disponible, trate de no gastártelo todo.

Para ayudarte a asegurar tu futuro financiero y el de tu familia, aquí hay cinco iniciativas específicas para considerar durante tus 40, si no es que antes:

Creá un plan maestro: determiná cuándo querés jubilarte, cuánto deseás recibir cada año mientras estés jubilado y creá un mapa realista para alcanzar esas metas.

Guardalo: una vez que sepás cuánto necesitarás, mantenete disciplinado y ahorrá constantemente. Sin excusas.

Sé vigilante: Examiná tu plan de jubilación cada dos años. Asegurate de que tus ahorros para esa meta estén a la altura de tus expectativas.

Adoptá el cambio: Sé abierto y flexible para cambiar tu edad de jubilación y la cantidad que ahorrás a medida que la economía y el desempeño de tu cartera cambian en respuesta a los eventos. Tu meta es terminar con la mayor cantidad de dinero posible.

Protegé a tus seres queridos: Asegurate de que los beneficiarios de todas tus cuentas estén actualizados. Si aún no tenés uno, creá un testamento. Y determiná si tu seguro de vida, médico y de propietario de vivienda brinda cobertura suficiente para las necesidades actuales de tu familia.

Planificando en tus 50s

Maximizá tus ahorros para el retiro

Si aún no has comenzado a planificar tu jubilación, ahora es el momento de hacerlo.

La buena noticia es que probablemente te quedan entre 10 y 15 años de ingresos altos para alcanzar tus metas. Además, muchos de tus gastos más importantes, como tu hipoteca o hijos, pronto quedarán atrás, por lo que una estrategia sería utilizar esos fondos para ahorrar lo máximo para la jubilación.

Cuidado con el número uno: no más distracciones. Tu plan de jubilación debería ser tu primera prioridad ahora.

Calculá: Estimá cuánto necesitarás para vivir y calculá cuánto tendrás al jubilarte. De nuevo: podés usar esta calculadora para tener una muy buena idea.

Obsesionate: es importante prestar mucha atención a tus planes de jubilación. Revisá anualmente cómo vas y se todo va viento en popa.

Libre de deudas: Si en tus 40s no lograste salir de deudas completamente, en esta década es vital que lo hagás. No querés llegar a la jubilación con cuentas por pagar.

¿Y vos? ¿En qué década estás? ¿Cómo se ven tus finanzas según estas variables? ¿Vas encarrilada o te tocará enmendar camino?


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