Una de mis mejores amigas se acaba de estrenar como mamá hace menos de 2 semanas. Habiendo compartido con ella los nueve meses de embarazo y el nacimiento de su manguito, como ella lo llama, no puedo evitar escribir un post especial para ella, su esposo y ese niño hermoso que acaba de llegar al mundo. Para ellos y para todos los que están pensando ser papás y mamás pronto, acá les dejo unos cuantos tips financieros que los ayudarán a llevar mejor esta nueva etapa de su vida:
Seguros: Un paso básico es tener claro cuáles son los gastos del hospital, parto y bebé que tu seguro de salud –asumiendo que tenés uno- te va a cubrir. Esto te va a permitir prepararte para aquellos gastos que van a correr por tu cuenta, sin que representen un desajuste en tu presupuesto. Lo que menos necesitás al convertirte en madre o padre de familia es mayor estrés pensando cómo vas a pagar el hospital. Incluso, es ideal conseguir un seguro de embarazo –antes de embarazarte, por supuesto– para cubrir también los gastos relacionados a este periodo. Así mismo, un seguro de vida que garantice el sustento y educación de tu recién nacido, si llegaras a faltar, se hace imprescindible. Como mamá me he adelantado y ahora más que nunca pienso en ese escenario, por eso escribí esta pequeña –no tan pequeña– «carta a mi esposo por si llego a faltar».
Testamento: Una nueva vida acaba de llegar, por lo que lo último en lo que pensás es en la muerte. Sin embargo, la vida de otra persona ahora depende de vos y tenés que ser lo suficientemente responsable y precavido/a para que nada le falte a tu bebé si algo te llegara a pasar a vos. Acá no solo se trata de heredar los bienes materiales y la distribución de los panes, sino de dejar claro y por escrito quién te gustaría que se hiciera cargo del bebé si vos faltaras. Esto puede ser, incluso, lo más importante.
Educación: Si hay algo que nunca les podrán quitar a tus hijos e hijas es la educación. Prepararlos y prepararse desde temprano para el futuro, te traerá la tranquilidad de saber que ellos podrán desarrollarse en la vida y tomar el camino que mejor les parezca para cumplir sus sueños. Sin embargo, la educación global que ahora se necesita no es barata, por lo que empezar una cuenta de ahorro desde el nacimiento del bebé hasta sus 18 años, es de los mejores regalos que les podés hacer.
Tiempo: Estamos viviendo en una época donde todo es rápido y donde, en lugar de disfrutar y saborear cada momento con los que queremos, tratamos de ser eficientes y hacer la mayor cantidad de cosas posibles en el menor tiempo, dejando de último lo que más nos importa. Tomate el tiempo de estar con tus hijos e hijas, de disfrutarlos, enseñarles, darles amor y no cosas. Al final, lo que ese bebé va a recordar cuando sea grande, no es el carrito a control remoto que le dieron un viernes por la tarde, sino la mañana que pasó con su papá jugando en el parque.
Compras: En especial con la llegada del primer bebé, padres y madres se vuelven locos queriendo comprar cuanto juguete y ropita se les aparece frente a los ojos. ¡Calma! Los niños recién nacidos a duras penas llegan a usar la ropa 5 ó 6 veces, si tenés amigos o familiares con niños un poco más grandes y tienen ropa que ya dejaron de usar, no dudés 2 veces en ponérsela a tu bebé: esa ropa está prácticamente nueva y tu hijo la dejará igual. Así mismo, aunque hay cosas que valen la pena comprar nuevas, hay otras cosas que podés conseguir por la mitad, comprándolas de segunda mano.
Dice mi amiga que desde que se convirtió en madre, su hijo ha pasado a ser el centro de su vida, y el resto de cosas que antes le parecían importantes, ahora son simplemente superfluas. Aunque no descarto el sentimiento, yo invito a todos los futuros padres y a aquéllos primerizos a encontrar un balance. Un balance entre las necesidades presentes y futuras de sus hijos y las de ustedes mismos; pues aunque puede ser tentador, y hasta un instinto natural, por ejemplo, dejar de ahorrar para tu retiro e invertir en la educación de tu hijo, al final solo estarías poniendo más presión en tus retoños porque les tocaría mantenerte en la vejez. En la medida de lo posible, se debe planear la venida al mundo de un nuevo integrante de la familia. Esto te va a permitir prepararte tanto mental, emocional, como financieramente y podrás darle a tu hijo o hija el amor, la atención y los recursos que necesita.
¿Y vos? ¿Cuántos hijos tenés? ¿Cómo te preparaste para su venida al mundo? ¿Estás pensando tener un bebé pronto?