¿Conocés a alguien que guarde y guarde cosas “porque en algún momento las va ocupar»? Esto podría estar relacionado a un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), que si bien es un tema psicológico, está sumamente conectado con las finanzas personales.
Incluso, uno de los principales teóricos del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), fue Sigmund Freud, el conocido neurólogo austriaco, considerado padre del psicoanálisis.
Curiosamente, según comenta Iván Ruíz, psicólogo con maestría en clínica psicoanalítica y coordinador de Psicología en Keiser University, una de las obsesiones tratadas por Freud en su época, era el miedo a las deudas.
Y es que las decisiones financieras están hasta en un 90% conectadas a las emociones, y no solo en el estricto sentido de cómo te sentís en base a tener o no dinero, sino qué haces con él dependiendo de tus emociones, pues estas son las primeras que te impulsan a dar una respuesta a estímulos externos.
Este tipo de Trastorno Obsesivo Compulsivo a largo plazo no favorecerá tus finanzas personales, de hecho podría convertirse en lo que te impide disfrutar plenamente de tu vida. Imaginate la compulsión por ahorrar tanto que evités invertir para lograr tus metas o gastar en rubros importantes como tu salud.
Para aclararte un poco más el término, el Trastorno Obsesivo-Compulsivo de acuerdo a la International OCD Foundation de Estados Unidos, es una condición de la salud mental, las personas que padecen de este trastorno experimentan pensamientos:
- Involuntarios
- Irracionales
- Repetitivos
En términos sencillos, según nos aclara MSc José Alaniz, Orientador Psicológico, los actos compulsivos o rituales son comportamientos estereotipados que se repiten una y otra vez.
“No son por sí mismos placenteros, ni tampoco llevan a completar tareas útiles. Su función es prevenir algún hecho lógicamente improbable. El sujeto es consciente de que estos comportamientos carecen de sentido, sin embargo, entre más se resiste, mayor es la compulsión y la ansiedad empeora”, explica Alaniz.
Por ejemplo, uno de los TOC más usuales es el miedo a los gérmenes que a largo plazo, la obsesión por lavarse las manos te afectará en gastos como: jabón, desinfectantes, alcohol y toda una larga lista dependiendo de los estándares que tengás.
Estos gastos para una persona que no padece TOC, serán más bajos que para alguien que sí lo padece.
De acuerdo a estadísticas del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM V) en Estados Unidos 1,2% de la población padece de TOC y estos datos se extienden en el resto del mundo en un porcentaje similar, entre el 1,1 y el 1,8%.
¿Y en Nicaragua ?
Según Iván, Psicólogo Clínico, en Nicaragua no existen tantos diagnósticos del Trastorno Obsesivo Compulsivo, pero sí síntomas de éste.
De acuerdo al psicólogo, hay muchos casos de ansiedad, depresión o bipolaridad, en los que aparecen síntomas del Trastorno Obsesivo Compulsivo relacionados con las finanzas personales.
Un ejemplo de éste es el miedo a la incertidumbre, sin embargo, aquí debemos separar que evidentemente a muchos nos da cierto temor el futuro, aún más en un país como Nicaragua.
Sin embargo el trastorno tiene que ver con un miedo que no se puede soportar, por ejemplo, miedo irracional a no generar ingresos, eso aumenta cuando tenés una deuda y sin ninguna razón visualizás escenarios en que te quedás sin trabajo, o si tenés un negocio, pensás que va a quebrar.
Esto te puede llevar hasta autosabotearte, pues de todas formas en tu cabeza ya pasó lo peor.
En este sentido, Iván no descarta que existan muchos más casos que no están siendo detectados. “Porque tiene un costo que no toda la población puede cubrir, no está cubierto por ninguna institución pública. O puede ser que culturalmente no se le da importancia a la salud mental. Hay mucho miedo al diagnóstico”, dice Iván.
Paréntesis financiero, recordá que tus finanzas son personales, por tanto si para vos la salud mental es prioridad, es válido si se convierte en un gasto necesario cada mes, al igual que la renta o los servicios básicos.
Pero ¿Por qué sucede mucho en Nicaragua?
