Mi experiencia construyendo disciplina con el 75 Hard Challenge

Hoy vengo a contarles algo totalmente diferente a lo que estoy acostumbrado a escribir, y es que mi poca experiencia en artículos, ponencias y hasta aquellos episodios tan bonitos que hacíamos con PCP –y a los cuales ya no me invitan– iban siempre orientados a conversar sobre impuestos, pero hoy quiero contarles un poco de lo que he vivido en los últimos 60 días de mi 75 Hard Challenge.

Durante mi vida adolescente, el ejercicio era parte rutinaria de mi vida, desde jugar básquet en la rotonda hasta ir al gimnasio porque quería estar “pompeado”. Flaco pero definido, decía.

Esa rutina a la que estaba acostumbrado fue desapareciendo mientras iba creciendo y entrando a la vida adulta, siendo el nacimiento de mi hija mayor el inicio de un sedentarismo salvaje. Y lo tengo presente porque Paula acaba de cumplir 10 años, el 28 de octubre, y entendí que tenía una década alimentándome con excusas para justificar mi falta de disciplina en lo que realmente importa.

Excusas tales como: 

🚫 El lunes empiezo.

🚫 Debo beber, comer y salir para hacer negocios.

🚫 Hasta el típico, me merezco esta vida de excesos, para eso trabajo.

Y no es que no se pueda hacer lo que acabo de citar, es que lo utilizaba para evitar la disciplina en mi vida, disciplina para bien.

Por años venía retrasando una dieta, una rutina de ejercicios y siempre en el fondo de mi mente sabía que necesitaba un cambio, y creo que este vino por medio de algo intenso y que por lo menos me sacó de mi zona de “comfort”… así por medio de algunos amigos llegó la idea de apuntarme al 75 Hard Challenge.

Pero bueno, ¿y de qué se trata el reto “75 Hard”?

Es un reto duro, físico y mental, inclusive algunos lo clasifican como extremo. En resumen, hay que hacer lo siguiente durante 75 días, sin excepción:

🏋️ Ejercicios 2 veces al día:

Cada rutina de no menos de 45 minutos.

Una de las rutinas debe ser al aire libre.

Por lo menos una diferencia de tres horas entre cada rutina.

📖 Leer 10 páginas de un libro diario:

Libros de crecimientos personal, negocios, fitness, etc.

No ficción.

No audio libros.

🚰 Tomar un galón de agua.

🥦 Seguir una dieta:

Puede ser cualquier dieta, pero sana: no es la dieta de la hamburguesa.

Cero azúcares.

💤 No hay días de descanso:

No hay días para no hacer nada.

No hay días para comer de todo.

No hay días para premiarme con un postre.

🍺 No puedo tomar bebidas alcohólicas.

📸 Tomarme una foto diario con mi progreso.

🔁 Si fallo en alguno de estos, en cualquiera, debo empezar desde el día uno.

¿Dónde estoy hoy?

Al escribir este artículo me encuentro en el día sesenta, veintidós libras menos, mente clara y enfocada para enfrentar de mejor manera los retos y problemas del día a día, me quedan 15 días de reto y estoy convencido que incorporaré varios de los puntos como parte de mi vida diaria.

¿Cómo me siento?

Me siento pleno, con claridad, enfocado y contento. He aprendido a reaccionar mejor a las dificultades de la vida, desde ser padre, esposo, amigo hasta el día a día como empresario y abogado.

Estoy convencido que el cambio en mi actitud es producto no del reto, sino de la construcción de una rutina que requiere disciplina y se estructura con objetivos claros y con procesos establecidos.

¿Qué he aprendido?

Esto es lo más lindo de este reto, aprendí a incorporar a mi vida diaria tres grandes conceptos: disciplina, pasión y motivación.

Disciplina:

Escuchando, leyendo y observando puedo afirmar que, si hay algo constante en la vida de todos aquellos que nos consideramos exitosos, es la disciplina y la persistencia. Ya sea que consideremos como éxito al que tiene millones, al que tiene una familia plena, o al que tiene salud. Nada de eso es posible sin disciplina, sin constancia y sin recorrer el camino de cada reto, disfrutando el proceso.

Y a lo que me refiero con disciplina, es a un concepto amplio, no es crear rutinas repetitivas o automáticas para nuestro cuerpo o mente; es entender que el caos es enemigo del éxito, es decir que, no puedo ser exitoso si no tengo constantes en mi vida, constantes que me permiten retarme día a día y que crean intencionalidad en mi forma de vivir, mediante un orden general y procesos claros. 

Lo anterior se puede ejemplificar de la siguiente manera:

Hacer ejercicio diario a las 4:30 de la mañana es una rutina, rutina que descansa en la disciplina, pero esta disciplina no es precisamente la automatización de escuchar el despertador y poner un pie en el piso; para mí, es la programación mental para entender mi meta, internalizar que cada día me acerca más a la misma y que sobre todo estoy disfrutando el proceso, aunque no esté motivado, no tenga ganas o no comprenda en su totalidad el impacto diario de esa rutina.

