Salario emocional, ¿cuánto vale?

Todas y todos trabajamos por una remuneración monetaria: dinero, eso queda claro. Sin embargo, existen otro tipo de motivaciones o alicientes por las que vale la pena invertir al menos 40 horas a la semana en un trabajo.

Es el salario emocional. Es un concepto relativamente nuevo, asociado con la retribución para un colaborador o empleado más allá del salario, es decir son cuestiones no económicas que buscan satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador para mantenerle motivado.

Y es que sin motivación suficiente, no hay gran trabajo,  solo trabajo. Así lo establece una investigación  en la Universidad Militar de Nueva Granada en Colombia, titulada: “El salario emocional y el mejoramiento de la productividad”, en la que se afirma que el salario emocional “optimiza el rendimiento laboral y por consiguiente la productividad”, es decir eleva la calidad, permite que el trabajo no sea repetitivo, generando mayor concentración para los trabajadores.

Concreamente ¿qué es el salario emocional? En acciones concretas, el salario emocional es por ejemplo, que una empresa permita horarios flexibles y entienda que tener un horario estricto de entrada y salida no garantiza productividad.  Es comprender que se puede realizar un gran trabajo con responsabilidad y  sin tener que cumplir cada minuto y segundo del horario laboral.

Como estas, hay muchas otras acciones que un trabajador puede valorar de una empresa más allá del salario: ayudas en  el desarrollo de la carrera profesional, días libres, reconocimiento al buen trabajo, e inclusive gestos sencillos como lo promueven en Francia, con el estudio “Work and Family Life Balance The Impact of the 35-Hour laws in France”, que plantea que los trabajadores deben desconectarse del celular del trabajo después de las 6 de la tarde.

Pero ¿cómo podés evaluar qué tan importante son este tipo de acciones a la hora de decidirte por una oferta de trabajo?

Cómo deberías valorarlo

Para entender un poco más del asunto emocional y aprender a valorar eso que no es tangible, consultamos la opinión de  Miroslava Romero, consultora en Gestión de Talento Humano.

Ella nos explicó que existen dos caminos que las personas pueden tomar a la hora de seleccionar un trabajo. “Muchas veces hay personas que deciden invertir tiempo, balance y sacrificio cuando están en sus 20 años para crecer y tener más oportunidades económicas”, dijo.

Este tipo de acciones ocurren cuando las personas saben que el trabajo puede ser un puente para algo mejor. Por lo tanto, valorar más el salario por encima de un salario emocional, está relacionado a  las prioridades que cada persona tenga según su etapa de la vida.

“Cuando uno ya va creciendo, madurando y habiendo obtenido algunos triunfos o alcanzado algunas metas, uno se vuelve más selectivo, con más poder de decisión y sus prioridades cambian”, me dijo Miroslava. Agregó que muchas personas optan por emprender o quedarse en un trabajo donde perciban que su opinión cuenta, con un buen liderazgo y salario emocional.

Miroslava destaca que los trabajadores o colaboradores deben recibir de una empresa sí o sí, algunas actitudes como el respeto, el agradecimiento por sus contribuciones, y una cultura de inclusión y no de exclusión, porque esto “mantiene la moral de los trabajadores a flote”.

En resumen, sabemos que no para todas las personas tiene la misma relevancia el salario emocional, pero estamos seguros que sí tiene consecuencias positivas en la forma en que los trabajadores desempeñan su actividad laboral. Cuanto mejor sea el ambiente, mejor serán tus  resultados como  trabajador.

¿Y el empleador qué gana?

El salario emocional no solo es un beneficio para las y los trabajadores, también afecta positivamente a las empresas. La revista “Harvard Business Review”, recomienda a los empleadores hacer esfuerzos por ofrecer a los trabajadores experiencias innovadoras,  que eventualmente crearán una cultura innovadora en la empresa. “Respaldar una cultura innovadora no tiene por qué ser un esfuerzo a largo plazo ni con gastos multimillonarios”, destaca el artículo.

En este sentido, Miroslava Romero, consultora en Gestión de Talento Humano, recomienda a las empresas definir de qué forma quieren impactar la vida de los colaboradores, estableciendo grandes áreas de enfoques, por ejemplo:  salud, balance de vida familiar, crecimiento profesional, entre otras.

“Habiendo tomado esta decisión, las acciones para lograr esos objetivos son más claras. Si elegí el área de salud física y mental, me tocaría definir ¿ cómo lo voy a lograr?”, explicó Miroslava.

Algunas acciones que sugiere la experta son por ejemplo: contratar una psicóloga, promover actividades donde se busque ayudar a los demás para aumentar el sentido de propósito y pertenencia. “Para salud física se podrían agregar clases de Zumba en el trabajo, o hacer alianzas en gimnasios para obtener precios especiales”, indicó.

Estos son solo ejemplos de muchas otras acciones que se pueden realizar en una empresa para aumentar la motivación y compromiso de las y los trabajadores, dando como resultado mayor creatividad y  productividad.

¿Deberías irte de donde no te ofrecen salario emocional? 

Una empresa que no alcanza el nivel de avance necesario como para ofrecer salario emocional a sus trabajadores ¿es un lugar que debe ser abandonado?

Según Miroslava Romero, en este caso las y los trabajadores tienen dos opciones:
1.     Una es rechazar el trabajo y buscar algo más acorde a sus valores.
2.     La segunda es aceptarlo e intentar ser un agente de cambio.
“Ambas decisiones a mi opinión están bien, ambas te llevarán a crecimiento profesional y personal”, explicó Miroslava.

Sin embargo es importante destacar, que en un trabajo con pocos conceptos de bienestar para el trabajador, más allá del salario, llegará un momento en que el colaborador tocará fondo. “Una buena señal es que no se tenga balance entre la vida personal y profesional, que eso lejos de motivarte te desmotiva profundamente” explicó Miroslava.

Si ponés  a competir un buen salario sin salario emocional, versus bienestar psicológico, sentido de pertenencia, oportunidades de mejora, mayor motivación, en la mayoría de las ocasiones ganará lo que te hace crecer como profesional y persona.

Existen algunas situaciones, como indicó Miroslava, en las que podría aceptarse el “buen salario” sin salario emocional,  por ejemplo,  tener un trabajo por un corto tiempo y ahorrar para una meta mayor.

También es importante recordar que el hecho de que una empresa ofrezca salario emocional, no significa que el sueldo mensual no sea bueno, sino que el salario emocional funciona como un agregado.

En conclusión,  si tu situación lo permite, buscá o convertí tu lugar de trabajo  en uno de esos  “best places to work”, para tener mejor  desempeño, mayor productividad y sobre todo, algo que te haga feliz.

Viendo esto, ¿cómo es tu salario? ¿Recibís solo una compensación monetaria? ¿Tenés salario emociona? ¿Qué tipo de salario emocional has recibido, recibís o te gustaría recibir?

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