La cacería constante de ofertas con tarjetas de crédito

Hace unas semanas recibí el siguiente correo de una persona a la que he llegado a conocer y estimar. Es una de esas lectoras fieles que siempre está al tanto de los últimos posts, comentando y compartiendo en las redes sociales, y a quien pude, además, conocer en persona el año pasado gracias a su interés de adquirir un plan de ahorro para su retiro y un seguro de vida.

Hola Elaine, ¿qué tal estás? Aquí yo siempre realizando consultas, te comento que tengo ahora 5 tarjetas de crédito.

Dos con Banpro, una la uso exclusivamente para combustible me dan 6%, y la otra que es la que uso para consumo. Mi pago de nómina lo recibo con Banpro así que me es muy fácil mantener ambas al día porque las pago en línea.

Tengo otra del BAC, la cual está nueva sin estrenar. La firmé sin seguros ni nada, me la dieron porque serví de fiadora  en el BAC y pensé en necesitarla algún día, pero mientras está guardada en un cajón.

Tengo una de Ficohsa que es cashback, dicen que te regresan el 5% de las compras según tu beneficio (supermercados, farmacia o combustible) y por último una de Walmart (Banpro) que te dan 6% de descuento en supermercados siempre, sin límite de compra.

Estas últimas dos también están encajonadas sin tocar. Mi dilema es porque al supermercado voy al menos una vez al mes y no por grandes cosas, lo máximo el azúcar y la comida de los perros cada 2 – 3 meses, pero se gasta bastante en ello. Alguna que otra cosa, conociéndome como me conozco aunque reciba un descuento en las compras si uso la tarjeta Wal-Mart pienso que no es igual a ahorrar el dinero, con la otra tarjeta no recibiría descuento pero me dan de regreso el 5% de las compras (como un ahorro). No sé si debería usar la tarjeta de Ficohsa o la de Wal-Mart o ninguna.

Si me puedes recomendar algo lo apreciaría.

Saludos.

Y lo primero que quiero aclarar es que este post NO es para decirte cuál es la mejor tarjeta, o cuál es o cuáles son con las que esta persona se debe quedar. No, lejos de eso. Estoy usando su correo para tocar un punto en el que muchísimas personas se ven envueltas: la cacería de tarjetas en búsqueda de grandes descuentos.

Resulta que cada una de las tarjetas de crédito en el mercado tiene un beneficio –o bueno, varios- y funcionan como un “enganche”, una manera de atraer a las personas a través de los grandes descuentos que vas a recibir. Hasta ahí todo está muy bien y maravilloso, como menciono en este post, realmente tener tarjetas de crédito te puede traer grandes beneficios.

No todo es color de rosa

El problema llega a nuestra vida con el descontrol y, lastimosamente, es muy común que suceda con este famoso plastiquito (creeme: ya lo he visto con decenas de clientes y cientos de lectores). Está comprobado que pagar con tarjetas es mucho menos doloroso que pagar en efectivo: andá probá hacer una compra de C$3,000.00 córdobas con billetes de C$20,00, C$50.00 y C$100.00: ¿cómo se adelgaza tu billetera? Este simple hecho de ver billete sobre billete cómo tu cartera va quedando sin nada, hace que nos cueste más pagar en efectivo.

Con tarjetas la cosa cambia. Casi, casi que sentimos que no es dinero lo que estamos dejando ir y, por eso, endeudarse con las tarjetas de crédito es sumamente fácil.

Si a esto le sumamos que en lugar de tener una o dos, queremos tener 5, 6 o 7 –o la docena, como me ha tocado ver por ahí-, el descontrol está prácticamente garantizado. ¿Fue con ésta que pagué o con la otra? ¿Era éste el día de pago o ya se me pasó?

Velo de esta manera: entre más tarjetas de crédito tengás, más fechas de corte, de pago y montos límites tendrás que recordar. Si con una sola de repente se te va la mano y gastás más de lo que ganás y podés pagar, ¿te imaginás si te dedicás a acumularlas?

Y es que eso es justamente lo que muchas personas andan buscando: acumular tarjetas con el fin de “cazar” hasta el último descuento posible, y en esta continua cacería terminan confundiéndose y pagando más de lo que deben.

¿Cómo que pagan más?

El problema no está en los descuentos y promociones que querés conseguir. Sea que busqués el 6% en combustible o Wal-Mart, el 10% en farmacias, el 5% en La Colonia, o las famosas promociones del 50% de descuento en restaurantes y salones de belleza, todas estas promociones son reales y las aplican exactamente como aparece descrito en la letra pequeña… que casi nadie lee.

El problema está, entonces, cuando te vas de boca y comenzás a gastar para “aprovechar los descuentos” y después resulta que ese monto está fuera de tu presupuesto y no lo podés pagar. En el momento mismo en que los intereses comienzan a correr, vos ya perdiste el descuento que andabas buscando. Velo así: esos porcentajes de descuento en determinados comercios nunca van a ser iguales al 45%-50% que vos pagás de interés anual en tu tarjeta de crédito.

Así que para que realmente aprovechemos las promociones, descuentos y beneficios, debemos ser consumidores responsables y TOTALEROS con nuestra tarjeta de crédito: pagar el total de lo consumido cómo máximo en la fecha de pago.

Y si te estás preguntando cuál fue mi respuestas, por acá te comparto una parte de esa respuesta:

De entrada te quiero decir que tenés DEMASIADAS tarjetas de crédito. ¿Cómo pasaste de 0 tarjetas a coleccionar 5? Creemelo: nadie necesita tantas tarjetas de crédito y esa «cacería» de descuentos con cada tarjeta es la receta perfecta para que terminés endeudada. De verdad, con el aprecio que te tengo, no te lo recomiendo.

Creo que una sola tarjeta de crédito es más que suficiente.. si de verdad necesitás los descuentos de 2, pues está bien, 2… pero 3, 4 ó 5 es demasiado y podés terminar por enredarte y deber mucho dinero. Escoge esa(s) tarjeta(s) que de verdad vas a usar y te da el mayor descuento y olvidate y CANCELÁ el resto.

Al final, la tarjeta de crédito es un arma de doble filo: todo depende del uso que vos decidás darle y el consejo #1 para sacarle el jugo es saber qué es y cómo funciona. En este post lo explico en detalle. La mejor tarjeta de crédito es aquella que vos podés pagar y lo hacés en tiempo y forma.

¿Y vos? ¿Cuántas tarjetas de crédito tenés? ¿Cómo te ha ido con ellas? ¿Cuál es ese descuento que más buscás y más te sirve?

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