A 15 semanas de tener a Luka con nosotros

Quince semanas de embarazo no son nada. Se van en un abrir y cerrar de ojos. Y pensar que en ese tiempo (o quizá incluso menos) voy a tener un bebé en mis brazos y por primera vez en 33 años tendré otra vida de la que hacerme cargo; eso a veces me asusta.

25 semanas han transcurrido, por lo que no solo llevamos ya más de la mitad del embarazo, sino que pronto entramos al famoso tercer trimestre.

Quiero hacer un paréntesis para agradecer las miles de muestras de cariño que recibí cuando compartí esta noticia en junio, y los maravillosos deseos para Luka y mi familia que me llegan día a día a través de las redes sociales. De verdad que me han hecho darme cuenta que la llegada de un bebé impulsa incluso a aquellos que solo leen y nunca comentan/comparten, a enviar los más gratos mensajes. ¡Gracias!

Ahora, a través de esas palabras me he dado cuenta que hay muchas parejas pasando por esta misma etapa. Unas más avanzadas, otras con unas cuantas semanas menos… pero ¡embarazadas al final! Y me han estado pidiendo que comparta más información / compras / presupuesto del embarazo.

Pido disculpas de antemano para quienes este tema no es de interés, o porque ya lo vivieron y se las saben de todas todas, porque aun están lejos de vivirlo o porque de plano es algo que no contemplan en sus vidas. Igual que sucedió con la boda el año pasado, lo que me sucede a nivel personal se verá reflejado también en lo que escribo. Ténganme paciencia, esto también pasará. Y a quien le sirva, ¡pues maravilloso!

Cómo he vivido estas 25 semanas de embarazo

Como te conté en este primer post, he tenido mucha suerte con el embarazo vivido. He salido librada de muchos de los cambios, achaques, síntomas y dolencias que la mayoría de mujeres sufren.

Hace unos meses pensé que quizá como aún estaba comenzando, no podía cantar victoria. Hoy me siento más segura al decir que con este primer embarazo me ha ido de las mil maravillas. Con esto no quiero decir que sigo igualita y no he sufrido nada de nada (jajaja) porque eso sería mentira. Pero sí puedo aseverar, basándome en las historias que escucho de familiares y amigas, que me ha ido bastante bien.

Prácticamente no he tenido achaques, ni ascos, ni vómitos (dos únicas veces en 6 meses) ni grandes antojos. A decir verdad, soy una persona antojada de naturaleza, así que no he sentido grandes antojos comparando mi “yo natural”.

Creo que parte del secreto es tratar de vivir la vida lo más normal posible. Porque el embarazo es, a fin de cuentas, normal. Yo continúo haciendo prácticamente las mismas cosas que hacía antes de salir embarazada… quizá con algunos cuidados.

Por ejemplo, con respecto al trabajo, salvo poquísimas excepciones, voy a la oficina con total normalidad. Trato de estar a las 8:30am, e intentamos irnos a eso de las 5:00pm – 5:30pm. Ya me ha tocado dar charlas / talleres en este estado, hasta de 3 horas, y lo he logrado sin problemas.

Una pregunta que me hacen seguido es si ya solté el ejercicio. La respuesta es NO. Sigo haciendo ejercicios todos los días, solo que lo mido/limito de algunas formas, que ya te había contado:

  • Sí voy los 5 días (a veces incluso 6) de la semana al gym, pero lo limito a una hora. En mis buenos tiempos hacía casi las 2 horas completas.
  • Aunque continúo haciendo cardio + pesas, hay ejercicios que simplemente no hago. Saltar la cuerda era (no, ES) mi ejercicio favorito y lo he dejado; nada de ejercicios que impliquen hacer presión sobre la espalda o recostarse sobre el abdomen.
  • En cuanto a las corridas, la pancita me está obligando a correr menos: menos tiempo, menos distancia y menos velocidad. Gracias especiales a Cristiana Frixione por el compartir con respecto a correr embarazada. En definitiva, aceptar que tu cuerpo no es el mismo es esencial para no frustrarse, ni hacer cosas que no debés.
  • En cuanto a las pesas, he modificado mucho mis rutinas gracias al súper entrenador Franco Guzmán, quien monitorea mis entrenamientos diarios a través de un App y evalúa mis avances semanalmente vía correo. Sus entrenamientos modificados y especiales para esta etapa, han sido fundamentales para que yo continúe en forma lo mejor posible… y, obviamente, de una manera segura.
  • No permito que mi ritmo cardíaco pase de 140, por lo que lo monitoreo constantemente a través de mi FitBit.

