Estamos a unos días de irnos de vacaciones de Semana Santa. Si estos tres primeros meses del año te han tocado tan duros como a mí, estoy segura que no podés esperar esos diítas para irte al mar, la montaña, los pueblos, disfrutar y/o descansar.
Sin embargo, no podés dejar tus finanzas de un lado y darle también vacaciones a tu dinero ;). Cada cosa que nosotros hacemos en nuestra vida y en nuestro día a día casi siempre involucra, de alguna manera, dinero y las vacaciones no son la excepción: de hecho, es de los momentos donde más gastamos.
Quizá estás pensando que aún tenés tiempo para pensar en lo que vas a hacer y cuánto vas a gastar, pero yo estoy aquí para decirte que abrás los ojos y comencés a sacar tu calculadora porque 2 semanas se van en un abrir y cerrar de ojos y la Semana Santa ya está a la vuelta de la esquina.
No sé si lo recordás, pero en la plantilla de presupuesto que te compartí al comenzar el año, uno de los rubros grandes de gastos eran precisamente las vacaciones y la Semana Santa estaba incluida ahí. Cuando hice un FB live para explicar cómo funcionaba recalqué la importancia de planificar cada uno de estas fechas con tiempo e ir ahorrando un monto quincenal para estar listos cuando llegara.
Lo más probable es que no lo hicieras y hayás tratado de priorizar otros gastos, ¿no es así? Pues bueno, no todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón (ah no, me perdí…), yo vengo a ofrecerte unos cuantos consejos para que todavía salgás a disfrutar si así lo querés y he preparado una plantilla de presupuesto especial para estas vacaciones.
Mi recomendación es que la descargués desde YA y comencés a calcular cuánto te va a costar. ¿Por qué hoy? Porque esto te permite contar con el pago de dos quincenas (la del 30 de marzo y 15 de abril, que cae justo en Semana Santa) para que dividás lo que vas a gastar en ambas y así regresés de tus vacaciones relajado, sabiendo que no gastaste lo que no tenías y no te enjaranaste.
Recomendaciones para no gastar de más:
- Gastá más en experiencias que en cosas: Es normal querer llevarse el guardarropa nuevo a la playa, pero ni es necesario ni nos alcanza para hacerlo. Si vas a priorizar, enfocate en vivir la experiencia al máximo, esto quiere decir gastar más en el hospedaje, la comida, el entretenimiento, etc., que en la cantidad de trajes de baño, shorts y chinelas que llevás.
- Llevá tu alacena: No caigás en el error de querer comer desayuno, almuerzo y cena fuera. Ya sea que te quedés en un hotel, hostal o casa, siempre hay opciones para llevar comida. Un tiempo al día está bien (incluso podría ser menos), pero 3 tiempos fuera, durante 3 días suman grandes cantidades de dinero.
- Dejá todo pagado: Revisá tus recibos de agua, luz, teléfono, cable, renta, Internet, tarjetas de crédito y demás pagos, a ver cuándo tenés que pagar. Si esa fecha es en medio de la semana santa, asegurate de dejarlo pagado antes de irte. Lo que menos querés es regresar a la ciudad no solo a pagar recibos, sino a pagar cargos por morosidad.
- Tu seguridad: Siempre recomiendo pedirle a alguien (un familiar o vecino) que le eche un ojo a tu caso mientras vos no estás, pues los robos andan a la orden del día. Así mismo, es buen momento para revisar tu póliza de hogar y ver qué cubre. Si sentís que no estás lo suficientemente protegido, por ejemplo contra robo o incendios, es momento de incrementar tu póliza.
Y bueno, por mi parte no haré nada. No porque no quiera: creeme que si de mí dependiera, viviría la mitad de mi tiempo en la playa. Sino porque como les comenté en este último post del año pasado, tengo un viaje planificado con mi media naranja la primera semana de mayo. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Bueno, sencillo: no podemos hacer un doble gasto en la playa y de vacaciones tan seguidos, nos toca elegir, hacer compromisos –y también sacrificios- y en este caso eso quiere decir no salir acá para poder disfrutar como Dios manda en Cuba.
Algo parecido hicimos el año pasado cuando nos fuimos a Corn Island. En este post conté esa experiencia y nos la pasamos tan bien que, de verdad, no salir al mar cuando todo mundo andaba de vacaciones valió 100% la pena y por eso este año decidimos repetirlo.
Para vos, que sí estás esperando esa playa, sol y arena como agua de mayo, he preparado esta plantilla de presupuesto práctica y sencilla, específicamente para estas vacaciones. Como siempre te recuerdo: no apliqués la de “después de un gustazo, un trancazo”, no hay nada más rico que irse de vacaciones con el dinero que sabés podés gastar y regresar sin una sola deuda adicional.
Así que dale descargar acá abajo y ¡disfrutá tus vacaciones como te merecés!