Esto en Nicaragua tiene un contexto cultural e histórico. MSc José Alaniz, Orientador Psicológico, indica que el perfil del “acumulador/a compulsivo/a” nica, podría tener un fondo racional, pero ese contexto aversivo lo llevó a detonar en el cerebro, “una respuesta desadaptativa”.
“En la época de los 80 ‘s en Nicaragua, cuentan las abuelas de antes que había que hacer largas filas para obtener alimentos, pues había una tremenda escasez de bienes y servicios. Además, el país estaba sumido en una guerra civil”, comenta Msc José.
Este es un escenario “anti-salud mental”, entonces, hasta la persona más sana, por lógica en esas circunstancias por “temor a morir de hambre”, sí podía robar, comprar o acaparar más comida para sí y su familia, aunque no fuera socialmente positivo, pero su conducta obedecía al contexto.
El Orientador Psicológico añade que a pesar del tiempo, muchas personas siguen manteniendo las mismas conductas acumulando bienes o servicios, porque se quedaron con el chip de la guerra de los 80’s.
En 2018 cuando se anunciaron los primeros paros nacionales, muchos nicas comenzaron a comprar productos a todo lo que diera la tarjeta de crédito, por miedo a que se terminaran. “Cuando vino 2018, a mucha gente se le volvió a reactivar el síntoma de acumulación”, indica José Alaniz.
A nivel financiero, la acumulación en un nivel obsesivo puede afectarte:
1. La acumulación obsesiva afecta el balance general por la forma en que se gasta el dinero, es decir porque generalmente representa una salida de dinero cada una de las cosas que la persona decide comprar o adquirir, aunque no las necesite.
2. Los espacios físicos, ya sea bodega, cuarto o donde sea que se acumulen las cosas, se deterioran más rápidamente, así que eventualmente se debe invertir en reparaciones.
3. Lo que sucedió en 2018 (cuando las personas empezaron a comprar y acaparar), se puede convertir en algo realmente más grave, con una duración más extensa. Por ejemplo, que los productos suban de precios por el nivel de acaparamiento que existe, y encima la gente se endeude cada vez más por intentar acceder a esas compras de productos.
¿Cómo los profesionales diagnostican el TOC?
Aunque hay cada vez más avances en la ciencia con respecto a la salud mental, «aún se sabe muy poco del cerebro y sigue siendo un misterio por descubrir», explica José Alaniz.
Por tanto la mejor herramienta con la que cuentan los profesionales de la salud mental, es la entrevista clínica con las personas y sus familiares y amistades.
“Pero si su vida está siendo caótica en alguna de sus dimensiones relacionales (familia, comunidad, etc.) y para sí mismo/a (emocional, cognitiva y conductualmente) entonces pudiéramos estar frente a un problema de salud mental; o bien, frente a un contexto aversivo para la persona”, explica Alaniz.
¿Cómo identificar los síntomas?
¿El TOC afecta mis finanzas?
La respuesta a esta interrogante, como explicamos a lo largo del texto, es un rotundo sí. Lo importante es que podás identificarlo y esto te ayude a entender cuáles son los primeros pasos para contrarrestarlo.
- Un síntoma compulsivo al ahorrar o acumular bienes, podría estarte impidiendo disfrutar tus etapas de la vida. Recordá que el dinero es una herramienta que te acerca a los sueños o metas que te harán más feliz. Así pues acumular por acumular no debería ser el objetivo final.
- El Trastorno Obsesivo Compulsivo también podría llevarte a tomar decisiones financieras importantes tomando en cuenta solo las emociones, sin perspectiva racional, por tanto tus decisiones pueden estar sesgadas.
- Una compulsión que te produce constante preocupación o miedo por lo que pueda llegar a pasar en el futuro (sea una idea racional o no), afectará tus inversiones tanto hacerlas arriesgando mucho o todo lo contrario, tener tanto miedo de perder dinero, que nunca lográs invertir.
Lo mejor es que si alguno de estos comportamientos te parece familiar, lo valores junto a un especialista que pueda brindarte un diagnóstico profesional.
Recordá que si cuidás tu salud mental, también estás cuidando tus finanzas personales, pues ya sabemos que las finanza más allá de estar relacionadas con el dinero, lo están todavía más con las emociones.