Entrando un poquito en detalle con esto del ejercicio y el embarazo, son curiosas las reacciones que esta mezcla (embarazo + ejercicio) genera. Casi todos los días recibo comentarios como:

¿Y cuándo vas a dejar de hacer ejercicio?

¿No es malo que corrás?

Es dañino que hagás pesas

Yo descansé todo mi embarazo. ¿Por qué no hacés lo mismo?

Creo que cada quien llevará su embarazo como mejor le parezca. Pero también sé que hay mucha desinformación y leyendas urbanas corriendo por ahí. Así que no, hacer ejercicio NO es malo cuando ya forma parte de tu vida (incluso, el ejercicio leve cuando no has estado acostumbrada tampoco es malo) y, de hecho, trae muchos beneficios comprobados.

Entre ellos, mejora la calidad del sueño, te da más energía, mejora tu humor (sino pregúntenle al princeso cuántas rabietas he tenido en estos 6 meses: ¡que hombre más suertero!), prepara tu cuerpo para la labor de parto, ayuda a reducir los dolores de espalda y cabeza, reduce el estreñimiento e inflamación, promueve el buen tono muscular, fuerza y resistencia, mejora la postura, te ayuda a no subir tannnto de peso y facilita la rápida recuperación.

Así que caso cerrado: mientras todo siga normal y sin dificultades, esta niña seguirá haciendo ejercicios, si es posible hasta el mero día del parto ;).

Lo que he aprendido de mi embarazo

Cada día nos deja inmensas oportunidades de aprender. Depende de nosotros tomar esas oportunidades y usarlas para crecer. Con este embarazo, yo ciertamente llevo ya mis buenas lecciones aprendidas, que a continuación te comparto:

Todos quieren aconsejar a la embarazada

Sé que al leer esto, todas las embarazadas o mamás recientes habrán volteado sus ojos… más o menos como la carita del Whatsapp 🙄. Y es que sí, creo que no hay momento en la vida de alguien que reciba más consejos no solicitados que cuando se está esperando un bebé. ¡Ah! Dice mi cuñado que no, que es cuando ya el bebé nació, jajaja. Veremos.

Sin embargo lo que he aprendido es que todos esos consejos que vienen sin que una los pida son con las mejores intenciones. Las personas realmente te quieren ayudar y tienen un mar de consejos para compartir.

Como evidentemente muchos de esos tips se contradicen o quizá, incluso, ni siquiera sean los mejores para vos, yo he aprendido a:

  • Asentir, sonreír, agradecer y dejarlos pasar. No hay necesidad de contradecir si no pensás tomar el consejo. De nuevo, la gente lo hace con las mejores intenciones.
  • Escuchar y seguir las indicaciones de mi doctora, María Elena Pérez. De verdad, ¿cuál es el punto de tener un doctor dándote seguimiento si uno va a hacer lo que quiera? O peor… lo que te dicen por ahí. Tengo una súper doctora que está disponible, literalmente, 24/7 (a veces el princeso abusa), así que ¿para qué más?
  • No repetir este patrón con mis amigas y hermana. Me propongo firmemente escuchar y contar mi experiencia (que no es lo mismo que un consejo) solo cuando me lo pidan. Cada embarazo es diferente.

Hay que leer, informarse y decidir por tu cuenta

Precisamente por la cantidad de información que uno recibe, es importante informarse, leer pros y contras y tomar una decisión. No me da pena decir que a veces puedo ser una mega nerda y cuando algo me interesa, me tiro un mega clavado de cabeza hasta saberlo todo.

Justamente ayer el princeso me decía “es que vos querés que Luka nazca y ya saberlo TODO de cómo va a ser… no se puede. Se aprende en el camino”.Y sí, yo sé que tiene razón, pero lanzarme a la maternidad sin paracaídas, sin saber absolutamente nada, a mí por lo menos me da temor.

Así que acá les dejo lo que yo he ido leyendo. Este que está en español nos lo regaló una amiga del princeso y se lee súper rápido y sencillo. Si no te encanta leer, éste trae lo básico que debés saber sobre el embarazo y el parto.

El que está en inglés lo continúo leyendo. Como va explicando todo semana a semana, pues así mismo voy avanzando yo en su lectura. Además me encanta porque tiene un capítulo especial para papás💙, que muchas veces son “olvidados” en el proceso del embarazo y casi casi como que su rol empezara hasta que el bebé nazca. Entonces es una excelente manera de incluirlos y hacerlos parte.

