7 Consejos financieros para mi hermanito en su primer trabajo

Mi Juancho, mi hermanito bebé, el mismo que en marzo del año pasado se fue a estudiar a Canadá ahora tiene su primer trabajo. Y yo no podría estar más orgullosa de él.

Este chavalo de 20 años que siempre fue un pequeño desastre andante, tomó el reto de irse a un país desconocido en apuesta por su futuro. Aunque él nunca me lo dijera, sé que en ese primer viaje en marzo iba no solo lleno de emoción, sino –y sobre todo- de mucho miedo por lo desconocido.

Lo que comenzó como un curso de inglés de unos cuantos meses se transformó en una carrera universitaria (no-tan-secretamente todos en la familia deseábamos esto) y, desde hace unas semanas, también en su primera experiencia profesional.

Cuando nos escribió en el grupo de whatsapp familiar para contarnos hace 2-3 semanas, lo primero que le pregunté fue:

“¿Y quién te va a contratar a vos? ¿Qué sabés hacer?”

Sí, ésa es la manera amorosa en que nos tratamos. Acto seguido le dije que me parecía excelente que trabajara y que en la familia esperábamos desde ya el envío de esas remesas producto de su labor.

Ya, siendo serios, me contó que durante los fines de semanas trabajaría en un restaurante peruano de “busboy”; lo que yo entendí como un “PTM restaurantero”. Para quienes no saben –pues yo misma no sabía-, no es el mesero, es la persona que te sirve el agua y el pan, te pone otro tenedor si se te cae el tuyo, recoge los platos sucios y básicamente ayuda al mesero en lo que se necesite.

Quizá al leer esto pensés que no es un trabajo muy glamuroso que digamos. Pero sinceramente, a esa edad y con tan pocos conocimientos que tiene, para mí puede darse por bien servido y es una gran oportunidad de aprender. Y sí, yo estoy muy orgullosa de él y que haya decidido trabajar de-lo-que-sea en otro país y a esa edad.

Como es de imaginar, los consejos financieros no podían faltar. Menos cuando se trata de mi hermanito bebé que, además de haber sido un completo mimado toda su vida (¡vos sabés que te amo, pero es cierto!), en general ha tenido las cosas bastante fácil. Así que acá va.

Consejos financieros en tu primer trabajo

Agradecé

¿Qué voy a agradecer? Quizá te preguntés. Pues agradecé que tenés un trabajo y que tenés la oportunidad no solo de ganar dinero, sino también de aprender. Que eso es, a fin de cuentas, lo más importante.

Como bien dice el princeso que le dijo su papá en su primer trabajo: “ni siquiera te deberían de pagar, a estas alturas vos deberías de estar pagando por aprender”. Y creo que mi suegro era muy sabio, le doy toda la razón.      

Da lo mejor de vos

Sí, tengo claro que este no es tu trabajo soñado, por lo que es fácil pensar que no vale la pena esforzarte. Quizá es hasta tentador aplicar la ley del mínimo esfuerzo, al cabo que no vas a pasar ahí toda tu vida, ¿cierto?

¡Falso! En primer lugar, si seguís el punto #1, ser agradecido implica también dar lo mejor de vos en  ese lugar que te abrió las puertas. Y en 2do lugar –y más importante aún- dar lo mejor es un hábito, una forma de ser.

Esto quiere decir que no se vale dar lo mejor jugando Play, pero no en una relación; pasar horas estudiando, pero no dedicarle tiempo a tu hobby favorito… ser el mejor jugador de futbol, pero un trabajador mediocre.

Para mí, la mediocridad o la excelencia se llevan a todas partes. Y si te acostumbrás a dar solo lo necesario en este primer trabajo, lo más probable es que te acostumbrés, lo convirtás en un hábito y forme parte de quien sos en todos y cada uno de las próximas chambas: así sean unos que tomés en serio y realmente te gusten.

Así que da solo lo mejor. No menos.

Ordenate

Por amor a Dios ordená tu tiempo, y por supuesto, tu dinero. Ahora que trabajás, estudiar no es tu única responsabilidad… pero sí sigue siendo la principal. Para eso estás en Canadá.

Eso quiere decir que aunque debés dar lo mejor en tu trabajo, no se vale descuidar los estudios porque lo que aprendás ahí es lo que te dará de comer en el futuro.

Lo mismo aplica para el dinero. Ahora no solo contás con el dinero de papá y mamá, sino con ingresos adicionales (por más pequeños que sean) mensualmente. ¿Ya sabés qué vas a hacer con ese dinero? Y si tu respuesta es: “pues gastarlo”, seguí leyendo los cinco puntos que siguen. Son especiales para vos y para esas respuestas que ya sé rondan tu cabeza.

