Ayer en la noche tuve la oportunidad de asistir a una clase en la UAM, por la coach Jazmine Solís a un grupo de docentes de dicha Universidad. ¿El tema? El manejo del tiempo. Y como yo siempre ando viendo números y finanzas personales en todo lo que hago, descubrí la gran relación existente entre la manera en que manejamos el tiempo y la que manejamos el dinero.
Estoy segura que más de alguna vez habrás escuchado decir “el tiempo es dinero”, ¿no es así? Pero yo creo que el tiempo es todavía más importante que el dinero, pues a diferencia del dinero, el tiempo no lo podés ganar: día a día solo perdemos tiempo.
Esta coach empezó dando su interesante cátedra preguntando a sus alumnos (que recuerden son a su vez profesores) cuáles eran sus expectativas con esa presentación y, como era de esperarse, todas las respuestas andaban rondando el aprendizaje del manejo adecuado del tiempo.
Y ahí tuve mi primera revelación: de la misma manera en que ellos –y estoy segura que también ustedes- quieren que el tiempo les rinda más y hacer más cosas con el tiempo que tienen, todos y todas buscamos como que el salario nos dure hasta el final del mes y poder hacer con él la máxima cantidad de cosas posibles.
La primera herramienta que ella brindó fue una tabla sencilla, donde los y las alumnos/as debían registrar por al menos una semana, TODAS y cada una de las actividades que realizaban en el día, desde la más cortita como contestar una llamada en el celular, hasta la más larga, como escribir un reporte en el trabajo, con hora precisa y duración de la actividad. La idea es que después de una semana, la persona pueda regresar a ver sus registros y darse cuenta en qué se le va el tiempo y tomar decisiones sobre qué cosas valen la pena de lo que ha hecho y en qué actividades ha perdido demasiado tiempo. La tabla se veía algo así:
De esta forma, así como se registran las actividades en el día, nosotros debemos registrar todos los gastos en los que incurrimos a lo largo del mes –desde el chicle de la tarde hasta la renta de la casa-, para saber a dónde exactamente se va nuestro dinero. Al final, todo se traduce en control: control del tiempo y control del dinero. Y es que además, está comprobado que cuando logramos llevar registros y control de una parte de nuestra vida, ¡se nos facilita irlo haciendo con otros aspectos también!
Posteriormente, nos habló sobre Stephen Covey y su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, donde uno de los puntos principales que se abordan es el manejo del tiempo. Él presenta una interesante matriz, en la que divide las actividades que realizamos en cuatro cuadrantes: importante, no importante, urgente y no urgente. El objetivo es que podamos identificar cómo nos manejamos en el día a día, y en dependencia de la ubicación del cuadrante sabremos si hacemos cosas que importan o que no importan, si urgen o si no urgen; yo, por ejemplo, descubrí que me gusta manejarme con estrés, pues todo lo considero importante y urgente. Con un poco de planeación podría, en realidad, hacer las cosas importantes sin urgencia y vivir una vida más tranquila. Los cuadrantes se ven algo así:
¿Y esto que tiene que ver con las finanzas personales? Pues bien, es común que cuando compramos y gastamos, creamos que TODO es necesario y que por lo tanto, no hay ningún recorte que hacer a nuestra manera de consumir. ¡FALSO! Si ubicáramos nuestros gastos de la misma manera en que ubicamos las actividades en este cuadrante, nos daríamos cuenta que hay muchas cosas de las que compramos que no son ni urgentes ni importantes, y que podríamos por ende, prescindir de ellas y ahorrar ese dinero.
Así mismo, en lo que al manejo del tiempo se refiere, hay cosas que son importantes en nuestra vida pero que no las vemos como urgentes, como dejar el tiempo necesario para hacer ejercicios y llevar una vida saludable, para esto lo que necesitamos es planear y dejar un horario establecido para realizarlo. En las finanzas personales, normalmente no vemos más allá de esta quincena, no hacemos una planeación financiera de nuestro futuro, y por tanto, no ahorramos para un fondo de emergencia, no compramos seguros, no tenemos un fondo de retiro, etc.
En conclusión, no solo el manejo del tiempo está ligado al manejo del dinero, sino que además, podemos utilizar las mismas herramientas para llevar una vida más tranquila y financieramente saludable. Yo los invito a utilizar estos dos formatos: uno para que registren sus gastos conforme los vayan haciendo, y el otro para que, antes de gastar se pregunten si es algo urgente e importante o algo ni urgente ni importante.
¿Y vos? ¿Cómo creés que manejás tu tiempo? ¿Y cómo considerás que manejás tu dinero? ¿Qué otras semejanzas podés encontrar entre ambos?