¿El seguro más barato es el mejor? Hablemos de microseguros

El siguiente post es presentado por Seguros LAFISE

Tengo varios lectores que piensan que pagar una prima en dólares por un seguro es un gasto innecesario (de cualquier tipo, con excepción del obligatorio para daños a terceros cuando tenés un carro); prefiriendo invertir en otra cosa. Pero también hay muchos otros que aunque entienden la importancia de estar protegidos, sus circunstancias en estos momentos no les permiten pagar por la prima de un seguro.

Entonces, me di a la tarea de evaluar alguna opción que te permita estar protegido (tu vida, tus bienes, tu salud) y que a la vez no te afecte mucho económicamente. En el camino encontré un término interesante: los Microseguros.

¿Nunca habías escuchado este término? Te explico. Los microseguros tienen el mismo concepto de lo que es un seguro convencional: son un mecanismo para transferir el riesgo a una entidad (es decir, pasás tu propio riesgo a alguien más) que se formaliza a través de un contrato de seguro, con el cual la aseguradora asume el riesgo a favor del asegurado, a cambio de una prima.

Básicamente, lo que diferencia un microseguro de un seguro convencional es que el primero está enfocado en sectores de la población con menos ingresos, se suele conseguir con más facilidad, a costos bajos y con pocos requisitos para obtenerlo.

Las características principales de los microseguros son:

  1. De fácil adquisición y cuentan con requisitos sencillos y mínimos para quien contrata (es decir, vos) no realice trámites complicados, como exámenes médicos,y solo requiere que el asegurado declare su estado de salud. También cuentan con mecanismos simplificados para el cobro de primas, son de coberturas limitadas y con primas de bajo costo.
  2. El contrato es sencillo,ya que su objetivo es que todos comprendan lo que están adquiriendo, por lo que las condiciones se encuentran escritas de forma amigable.
  3. Sirve como resguardo económico a personas de bajos ingresos y buscan prevenir que las personas de menores recursos caigan más en la pobreza o sigan en ella ante adversidades económicas inesperadas.
  4. Generalmente, tienen pocas exclusiones y pocos requisitos en caso de siniestros.

Los microseguros te ayudan ante eventos inesperados de la misma manera en que lo hace un seguro regular. Por ejemplo, en caso de una emergencia médica o la muerte de un ser querido, ya que al contratarlos contás con un respaldo económico y esto te incentiva a buscar el ahorro, evitar el endeudamiento y buscar planes de inversión para vos y tu familia.

Hay microseguros de todo tipo, desde vida y accidentes, hasta microseguros de daños, por lo que podés contratar uno de acuerdo a tus necesidades y capacidad de pago, en dependencia de los que estén disponibles en el país.

Al momento de contratarlo, la compañía aseguradora te entrega la póliza o el certificado individual de tu microseguro, el cual tiene que tener una redacción clara, precisa y sencilla, evitando el uso de términos especializados.

Si vas a contratar un microseguro:

  1. Verificá que la institución esté debidamente registrada y constituida en la Superintendencia de Bancos y otras instituciones financieras.
  2. Leé cuidadosamente o pedí que te expliquen las condiciones del seguro antes de contratarlo, recordá que es tu deber como contratante hacer todas las consultas que tengás a la hora de contratar un servicio.
  3. Revisá distintas opciones, no solo considerando el costo, también lo que te cubrirá el seguro.
  4. Designá a tus beneficiarios a consciencia para evitar problemas al momento de hacer uso del seguro; además informale a ellos que estás contratando dicho seguro para que al momento de un siniestro puedan dirigirse a la compañía a hacer el reclamo.
  5. Revisá en tu contrato que sean correctos: la suma asegurada solicitada, el número de pagos a realizar, el monto de los pagos, tu nombre, dirección, edad, nombre de los beneficiarios, así como el porcentaje de la suma asegurada que designaste para cada uno de ellos.

Tomá en cuenta que los microseguros resultan más baratos que los convencionales, pero también son más limitados en cuanto a coberturas y sumas a cobrar en caso de un siniestro. Sin embargo, siempre es mejor contratar un seguro, por más pequeño que sea, a tener que enfrentar solitos una emergencia.

Por esto es importante valorar todos los tipos de seguros disponibles y ver si es más beneficioso para vos contratar un seguro convencional o un microseguro.

Si tenés un mayor ingreso económico es más recomendable contratar un seguro convencional que tenga una cantidad mayor de coberturas; si tus ingresos son menores, podés fácilmente contratar un microseguro que tenga coberturas básicas pero que finalmente te ayudarán al momento de un siniestro, así que pensalo y elegí bien antes de contratar.

¿Y vos? ¿Ya conocías los microseguros? ¿Contratarías uno? ¿O preferirías el seguro tradicional?

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