Lo bueno de haber tenido deudas….

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…Es que uno aprende. Así como lo leés, tal vez no a la primera o a la segunda, pero tarde o temprano todos aprendemos. Cuando doy charlas sobre las deudas y el manejo del crédito, dos de las preguntas que siempre hago son: ¿Cómo te sentías mientras debías?, y ¿Qué aprendiste sobre vivir endeudado?

Para la primera suelen haber respuesta como “horrible”, “estresado”, “no podía dormir”, “es lo peor”, “me ocasionó muchos problemas con mi familia”, etc. Y al responder la segunda, puedo ver sus caras de felicidad, satisfacción y a veces, un poco de miedo.

La lección
En las charlas, talleres y asesorías me he dado cuenta que la principal razón por la que los nicas se endeudan es el consumismo desmedido y la pasadera de la tarjeta de crédito. En segundo lugar están las compras a crédito en comercios como El Gallo más Gallo, La Curacao y El Verdugo, donde terminás pagando entre 2 y 5 veces el producto, dependiendo del plazo que escojás. Si alguien me dijera que se quedó sin trabajo, no tenía ni para comer (mucho menos un fondo de emergencia) y por eso se endeudó, lo entendería.

El problema es que se endeudan por salidas, bacanales, vacaciones, comidas fuera, compra de ropa y zapatos, etc. ¿El punto? Nada de primera necesidad. Sin embargo, después de pasar años pagando, con las consecuentes restricciones que eso implica, normalmente aprenden la lección.

Una de mis clientas ha tenido que vender ropa y carteras de todo lo que compró de más para poder pagar sus deudas… ahora ya no compra casi nada y vive dentro de sus posibilidades. Otro muchacho vendió el carro carísimo que compró y que no podía pagar ni mantener, para salir de deudas y optó por un auto de $6,000.00 dólares. Y una pareja enseñó a sus hijos a salir un día a la semana y no tres, ni cuatro, para que las finanzas familiares salieran a flote.

En conclusión: Endeudarte y vivir el largo y engorroso proceso de salir de deudas es de las mayores lecciones que podés tener en la vida. En mi experiencia, quien lo logra, aprende a vivir con lo que tiene y no con lo que le gustaría tener…. Y e sésta, precisamente, la base de una vida financiera sana.

El miedo
Quienes se han endeudado con tarjetas de crédito y llegaron a acumular 5-10 de los famoso plastiquitos, con montos que ascendían hasta 20 veces sus ingresos –sí, esto pasa, no es invento mío- terminan por odiarlas y temerlas. Me dicen “después de que pagué, cancelé y NUNCA volvería a tener una”. Bueno, aunque comprendo la posición, puede llegar a ser un poco radical.

Mi postura es la siguiente: si ya sabés que de plano NO podés gastar dentro de tus posibilidades y la vas a pasar a diestra y siniestra, entonces sí, mantenete lejos de ella. Sin embargo, si aprendiste la lección y te interesa también aprender a usarlas, la tarjeta de crédito puede traerte muchos beneficios, como los que podés leer haciendo click aquí.

En conclusión: Dicen que el que con leche se quema, hasta la cuajada sopla, pero satanizar al banco o a la tarjeta no es la solución. Seamos consumidores responsables y aprendamos a utilizar correctamente los productos financieros, para que obtengamos los beneficios que deseamos.

La satisfacción
Finalmente, el y la que sale de deudas llega a sentirse hasta invencible. Después de todo, si logró salir de deudas, ¿qué es lo que no puede lograr? Romper el ciclo del consumismo, ése en el que gastás, te endeudás, pagás y repetís es difícil, pero se puede hacer. Cuando te das cuenta que sos capaz de vivir con lo que te alcanza, sentís también que podés lograr muchas otras metas.

En conclusión: da el primer paso para salir de deudas, leyendo sobre el método bola de nieve. La satisfacción de tomar tu vida financiera por el mango, no tiene precio.

¿Y vos? ¿Has tenido deudas por consumismo? ¿Cuánto tiempo te tomó pagarlas? ¿Qué sentiste cuando lo lograste?

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