Tus finanzas personales están afectando a tu empresa

Estoy segura que si tenés un negocio sabés con claridad que las finanzas son súper importantes, quizá no les prestés tanta atención y esperás que alguien más lo haga o en el mejor de los casos pensás que si las ventas están bien y que si el dinero está entrando a las cuentas, de alguna manera la parte financiera se va a arreglar, pero muy en el fondo, probablemente sabés que no es tan así y que de manera más directa deberías de estarte haciendo cargo de los números.

Y no se trata únicamente de las finanzas del negocio, que claramente son vitales, sino que además tus finanzas personales y el desorden financiero que podés llevar en tu vida personal, también se pueden traer abajo tu empresa por más exitosa que sea y por más que las ventas están creciendo mes tras mes y año tras año.

5 Claves que todos podemos estar de acuerdo que son importantes para el éxito financiero

1. El flujo es el rey:

Hay una frase que me encanta:

 y es así. Todo emprendedor y emprendedora sabe con seguridad que sin flujo de efectivo la empresa se muere. El flujo es como la sangre que recorre nuestro cuerpo, y aunque no sepás nada de contabilidad, de finanzas o de economía, seguramente desde que iniciaste tu negocio, a lo que más atención le prestabas -al menos vía cuenta bancaria- es a la cantidad de dinero que había, es decir al flujo: “hay o no hay dinero”.

Sin embargo, el flujo va mucho más allá de saber si hay plata para poder gastar o si mis clientes me deben, a continuación te dejo un link para que podás entender como funciona bien y cómo administrarlo de mejor manera.

2. Las ventas sirven de poco si la utilidad es mínima:

Una de las cosas que he aprendido en todos estos años dedicándome a la educación financiera, es que las mayoría de los emprendedores se van a focalizar en las ventas y creen erróneamente que entre más venden, mejor está el negocio y menos problemas hay, pero no necesariamente es así, porque la pregunta del millón de dólares no es “¿cuánto estás vendiendo?” La pregunta real es

Cuando los costos y los gastos no están controlados, cuando la manera en que fijaste tu precio no es la adecuada, podría suceder perfectamente (y ha sucedido muchísimas veces) que cada vez que estás vendiendo, en lugar de estar ganando, estás perdiendo. ¿Por qué? Porque estás vendiendo por debajo de lo que a vos te está contando tener ese producto o vender ese servicio. Por lo tanto, más allá de preguntarte si las ventas van para arriba, la pregunta es ¿las utilidades también están para arriba? ¿Cómo está el margen por cada línea de producto, por cada mes o cada servicio que estás ofreciendo?

3. Sos tu colaborador más importante

y tenés que creerte que de verdad lo sos. Solemos pensar que tenemos una mano derecha y que es una persona que es experta en un tema, en algo de mi negocio o alguien que comenzó conmigo en la empresa. Pensamos que si esa persona se nos fuera, todo se viene abajo; en realidad la persona más importante en tu negocio sos vos. Pensalo de esta manera: Cuando iniciaste, probablemente lo hiciste solo y a medida que el negocio fue creciendo, fuiste contratando más gente. 

Si lo miramos al revés, a medida que el negocio se pueda ir haciendo más pequeño, la última persona que quedaría ahí sos vos y para poderte hacer ver como el colaborador más importante, también te tenés que pagar un salario con valor de mercado. Ese salario se puede medir de dos maneras:

  • Si yo no trabajara en mi empresa y me fuera a buscar un trabajo a otro negocio, con la experiencia y curriculum que tengo ¿cuánto estaría ganando? Ahora compará ese monto con lo que vos te pagás en tu negocio ¿se relacionan?
  • Si tuvieras que contratar a una o varias personas que hicieran todo lo que vos hacés en tu negocio día a día ¿cuánto les tendrías que pagar? De nuevo, compará cómo se ve eso con respecto a lo que realmente te estás pagando.