Este otro libro lo acabo de comprar hace dos días y básicamente explica todooooo sobre la lactancia materna. Aun estoy entera, así que no puedo emitir muchas opiniones al respecto:

Y esta es una lista de libros que tengo pensado comprar (también se aceptan regalos, préstamos y donaciones, jajaja):

  • Breastfeeding Made Simple: Seven Natural Laws for Nursing Mothers – Nancy Mohrbacher, Kathleen Kendall
  • Caring for infants with respect – Magda Gerber
  • Three in a bed: The benefits of sleeping with your baby – Deborah Jackson
  • Baby-led Weaning – Gill Rapley
  • Cómo criar hijos con amor – Dr. Carlos González

Toda ayuda es más que bien recibida

He sido gratamente sorprendida por las muestras de cariño, apoyo y regalos para mí y para Luka. De verdad, personas que ni siquiera son taaaan cercanas a nosotros nos han regalado una cantidad de ropa que sus hijos ya no usan, que sin exagerar siento que lo tengo que comprar para Luka es mínimo.

Lamentablemente, mis primas y amigas cercanas no están pasando por un embarazo ahorita, como sí le pasa a muchas. Además de poder compartir todo lo que vas viviendo, tener esta red te permite prestarte o intercambiar cosas.

Como me dijo la cuñis Menchis:

Tener un circulo de amigas o familiares que tengan bebés y prestarse o intercambiar cosas, te ayuda un montón financieramente por que hay cosas súper caras que solo las necesitas un par de meses.

A pesar de esto, he tenido la fortuna de encontrar en otras amistades (y del princeso) esta red de apoyo. Sin lugar a dudas, esto me enseña a darlo de regreso cuando me toque.

Hay que disfrutar el momento

“Aprovechá ahorita a dormir, que después no vas a poder”, es una frase común dirigida a embarazadas primerizas. Y no dudo que sea cierto.

Sin embargo, yo tengo otra manera de verlo. Creo que una de las ventajas de haber esperado a estos casi 33 años para, con toda la resolución e ilusión del mundo tener un bebé, es que aprendés a ver y vivir las cosas de una manera diferente.

En mi caso, veo lo rápido que han crecido los hijos e hijas de mis amigos y sé que así de rápido será con Luka. Un día estará llorando a las 2:00 am por leche y al siguiente tendrá su primer día de clases y nunca más querrá ser cargado.

A lo que voy es que edad y madurez me permiten vivir el embarazo y la crianza misma de una manera más consciente. Claro, no dudo que voy a sufrir el cansancio, desvelo y demás cosas negativas que se le achacan a la venida de un bebé… pero el saber que no es entero, que pasa rápido y que es una época que nunca vuelve, me hace re-pensarlo como un momento para disfrutar.

Números y más números del embarazo

Desde un inicio me propuse ir registrando detalladamente cada uno de los gastos que hacíamos en preparación del embarazo (porque realmente creo que un bebé debe ser planificado y querido), durante el embarazo y, evidentemente, para tener todo listo a la llegada del bebé.

Pues he descubierto que muchas veces pensamos que el gasto comienza con el parto y durante la vida del bebé… ¡y no! Los gastos –que como verás no son nada despreciables- comienzan mucho antes. Es necesario prepararse, presupuestar y ahorrar para ellos.

Así que comparto estas cifras, tal cual van saliendo, porque yo misma me di cuenta que, a excepción de las compras grandes, no hay casi nada de información de todos los demás gastitos (que se convierten en gastotes) en los que se incurre.

Cada embarazo, pareja y bebé serán diferentes, por lo que esta lista de gastos no son una camisa de fuerza. Más bien intentan ser una guía que proporcione a futuras mamás primerizas un norte y que después ellas puedan tomar sus propias decisiones.

En esta tabla podés ver lo gastado desde el día que acudimos al ginecólogo con la decisión de tener un bebé, hasta hoy. Como verás es la misma que he venido compartiendo en posts pasados, que solamente voy actualizando:

Como verás, una de las cosas en la que menos hemos gastado ha sido en ropa. Básicamente invertí en dos buenos pares de jeans, leggins y ropa de ejercicio. Y he recibido gustosamente todo lo que me han querido regalar ;).

Bebé Luka nacerá por ahí de mediados de noviembre, así que esta lista de gastos continuará creciendo. Prometo hacer al menos dos posts más al respecto, para terminarte de contar cómo nos fue y cuánto terminamos gastando.

