5 Maneras para mejorar el flujo de tu empresa

En las últimas semanas, diversas organizaciones me han solicitado charlas y talleres para pequeñas empresas con un tema en común: flujo de efectivo.

Aunque no es la primera vez, no puedo pasar por alto el hecho de que estas semanas ha sido más intensivo. La razón es bien sencilla. A más de año y medio de haber iniciado esta crisis en Nicaragua, los pequeños negocios se tambalean para subsistir y, siendo el flujo la sangre de tu empresa, es vital que éste siempre esté corriendo de la mejor manera.

Así, los dueños de negocios no tendrían que fijarse en su flujo de efectivo únicamente cuando los tiempos son de vacas flacas. Mantener un nivel óptimo de efectivo disponible en cualquier circunstancia, te asegura poder sobrevivir cualquier bache financiero que te encontrés en el camino.

Cómo mejorar tu flujo de efectivo

Si vos tenés un negocio y sentís que la liquidez te está ahorcando, acá te comparto 5 tips para mejorar el flujo de tu empresa:

1. Ofrecé incentivos por pagos anticipados

Sí, yo sé que no querés perder y que esperás recibir el total de lo facturado. Pero si en este momento la liquidez es un problema (más que la rentabilidad misma), considerá ofrecer un descuento a tus clientes si pagan antes de la fecha que les toque.

¿Cuánto? Bueno, dependerá mucho del negocio y de qué tanto margen tengás. Un monto aceptable es entre el 2% y 5% de la factura. ¿Por qué un cliente aceptaría algo así? Porque si ellos no tienen problemas de flujo, un ahorro no le viene nada mal a nadie.

2. Fondo de emergencia: sí, también para tu negocio

Uno de los consejos que he estado dando en estas charlas y talleres es que de las utilidades (la diferencia entre todo lo que vendiste y todos los costos y gastos que tuviste) se deje un 20% -este monto puede variar- para fondo de emergencia.

En cuanto al monto, al igual que recomendamos en finanzas personales dejar 3-6 meses de gastos de subsistencia, así mismo se puede pensar en tu empresa. De nuevo, este monto puede variar y es tu tarea como emprendedor / empresario definir el monto que te dé seguridad y dejarlo aparte.

3. Financiá… siempre y cuando haga sentido

Aunque suene raro, solo porque tengás el efectivo a mano para manejar gastos inesperados, no quiere decir que lo debás usar.

Habrán ocasiones cuando hará más sentido dejar ese efectivo como tu fondo de emergencia y buscar un préstamo a corto o mediano plazo para hacer frente a la salida de dinero que necesitás.

¿Cuándo sí y cuándo no? Como en todo lo demás en las finanzas: ¡depende! Te toca hacer la tarea, analizar y evaluar cuándo y qué te conviene más. Solo pensá que siempre debés tener una reserva de efectivo para cubrir tus gastos y costos.

4. Seguí un presupuesto

¿Pensaste que solo hablo de presupuesto cuando se refiere a finanzas personales? ¡Es igual de importante cuando se trata de un negocio!

¿Cuánto vas a vender? ¿Cuándo entrará esa plata? ¿Cuáles son los pagos que debés hacer y en qué fecha? Un presupuesto te ayuda a mantener la perspectiva del dinero que esperás entre y salga, pues no estás avanzando si la cantidad que ganés de cada venta no puede cubrir tus costos y gastos.

Para hacer esto, no es necesario un software súper complicado. Para comenzar, podés trabajar tu propio Excel, en el que desglosés rápidamente el efectivo que entra y sale. Esto te hará más consciente de cómo se gasta ese dinero empresarial ganado con tanto esfuerzo.

5. Contratá a alguien que haga bien su trabajo

No te esperabas este consejo, ¿verdad? Es una realidad: muchas empresas mueren no por falta de rentabilidad, sino por falta de liquidez. Curiosamente, la mayoría de emprendedores y empresarios se enfocan más en las ventas –y rentabilidad- que en la liquidez y como he estado mencionando en todos estos talleres: la liquidez te puede matar, aun cuando tu estado de resultados muestre una ganancia, tu banco puede decirte que estás en 0… y ese 0 importa mucho.

Por lo tanto, si lo financiero-contable no es lo tuyo, no te gusta, o tenés demasiadas tareas encima, pensá en la contratación de una persona que se haga cargo de facturar, cobrar y estar encima de los gastos y contabilidad, como una INVERSIÓN. Porque eso es realmente.

Es difícil ser objetivo en cuanto a los gastos de un negocio cuando es tuyo. Permitir que un tercero –con conocimiento y experiencia- esté encima de las finanzas y el dinero que entra y sale te puede ayudar a reducir gastos y ahorrar.

En definitiva, hay mucho más que se puede hacer, pero estos 5 puntos son esenciales para comenzar. No olvidés conocer y mantener presente tu punto de equilibrio. Pensalo como la cantidad de dinero que debés vender cada mes para comenzar a ganar plata.

Una vez tenés esa cifra clara, podés gastar de manera más inteligente y, como resultado, mantener tu flujo de efectivo en niveles óptimos.

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