Motivación:

Entendí que la motivación como pilar fundamental para cumplir nuestras metas, es un mito, un mito creado por aquellos vende humos para seguirnos vendiendo sus ideas y creer que los necesitamos cuando, precisamente, no estamos motivados. Y aprendí que la motivación debe procurarse pero que no es una determinante para alcanzar dichas metas, porque en la vida, el éxito no es sinónimo de motivación, sino de constancia y disciplina.

Comprendí que no siempre voy a estar motivado, es más, durante el reto, pase días desmotivado, pero siempre tuve la disciplina de intentarlo, de comenzarlo y el que intenta y empieza, tiene muchas más probabilidades de concluirlo, pero sobro todo, aquel que intenta, aunque fracase está más cerca de lograrlo de aquel que no hace nada. 

Entonces, hoy entiendo que la motivación es la que muchas veces nos da energía para empezar o seguir, pero es la disciplina la que nos lleva a culminar. Al final creo que la motivación es más un estado interno, parecido a una emoción, mientras que la disciplina es una acción, por lo que debemos procurar mantenernos motivados y obligarnos a ser disciplinados.

Pasión:

Muchas veces cuando hablo me han dicho que me expreso con pasión y no es más que una forma diplomática de decirme que soy gritón pero la pasión no es gritar, llorar o reír; la pasión es aquella llama interna que muchas veces nos lleva a hacer locuras, que muchas veces ni siquiera nos hemos dado cuenta que tenemos dentro, pero que, aunque no haya disciplina o motivación siempre está en uno, esperando ser encendida para guiarnos y llevarnos a dar todo lo que tenemos en cada reto o meta que nos ponemos.

Y hablo de la pasión porque creo que siempre he tenido pasión por el ejercicio y una vida sana, pero ahora he visto el efecto en mi vida familiar, desde como he podido compartir más con mis hijas y esposa, como planeamos más salidas en familia, hasta como estoy “motivado” para mantener un ciclo de salud y familia constante que permite renovar el ciclo día a día.

¿Qué les puedo transmitir?

Creo que antes de que valoren, critiquen o tachen de excesivo el reto, hay que intentarlo. Y debo decirles que el mismo no es un reto meramente físico, es un reto mental y emocional. Este reto es el primer paso para grandes cambios, pero sobre todo tendrán un cambio de mentalidad y seguro les dejará algún aprendizaje, por lo que aprovecho para compartirles algunos tips desde mi experiencia:

☑️ Entender que no es un reto físico sino mental. Tiene una razón de ser.

• Realmente evita excusas tales como: no tengo plan de dieta, no tengo tiempo o mi contextura es x.

• Al no tener excusas la mente empieza una reestructuración salvaje.

• Del reto por lo menos vas a quedarte con una cosa, ya sea ejercicios, lectura, toma de agua, etc. 

☑️ El reto tiene 3 etapas difíciles, siendo sólo una de ellas común para todo el mundo, los primeros 10 días. Las otras dos etapas, son cuando nos aburrimos, y la tercera, cuando entra el hambre o antojos reales.

• Mis tres etapas: primeros 10 días, crear rutina; día 40 aburrimiento; y día 55, estancamiento en peso y antojos.

☑️ El cambio más grande será mental pero para muchos el cambio físico es evidente y parte de la motivación.

• Si al día 20 no has vito cambios físicos ni mentales, algo estás haciendo mal y puede ser que este reto no sea para vos.

• No te concentrés en lo físico, pero si debe haber un cambio en alguna medida.

☑️ Cuidado con los ejercicios. Las rutinas deben ser variadas para evitar sobre ejercitarse.

☑️ Las reglas son locas y quien ideo el reto no es un profesional de la salud. No se pueden hacer cambios de estas pero recomiendo consultar a un especialista sobre el agua, ya que un galón diario puede afectar a varias personas, sobre todo aquellas que toman medicamentos.

☑️ Hay que intentar salir de cada parte del reto lo más pronto posible, yo prefiero cumplir por las mañanas antes que las tardes.

☑️ Lo anterior no aplica para el agua, es mejor dividirla durante todo el día, inclusive hasta antes de dormir.

☑️ El reto es personal y uno de los primeros cambios que uno nota es la habilidad de bloquear el ruido externo: presión social, supuestos expertos en salud mental y física, envidiosos.

☑️ Al día 50 vamos a entender el concepto de disciplina como una forma de alcanzar nuestras metas más que una automatización física.

☑️ Al día 60 vamos a querer relajarnos, pero la construcción mental y la interrelación entre disciplina, pasión y motivación, nos van a empujar a ser más estrictos con nosotros mismos.

☑️ Si entendemos la intención del reto y cómo se construye el mismo, vamos a poder aplicarlo a cada ámbito de nuestra vida.

En conclusión, para mí hoy el éxito es igual a disciplina, porque el éxito no sólo es cumplir las metas, es vivir el proceso, procurando motivarnos en el día a día, pero poniendo cada onza de pasión en el camino, que aunque muchas veces es sinuoso, nos recompensa con tranquilidad y plenitud. En definitiva y para que se entienda, este reto me ha permitido navegar en modo teflón, todo me resbala.

Con cariño.

Comentarios

Artículos relacionados