Lo que falta

Pues, si me lo preguntás de entrada, te diré que me falta TODO. Y es que para Luka, en realidad, no hemos comprado nada. Sé que para muchos esta es una actitud un tanto “fresca”ante la situación (así me lo han dejado saber muuuuchas personas), pero a mí manera de ver, el bebé aun no está aquí y no tiene caso tener ropa, accesorios y muebles apilados solo porque sí.

Esta es la lista de cosas que nosotros consideramos necesarias y vamos a adquirir. Algunas nos las van a prestar, otras nos las van a regalar. Unas serán de segunda mano y otras pocas compradas nuevas (como el saca leches).

En el embarazo aplica igual que en las finanzas personales: son personales. Así que esto es lo que NOSOTROS consideramos indispensable. Sé que para muchos papás y mamás, la lista es muy corta y han comprado mucho más que esto; mientras otros eliminarán aun más cosas y serán más frugales.

Lo mismo aplica con los precios: no son una camisa de fuerza y dependerá de dónde querrás comprar y gastar. Solo recordá que, independientemente de lo que te guste, debemos hacer lo posible por respetar nuestro presupuesto, de manera que el nuevo integrante de la familia no implique más deudas.

Esta lista de precios me los pasó la cuñis Menchi y son solo aproximados. Te recomiendo hacer tu propia lista, cotizaciones y, eso sí: dejar ese espacio para el presupuesto, el comprado y los comentarios, para tener todo en orden.

Bebé Luka: más allá del dinero

Plata con Plática es una plataforma de educación financiera y el blog, su médula central, está enfocado en las finanzas personales. Por esto, el post mismo gira en torno al dinero. Sin embargo, quiero dejar claro que aunque el dinero toca cada aspecto de nuestra vida, la vida va mucho más allá del dinero.

Lo mismo ocurre con este bebé que estamos esperando. No quiero soltar este post sin antes hacer referencia a lo que siento y a lo que este embarazo ha significado.

Para comenzar, me ha tocado vivirlo aun con el dolor que estamos viviendo como sociedad. No puedo decir que lo estoy disfrutando al máximo, como imaginé que sería, pero sí he aprendido a disfrutar cada centímetro que esta panza crece (aunque la gente me diga que «es pequeña») y cada movimiento que este bebé hace día a día.

Por más que lea y trate de aprender de otros y la literatura, una parte de mí tiene claro que cuando Luka nazca no voy a saber nada y me tocará aprender de cero, día a día. Cargo con grandes sentimientos de incertidumbre porque no sé cómo me voy a sentir siendo mamá.

Incluso, estando embarazada, a veces es difícil lidiar y acostumbrarse a este cuerpo. Especialmente en las semanas en que tu ropa no te queda y la de embarazo tampoco te termina de ajustar; o cuando querés dormir boca abajo como lo has hecho toda tu vida y ¡sorpresa, tiene que ser de lado! Día de por medio le reclamo al papá de Luka y le digo que cuando nazca, él lo va a cargar durante 9 meses seguidos para compensar el tiempo que a mí me ha tocado llevarlo en el vientre.

Con el tema de convertirme en la mamá de alguien, ayer le decía al princeso: ¿Y si no me gusta? ¿Y si el no poder hacer todas las cosas a las que estoy acostumbrada me frustra? ¿Y si el perder mi libertad me llena de angustia y resentimiento? No es como que tenga una política de devolución, ¿cierto? Y, claro, una parte de mi cerebro se auto-contesta que millones de mujeres paren todos los años alrededor del mundo, lo han hecho durante milenios y lo seguirán haciendo, pero… ésta soy yo. ¿Qué pasa si a mí me va a diferente?

También lo veo a él tranquilo y me pregunto si es que no le ha caído el 20 de que va a ser papá por 2da vez (¡y además después de 12 años!), o si es que precisamente porque ya es papá siente que lo tiene todo bajo control y no tiene necesidad de leer, informarse, aprender. A veces solo quisiera ver en él la angustia que de repente se me viene.

Pero otra parte de mí está llena de ilusión y ternura. Especialmente cuando nos toca cita con la doctora y podemos ver a este bebé moviéndose a través del ultrasonido, no puedo más que imaginarlo en mis brazos, con ese olor a bebé tan divino y particular.

Sé que la vida está por dar un gran giro… en realidad, ese giro comenzó hace 6 meses y pese al temor y la incertidumbre, yo espero a bebé Luka con amor y los brazos abiertos. Es mi primera vez.

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