7 razones por las que gastás de más en el súper

plata con Plática compras superUno de los rubros de gastos donde más se nos va dinero dentro de nuestro presupuesto es en las compras del hogar: comenzamos a llenar el carrito con la leche, las carnes, los productos de limpieza y cuando llegamos a la caja registradora nos asustamos por lo que marca el total de la factura.

¿Normal, no? Nos hemos acostumbrado a que esto sea parte del día a día y tendemos también a no inmutarnos cuando vamos por una barra de pan y salimos también con una bolsa de papas fritas y el helado Deleite de Cheescake de Dos pinos … ¿o ese solo es mi novio? 😉

Pues bien, seguramente habrás escuchado en algún momento que los supermercados tienen sus truquitos –o trucotes- para hacernos gastar de más y el periodista gastronómico Troy Johnson, de Food Network, dio hace poco una entrevista en que revelaba estas estrategias.

Como yo siempre ando buscando tips para ayudarte a gastar menos, por acá te los comparto, con el fin que de ahora en adelante, cada vez que vayás a hacer tus compras del súper, estés atenta a ellas y las podás esquivar ;).

1.Llenemos el carrito. Por alguna razón, a las personas nos encanta la sensación de llenar al carrito repleto. ¿Se ve muy vacío? ¡Echémosle más cosas! Con esto en mente, lo supermercados han duplicado los carritos en tamaño… y los canastos pequeños son más difíciles de encontrar, pues no están en el mismo lugar.

2. ¡Pruebe, pruebe todo! ¿Sos de lo que hace fila cuando están dando a probar galletitas, té, o algo más? Pues bien, el supermercado busca dos cosas con esto: que vayás más lento y te quedés más tiempo en el local, y que se te abra el apetito para que luego gastés más en comida ;).

3. Al ritmo suave. ¿Te has fijado que si mientras comés, escuchás música rápida, tendés a comer más rápido? Lo mismo sucede al ir de compras. Y como el súper quiere que te quedés el mayor tiempo posible ahí, la música suele ser más lenta.

4. ¡Ah.. aquel olor! ¿A quién no le encanta el olor del pan recién horneado? Los gerentes del súper estimulan tu apetito con uno de los olores más básicos y tóxicos: el del pan, porque éste te impulsa a comprar con el estómago, no con tu presupuesto.

5. A la altura de tus ojos. No es que nos de pereza, pero sí nos da. Solemos comprar lo que está a la altura de los ojos, para no agacharnos o inclinarnos, por esto es que es ahí donde colocan los comestibles más rentables. En cambio, aquéllos que son más económicos están casi siempre en el estante inferior. Y lo mismo ocurre con los productos para niños: estarán a la altura de tus muslos, PERO a la altura de sus ojos para que después solo te diga “mami, papi, quiero éste”.

6. Cambiemos de ruta. Si lo pensás, probablemente comprás más o menos las mismas cosas cada vez que vas de compras. Eso te permitiría tener tu ruta ya hecha y no desviarte, pero ¿qué pasa cuando lo intentás hacer? ¡Ah! Resulta que ya te cambiaron los productos de lugar y te toca recorrer el supermercado entero.

7. Escenario central. Dado que los productos de marca son los más rentables, éstos suelen estar mezclados con aquellos de primera necesidad, como el cereal o el café, y colocados en los pasillos centrales. Así te toca recorrer todos los pasillos y cada pasillo mientras buscás lo que necesitás. En el proceso, es probable que se te pegue una que otra cosa que no sabías siquiera que necesitabas.

Así que como verás, nada es por casualidad en esta vida ;). El supermercado está diseñado para lograr que entrés y te detengás lo más que se pueda en cada pasillo, con el fin de que gastés de más.

Dado que este rubro de gastos suele representar una buena porción de nuestros ingresos, es importante que estemos informados y conscientes de estas estrategias para maximizar nuestro tiempo y presupuesto. ¡Ah! Y que no se te olvide ir recién comido y con tu lista de compra en la mano.

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