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Este es el tercer artículo de nuestra serie de inversión que estamos realizando. Y es que hay distintas maneras de invertir y vos debés elegir TU mejor opción. Hoy te platicaremos sobre como invertir en el negocio de alguien más.
Si te perdiste los artículos anteriores, aquí te los dejamos:
Montar un negocio como inversión: Lo que debés saber
Quiero invertir ¿cuáles son mis opciones?
Alexandra Herrera tiene 28 años, es médica veterinaria y dueña, junto a su novio, de una clínica para animales llamada: SurVets, ubicada en Jinotepe, dentro del departamento de Carazo.
En febrero de 2018 Alexandra decidió empezar con este negocio, luego de sufrir de primera mano el no encontrar una veterinaria equipada en el departamento donde vive.
Para lograr iniciar con el negocio, ella y su novio recibieron un préstamo del tío de él.
“Fue uno de nuestros primeros inversionistas, nos hizo un préstamo de capital a un porcentaje muy bajo”, explica Alexandra.
En general, el negocio avanzaba bien hasta que llegó abril 2018. Tuvieron un momento complicado, tanto así que Alexandra se dedicó a otras labores, dejando un poco de lado su emprendimiento.
Ella y su novio lo retomaron hasta después de ingresar al programas para emprendedores impartido por La Fábrica. “Yo descubrí que era un recurso técnico bien preparado en mi área de estudio, pero debía aprender más sobre negocio, yo no sabía cómo manejar mis finanzas y tampoco hablar con la gente o en redes sociales sobre mi negocio”, recuerda Alexandra.
Las cosas iban bien y mejoraron cuando Alexandra y su novio descubrieron que había un par de personas interesadas en invertir en su proyecto.
De acuerdo a Sara Lila Cordero, experta en cultura de emprendimiento, para comunicar correctamente tu idea de negocio, deberías tener claro cuatro puntos:
Además, es indispensable que los emprendedores conozcan la proyección a futuro de su negocio y sepan demostrar el crecimiento que aspiran a lograr, para que el inversionista también apueste por la misma idea.
Los inversionistas no son seres superiores, que vienen a rescatar a los emprendedores de la pobreza, sino que son pares.
“El inversionista busca lo que vos estás ofreciendo, porque él brinda recursos y vos le estás dando una oportunidad de negocio, de generar ingresos”, comenta Sara Lila.
-Hay quienes se enfocan en el impacto que va a generar ese negocio.
-Otros apuestan por la tecnología para beneficios de mejorar procesos.
-Hay otros que se enfocan en el margen de ganancias o en el potencial del crecimiento del negocio a la par del margen de ganancia.
“Lo más importante es encontrar ese inversionista con quien hacer match, que esté interesado en lo que el emprendedor puede ofrecer”, indica Sara Lila.
En el caso de Alexandra y su emprendimiento, ellos lograron unirse con dos de sus clientes más recurrentes, dos personas retiradas que desde el inicio de la clínica, llevaban a sus perritos a SurVets y lograron ver cómo crecían poco a poco.
“Un día nos dijeron que querían invertir en nuestro negocio, nos preguntaron qué necesitábamos, si era equipo o dinero, nosotros dijimos que dos equipos: Un rayos X y un ultrasonido”, relata Alexandra.
Al final de la negociación, se acordó que solo se compraría el rayos X, y que los emprendedores pagarían el préstamo poco a poco. Por otro lado, los inversionistas solicitaron estar presentes en el día a día de la clínica, para ayudar a realizar las labores atendiendo a otras mascotas.
No a todas las personas se les hace fácil encontrar a un inversionista para su negocio, y menos uno tan dispuesto a la negociación como en el caso de SurVets.
Sara Lila recomienda que con estos acuerdos con clientes, te funcione de guía tu sentir (la intuición). “Siempre en medio debería haber un asesor legal, no hay que hacer las cosas tan artesanales, se recomienda una persona profesional que esté mediando o cada uno que tenga una persona”, explica Sara Lila.
Además, es importante recordar que con esto de las inversiones, debés establecer límites y permisos del emprendedor y el inversionista.
Sara Lila considera que en Nicaragua, debido a la poca cultura de inversión, hasta este tipo de conversaciones se sienten incómodas, cuando realmente son claves para poner en marcha cualquier inversión.
Por ahora estamos “echándole ganas” en materia de inversiones, piensa Sara. “Hay mucha cultura de inversión de bancos, las personas creen en el dinero de los bancos y las financieras, que para mí es un error, porque cuando estás comenzando un negocio es un capital de riesgo, y el dinero del banco tiene muchas garantías, porcentajes de pagos, etc.”.
Por último, Alexandra les deja tres consejos a las y los emprendedores que quieren compartir su idea de negocio con un inversionista:
“Para que alguien más crea en tu negocio, tenés que creerlo vos. Hay que hacerlo porque si una procrastina y posterga, entonces nunca terminas de hacerlo. Que no te salgan bien las cosas no está mal, pero si ni siquiera lo intentas, nunca vas a lograrlo”.
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