Testimonio: Mi desastre financiero II

Este artículo ha sido escrito por una lectora de Plata con Plática que, tras muchos cambios, ha logrado mejorar significativamente su vida financiera. Ella ha decidido permanecer en el anonimato. Si a vos también te gustaría contar tu historia o colaborar con un artículo de finanzas personales, con gusto lo podés hacer enviando un correo a [email protected].

Hola Ela,

Espero te encuentres bien, he estado deseando mucho que llegara el momento de escribirte este correo. Ha pasado más de un año desde que te escribí mi desastre financiero I.

Antes, cuando leía las historias de tus posts de personas que habían superado crisis financieras, me decía a mi misma “eso no puede ser posible” porque yo estaba en el hueco del endeudamiento y lo veía imposible de cumplir para mí. Pero un año después te escribo para compartirte que no fue fácil pero salí del hueco y me siento otra persona, te cuento:

Cuando te escribí la vez anterior tenía dos cuotas de mi casa atrasadas. Las cuotas del carro, igual debía dos cuotas; debía en El Gallo más Gallo, tarjetas de crédito, dos créditos, en fin… rondaban como en más U$ 2,000.00 dólares.

Además le había mentido a mi esposo y casi terminaba mi matrimonio. Tenía sobregiros  por adelanto de salario, cuando hicimos el presupuesto, como rayos x para saber cómo estábamos y aún juntando nuestros sueldos estábamos sobregirados en más C$5,000.00 córdobas por todas las deudas (era un desastre) y  nos pusimos manos a la obra:

  1. Mi esposo empezó a tener control de las cuentas y los pagos, quedó claro que yo no podía con eso;
  2. Hicimos un menú para así hacer las compras del súper porque antes era muy a lo loco y entonces no nos alcanzaban las compras de la quincena y terminábamos comprando comida en la calle;
  3. Fundamental el presupuesto: lo hicimos proyectado en 6 meses;
  4. Cero salidas y compras de cosas innecesarias y antojos;
  5. Empezamos a dar el mínimo en las tarjetas para mientras salía del adelanto de salario que tenía;
  6. Mi esposo tenía unos ahorros y los usó para ponernos al día con las cuotas atrasadas (esto me sirvió para darme cuenta la importancia de los ahorros);
  7. A mi esposo le salio un préstamo en el banco (me di cuenta lo importante de poseer un buen récord crediticio) esto lo ocupamos para cancelar en la casa comercial;
  8. Unimos los salarios y así lo manejamos desde entonces (es lo mejor);
  9. En diciembre del año pasado unimos los aguinaldos y pagamos el préstamo que mi esposo sacó y las tarjetas ya que sólo les veníamos dando el mínimo. No hubo regalos de Navidad, pero sabía que pronto sería libre.

En enero ya estaba a flote. Sólo debía 2 créditos a corto plazo. Podía por fin ver que mi salario me ajustaba, empezamos ahorrar un poco, inicié a estudiar inglés que era algo que necesitaba pero no podía pagarlo antes, incluso comencé a ayudar a mis padres económicamente.

En mayo terminé de pagar el penúltimo crédito y hoy que te escribo fue el día que pagué la última cuota del último crédito que tenía: vivo resultado de las malas decisiones, ya solo me quedé con el crédito a largo plazo de mi casa y el vehículo.

La perseverancia y disciplina es la clave eso. Lo tengo claro. Fueron meses ajustados financieramente en todo el sentido de la palabra y muy amargos, sobre todo porque temía por mi matrimonio, recuperar la confianza de mi esposo me ha costado mucho, siempre conservamos la costumbre del presupuesto y de unir nuestros salarios. Ahora cualquier compra se analiza en el presupuesto se proyecta y se decide, muchas veces he querido realizar compras que quizá no han sido debidamente analizadas pero me detengo y pienso en esos días amargos.

Ela quiero darte las gracias porque muchos de tus post me sirvieron y sé que hay muchas personas que están pasando por esto y les digo que sí se puede, todo es disciplina y perseverancia.

Saludos Ela y mis mejores deseos siempre para ti y tus proyectos.

 

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