Tu salario de emprendedor: por qué está nublando la visión de tus utilidades

«Es mi empresa, ¿por qué no puedo pagarme lo que quiera?»

Uno de los temas tabú, pero frecuentes que me he encontrado en la mayoría de las empresas pequeñas y familiares con las que he colaborado, es el salario del dueño. Es un concepto tremendamente importante, pero los emprendedores generalmente confunden la relación entre su salario y el retorno sobre su inversión.

Recuerden, hay una distinción clave: uno recibe un salario por lo que hace y obtiene un rendimiento por lo que posee.

Esta confusión se da porque los contadores se han especializado en hacer las finanzas muy difíciles de entender. En mi caso, considero que es mejor ver los números de una manera simple y hablar el lenguaje de los emprendedores para explicar conceptos sencillos. Después de todo, yo también soy una emprendedora.

¿Por qué entender el tema del salario del emprendedor es tan importante?

Porque cuando no te pagas un salario justo, basado en el valor de mercado, los resultados –utilidades– de tu negocio te están mintiendo. O vos mismo te estás engañando. Para el dueño de una empresa que no anda tan bien, es fácil aplazar lo inevitable subsidiando su trabajo. Si tu empresa no puede pagarte, entonces tenés que hacer algunos cambios. Forzar la visibilidad de esto en tus resultados financieros podría darte el empujón que necesitas.

¿Qué es eso de un salario basado en el valor de mercado? Es un salario justo que definas para vos como dueño de tu negocio, debe ser realista, ni muy alto, ni muy bajo. Una fórmula fácil para determinar el valor de mercado es que te consideres un empleado más: ¿cuánto le pagarías a alguien si lo contratas para hacer el trabajo que vos realizas?

Incrementar tu pago puede llevarte a otra pregunta: “sé que debería pagarme C$10,000, pero ¿qué hago si sólo me alcanza para pagarme C$3,000?” Si no te podes pagar un salario justo y ver la verdadera situación de tu negocio, lo más probable es que tu negocio esté perdiendo dinero.

No podés dejar que esta fase dure mucho, porque eventualmente te podés enfrentar con 2 escenarios:

☑️ Un salario por debajo de lo justo.

☑️ No recibir retorno sobre tu inversión.

¡Necesitas crear un plan para enderezar el barco!

Te voy a dejar unos tips muy breves. Revisá en tu estado de resultados:

Tu margen:

Generalmente llamado por los contadores Utilidad Bruta. Se muestra en % y en dinero. Este indicador te dice cuánto de las Ventas te queda después de deducir los costos. Este es un reflejo de tus precios y tus costos.

Tu retorno sobre las ventas:

Calculás tus utilidades netas, tomando la utilidad bruta menos todos los gastos. Luego dividís ese número entre tus ventas del mismo periodo y te dará un indicador en %. Este indicador te dice realmente cuánto de las ventas te queda de ganancia.

Preguntate:

¿Tenes un problema en tus resultados? ¿Son muy bajos estos porcentajes? Identificando el problema, podes enfocarte en la solución: ¿es un tema de precios y costos –margen– o de gastos?

Es muy importante entender que si te estás pagando por debajo de lo justo, tenés un negocio enfermo. Estás manejando un negocio debilitado, hasta que te pagués lo correcto y encima de eso generés utilidades. Tu meta debe ser mantener saludable a tu empresa.

Toma en cuenta lo siguiente: no debes pagarte un salario justo si tu negocio no puede aguantarlo.

Pero, ¿no me acabas de decir que si!?

Lo que quiero decir es que, si tu negocio no tiene suficiente efectivo para pagarte tu salario justo, no hay manera que podas hacerlo, ¡aunque querrás!

¿Entonces qué hago?

Hay dos formas de manejarlo temporalmente:

Una, es que podés registrar tu salario no pagado como deuda, la otra es que lo registres como una cuenta de salario por pagar. Podés definir un nivel tope en valor o un tiempo para que tu plan de mejora funcione. Una vez que llegás a ese valor o se te vence el plazo, tu negocio debería estar en una posición de poder pagarte tu salario justo. Ahí podés decidir si capitalizas la deuda y aumentás el patrimonio de tu negocio o si te pagás lo que se te debe.

Si la idea de crearte una deuda en tu propio negocio te aterra y pensás que no hay forma que podas saldarla, entonces tenés un negocio en quiebra que está siendo mantenido por vos. No esperes que la deuda se resuelva sola, considerá el plan para enderezar el barco como un compromiso con vos mismo para hacer los cambios necesarios en tu negocio. Recordá que empezaste tu negocio para cumplir tus sueños, hacer lo que te gusta y ganar dinero, no para esclavizarte y estresarte más que en tu trabajo normal en una empresa.

Hay dos tipos de empresas en dificultades. Las que pasan apuros temporalmente, pero ya están en el buen camino para arreglarse, y las que se están desvaneciendo crónicamente esperando que el problema se resuelva sólo mágicamente. ¿En cuál estás vos?

En un escenario positivo, si tu empresa va bien económicamente, ¡no tengas miedo de pagarte lo que te mereces!

La vida del emprendedor no es un camino fácil, por eso hay muy pocos empresarios si lo comparamos con el número de empleados que hay en el mundo. Los comienzos son siempre duros y difíciles. La mayoría de las veces significa vivir de tus ahorros, pasar poco tiempo con tu familia y trabajar más de 18 horas al día. Pero puede ser gratificante si perseveras y trabajas DURO.

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