Cuándo NO es buen momento para comprar casa

Yassir casaLa compra de una casa es una de las mayores metas que tenemos cuando dejamos los 20s atrás y entramos a la edad adulta. ¿Suena duro? Quizá, pero yo recuerdo que a los 25 ni siquiera se me pasaba por la cabeza comprar una casa, no era algo que deseara ni remotamente. Ahora, por el contrario, es algo en lo que pienso constantemente.

Sin embargo, por más que lo piense y lo re-piense sé que no estoy en el momento justo para hacer esta compra y prefiero esperar a que llegue el momento indicado. Y así mismo hay muchas personas.

Por eso, hoy te quiero compartir siete momentos claves en tu vida en los que NO debés comprar una casa:

Si te vas a mudar en los próximos cinco años

Aunque siempre digo que tu primera casa no tiene por qué ser tu única y última casa, ciertamente si el tiempo que estás pensando vivir en ella es de cinco años o menos porque posteriormente te vas a mudar a otra ciudad o país, quizá no sea el mejor momento para comprar.

Es mucho más fácil y práctico hacer una mudanza cuando solo estás rentando que cuando la propiedad es tuya: hay pagos hipotecarios mensuales que hacer y no hay manera de saber cuánto tiempo te tomará vender esa casa y a qué precio la darás.

Cuando no podés ahorrar el 20% de la prima

Ese ahorro, equivalente al 20% inicial, suele ser de las principales razones por las que las personas no pueden comprar una casa. Y es sumamente importante. Hablando con varios, me dicen que el problema es que al estar pagando una renta, ahorrar para la prima se hace casi imposible. Y es comprensible.

El problema es que, aunque muchas veces solo te pidan el 10% de prima, tener que financiar el 90% restante se convierte en una carga muy pesada para llevar. Lo ideal es que abonés a tu prima lo máximo que podás para que:

  1. Tu cuota mensual sea más baja.
  2. Pagués en menos tiempo.

Si esto no es suficiente razón, pensá que si pagando tu renta no podés ahorrar para tu prima, al estar pagando tu hipoteca tampoco podrás estar ahorrando para otras metas y si una emergencia llegara a tu vida, significaría más deudas inmediatamente.

Si al comprar una casa, tus traslados van a ser más largos y costosos

Éste es un punto sumamente importante que muchos suelen obviar. En la búsqueda de la casa de sus sueños, se les olvida cómo esta nueva locación va a subir o bajar sus otros gastos. Por ejemplo, si la zona está valorada como más cara, es probable que la tarifa eléctrica y de agua también sean más altas y, por tanto, aun por el mismo consumo, tu gasto en servicios básicos será mayor.

Así mismo, si ahora estás pensando vivir en una zona más alejada de la ciudad por el silencio, seguridad y tranquilidad, tu gasto en combustible –y todo lo relacionado a tu carro- será mayor y, con lo caro que está la gasolina, esto no se puede menospreciar. Siempre valorá si el gasto adicional se compensa con, quizá, otros costos menores que tendrás en esta nueva casa.

Cuando estás por tener un bebé

La llegada de los hijos (sobretodo del primero) es de los momentos más felices, caóticos y caros en la vida. Contrario al dicho popular de “el niño debe nacer en su casa”, cuando estás por enfrentarte a este acontecimiento, no es buena idea juntar, además, los gastos correspondientes a una nueva casa.

En ambos casos, salirte de presupuesto es sumamente fácil porque no estás claro o clara de en qué y cuánto vas a gastar, por lo que tener los dos al mismo tiempo pueden ser la receta perfecta para grandes niveles de deudas. Así que enfocate: primero uno y tiempecito después, el otro. Pero no los dos.

Si tu récord crediticio no está muy bien

Si tenés un pasado medio tenebroso con tus créditos y esto aún se ve reflejado en tu historial crediticio, quizá no sea el mejor momento para ir en búsqueda de tu crédito hipotecario soñado.

¿La razón? Con un récord así, puede que se te dificulte conseguir el crédito puesto que los bancos podrían estar dudosos de tu capacidad de pago y responsabilidad al pagar. Esto podría ocasionar o una negativa de su parte o la solicitud de mayores garantías como respaldo.

Si no te gusta arreglar tuberías, limpiar, lavar, etc.

Seamos claros: las cosas, independientemente de que les des un excelente mantenimiento, se dañan eventualmente y hay que estarlas reparando. Cuando vivís en la casa de tus papás, por lo general no te metés en este rollo y si vivís en casa alquilada, normalmente solo pasás la queja al dueño, ¿no es así?

Pues resulta que cuando la casa ya es tuya serán cosas que te toque realizar a vos directamente o contratar a alguien que lo haga: pero, de cualquier manera, serán tu responsabilidad. Si todavía no te hacés a esta idea y no es algo que estás dispuesto a hacer o aprender, es mejor evitar la compra de una casa por este momento.

Cuando sos nuevo en un área

El peor momento para comprar una casa es cuando recién te estás estrenando en un lugar y no conocés ni la ciudad, ni la gente, ni el mercado. Y aquí te quiero contar una anécdota.

Resulta que cuando me gradué de la Universidad, me fui de viaje por Europa con 3 amigas a vivir la vida loca. Ésos eran los planes. Llegamos a Londres, donde nos íbamos a asentar y un amigo de la infancia nos dio posada en lo que conseguíamos nuestro apartamento.

La desesperación nos ganó la jugada y en los primeros días aceptamos mudarnos a un lugar en la PEOR zona que te podás imaginar: nosotras le llamábamos “el barrio”. Fuimos a ver el dichoso apartamento y las tres brasileñas que lo estaban desalojando nos lo vendieron como la última coca-cola del desierto que todo el mundo quería. Esta tremenda novatada a los 21 años nos ocasionó altos gastos de transporte y el miedo todos los días al ir y volver.

Así que no permitás que esto te suceda a vos: si te estás recién estrenando en un lugar, date el tiempo de conocerlo y saber realmente qué área es la que más te conviene.

Y ahí lo tenés: los siete momentos en los que NO recomiendo comprar una casa. Sé que es una meta que muchos tienen y  con lo que sueñan, pero en una inversión tan grande como ésta, es mejor ir al suave pero seguro.

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