Matando el hábito de gastos innecesarios

Gastos innecesarios

Éste es el tercer post invitado de este lector: José Jimenez. Alguien a quien conocí hace unos meses y desde entonces compartimos mucha información y opiniones sobre educación financiera. Si te interesa escribir un post en Plata con Plática, escribime a [email protected] y con gusto lo publicamos. Los únicos requisitos son: que su contenido esté relacionado con finanzas personales y que cumpla con los criterios de buena redacción y ortografía.

Por costumbre, cultura o de cajón, los días de pago vienen a ser el día más importante de nuestras vidas y es cuando mayor efecto emocional causa, al sentir seguridad al tener dinero físico en nuestras manos. Este proceso es normal, lo que no es muy normal es el efecto que viene después de este proceso, ¿qué pasa después? 

Aparece un mal hábito que nos hace sentir bien al hacer gastos por impulso de compras, o lo que se le conoce como compras emocionales: compro por lo que siento y no por lo que necesito

En este tipo de compras  realmente no usamos la cabeza, pues mentalmente no tiene mucho sentido el por qué hacemos la compra; sin embargo, emocionalmente tiene justificación: me lo merezco, he trabajado duro, siempre lo he querido, etc.

Este mal hábito pasa por nosotros sin darnos cuenta. Los hábitos son importante para poder llevar nuestras vida hacia el éxito o hacia el fracaso, nosotros decidimos. En el pasado, alrededor de las 3:00 pm de los días de pago, yo llamaba a algunos “amigos” y/o familiares y les hacía una pregunta -que te hunde hasta lo más profundo- y es: ¿Qué vamos hacer hoy? 

Traducido, lo que en realidad quería decir era: me acaban de pagar, ando dinero y me siento feliz. Por eso quiero gastar aunque después necesite este dinero y si me va mal como siempre, hago un adelanto de salario y resuelvo. 

Los errores y años de continuo fracaso me llevaron a implementar nuevos hábitos que me ayudaron a salir poco a poco de deudas. Una de ellas es que el día de pago no visito lugares de compra masiva como centros comerciales, mercados, supermercados o restaurantes, puesto que es fácil contagiarse… algo que llamo “contagio de compra colectiva”, que significa que el ser humano se contagia al ver a los demás con bolsas de compras. Si a esto le sumamos el consumo colectivo de compras emocionales, es fácil contagiarse y terminar comprando como si fuese el fin del mundo.

Lo he hecho tantas veces que ya es normal en mi vida no salir el día de pago, no me hace falta. Al comienzo sí fue difícil porque dejar lo bueno cuesta. ¿Querés un ejemplo? Aprender a fumar, ¿cuánto tarda? 1,2 ó 3 días cuando mucho. ¿Cuánto cuesta desaprender ese mal habito? A mí me tomó 18 años. 

Existen muchos estudios de comportamiento de compras que dicen que la mayoría de personas se arrepienten de lo que compraron en el primer cobro, cuando se compra con la tarjeta o en crédito a plazos. 

Si esta quincena saliste corriendo a mal gastar “tu dinero” (en realidad es de tu familia) y pasado un día tuviste nada más que lamentos, no tenés de qué preocuparte: tu mente en este momento está programada para hacer lo único que sabe hacer y no sabe, ni maneja otro manera nueva de hacer las cosas. Es por eso que esto se convierte en un hábito. ¡Ajá! Interesante. Pero, ¿cómo hago para salir de esto? Buena pregunta pensé, que nunca la harías.

1. Tomá la decisión mental HOY que el día de pago no saldrás (no le mintás al espejo) podés salir un día después o cuando el caos haya pasado.

2. Escribí HOY en un papel o agenda los únicos gastos que debés hacer el día de pago. No comprés más de lo que ya te comprometiste.

3. Pegá esa lista en la refrigeradora o espejo de tu casa y te programarás para no fallar.

Si volvés a caer, regresá al punto número 1 y repetí, intentá hasta lograr el éxito.

Todo está en la mente: si fallás en la mente, fallarás también en el proceso, ¿Qué vas hacer este miércoles 15 de Julio a las 5:00 pm? ¿Seguirás en el mismo círculo de derrota o implementaras hábitos nuevos en tu vida?

 

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