Ahorrá

Hablando con diferentes personas que superan los 25 años, TODAS me dicen que si hay algo que les hubiera gustado comenzar antes es el ahorro. Yo misma desperdicié años valiosos de mis primeros trabajos gastando todo y ahorrando nada.

Al igual que sucede con el dar lo mejor, el ahorro no es un asunto de monto, es un tema de HÁ-BI-TO. Si vos lográs acostumbrarte a ahorrar X porcentaje de cada pago ahorita que ganás poquito, podrás mantener ese ritmo a medida vayás ganando más.

Y cuando seás un millonario que me mantenga, ese mismo porcentaje significará una cantidad sustancial de dinero que te traerá libertad, seguridad y mucha paz mental.

¿Qué tanto es tantito? Bueno, si en condiciones regulares se recomienda ahorrar el 10%, en TUS condiciones de joven mantenido, deberías aspirar a separar el 25%. A fin de cuentas, hace unas semanas no tenías NADA de ese dinero, ¿no es así?

Date gustos

… pero que valgan la pena. Y por valer la pena me refiero a que no sean solo productos que satisfagan tu gratificación instantánea, sino cosas y experiencias que te llenen a largo plazo.

Para que me entendás, lo que te quiero decir es que esos zapatos carísimos en los que estás pensando pueden ser tentadores cada mes… pero a la larga terminarás por arrepentirte. Comprarlos una vez, con tu primer salario, está bien. Que sean una compra constante, así como se paga el agua o la luz, es una verdadera locura.

No quiero ser la hermana mayor que se dedica a las finanzas personales y te dice todos los días que ahorrés. Yo quiero ser clara con vos: ahorrar es importante (y por eso está en el punto anterior), pero uno también trabaja para divertirse, para darse gustos y para cumplir sueños. Especialmente cuando no tenés mayores responsabilidades.

A estas alturas, lo mejor que podés hacer es empezar por conocerte y reconocer en qué cosas vale la pena que usés el dinero para que le saqués el jugo y no sintás que se te va de las manos. Tristemente es lo que le sucede a millones de personas alrededor del mundo.

Viajá

Y como te dije en este primer post que te escribí en marzo, no solo a Nicaragua. ¡Conocé el mundo! Sonará como cuento de abuelita, pero cuando la gente mayor te dice “aprovechá estos años para ____, porque después es más difícil” tienen toda la razón. No solo es una frase cliché más.

Si hay algo de lo que no me arrepiento en mi vida es de haber hecho muchísimas cosas antes de casarme y asentarme. Entre ellas está viajar, conocer, estudiar y vivir en otros países. A tus 20 añitos, mi niño lindo, tenés el mundo entero  para comértelo en un bocado… o en varios bocados si así lo preferís.

Aprovechá el dinero ganado y ahorrado, así como las vacaciones largas de varios meses (que nunca más tendrás) para deleitarte con los maravillosos paisajes y maneras de vivir de tantas personas diferentes a vos.

Pensá en tu Juancho interior

Sí, ese viejito que ves lejano pero que cada día está más cerca necesita de tu trabajo y de tu dinero. Después de casi 7 años en este mundo de las finanzas personales, puedo asegurar que la MAYORÍA de personas comienzan a medio preocuparse por su retiro a los 45-50 años y, ¿sabés qué? Es demasiado tarde.

La matemática es bastante sencilla y no tenés que ser un genio para entenderla: entre antes comencés a separar un poquito para ese viejito que llevás dentro, menor será la cantidad que te toque separa mes a mes.

Y, de nuevo, es un hábito. Acostumbrate HOY a separar dinero para tu Juancho viejo y más adelante, aun con todas las obligaciones y responsabilidades encima, lo podrás seguir haciendo. No hay nada más triste que hayás pasado desde tus 20 hasta tus 60 años trabajando, para luego llegar a esa edad donde más necesidades tendrás y que no tengás con qué comer las costillas BBQ que tanto te gustan.

Así que parte del dinero que ganás hoy debe ser para el Juancho de hoy, pero otra parte debe ser para tu Juancho de mañana.

¡Te amo con la locura de un niño que se roba 3 elefantes de la casa de su tía, los entierra en su casa y solo acepta la culpa 6 meses después cuando la lluvia los saca a relucir! ;). Todos en la familia estamos muy orgulloso de vos.. y, claro, esperando esas remesas ;).

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