4. Un gasto no es una inversión

y es muy fácil confundirlos, especialmente en el mundo de los negocios, pensamos que como la empresa es una inversión en sí misma, todo dinero que sale del negocio también lo es, pero no necesariamente es así.

Las empresas también están llenas de costos y gastos… y eso está bien. Hay que gastar y tener costos para poder vender, pero no se vale confundirlos con una inversión y muchas veces sucede que cuando hay un buen flujo de efectivo y vemos que el negocio está creciendo, nos volvemos super creativos a la hora de ingeniárnosla para continuar gastando y pensamos que una nueva línea de productos, una nueva sucursal, nuevas maquinarias o nuevas computadoras para todo el equipo siempre son una inversión. Para poder realmente identificar que el dinero que está por salir es una inversión, hacete esta pregunta

5. Las ganancias vienen primero

y sé que la fórmula de contabilidad que nos han enseñado a todos es que a todas las ventas, les voy a restar los costos y los gastos y lo que me queda, si es que me queda, es la utilidad pero, ¿qué pasaría si lo volteamos? Y dijéramos: de todo lo que yo vendo, voy a sustraer primero la utilidad, la voy a guardar en otro lugar y con lo que me queda voy a comenzar a gastar y asumir todos los costos y gastos que tiene el negocio y te aseguro que ahí si, de verdad comenzarías a ver la utilidad de tu negocio.

Hemos aprendido a ser exitosos en el manejo de nuestros negocios pero la pregunta es ¿estamos siendo exitosos en el manejo de nuestras finanzas personales? y es que un negocio exitoso puede venirse abajo por el mal manejo financiero personal, de su dueño o dueña, por lo tanto:

1. Tu flujo es igual a ¿llevás un presupuesto todos los meses y los años?

que incluya tu salario fijado, los costos y gastos y en el que no te estás chupando más dinero del que tu negocio está dando. Y si no has comenzado a hacer un presupuesto personal, aquí te dejo un link para que descargués uno super fácil.

2. Las ventas, quiero decir ¿te estás comiendo todos tus ingresos?

Si nunca dejás dinero para el futuro, para ahorrar, el futuro en realidad es incierto y te volvés una persona sumamente vulnerable. Recordá que el dinero que ahorrás es el único que te estás dejando para vos y tu futuro.

3. Si sos tu colaborador más importante ¿estás pensando en tu retiro?

Muchas veces empezamos a pensar en nuestro retiro hasta que ya estamos BIEN cercanos a él… a los 40, 45 o 50 años y el tiempo que nos queda para pensar en nuestra jubilación y tener un retiro digno, es muy corto.

Desde que tenemos los primeros ingresos deberíamos de estar separando una parte para ese viejito que todos llevamos dentro. Si todavía no sabés cuánto debés de estar separando para ese retiro o cuánto vas a necesitar, aquí te dejo una calculadora financiera, que podés utilizar para jugar con ella y tener una mejor idea.

4. Cómo te dije, un gasto no es una inversión

y es muy fácil confundir ambas cosas, así como nos suceden en los negocios, nos sucede en nuestra vida personal cada vez que salimos y gastamos en comida fuera, en ropa, en cosas que no necesitamos y cuando hablamos, lo hacemos mal y decimos: Acabo de invertir en una camisa nueva. Eso no es una inversión, es un gasto.

5. El ahorro debe de venir primero

En tu vida personal y para que este sea una posibilidad, recordá que las claves son:

  • Poner nombre y apellido a tus metas.
  • La perseverancia es más importante que el monto. Empezar hoy es vital, no esperés a mañana.
  • Tus ahorros están protegidos siempre por un fondo de garantía y por lo tanto se debe hacer en el banco.
  • Se trata de ahorrar antes de gastar y no a la inversa. Si continuás esperando lo que te sobre, nunca va a sobrar nada.

¿Cómo afecta el mal manejo de las finanzas en nuestra empresa?

 

1. Falta de liquidez.

Ya vimos antes que los problemas de liquidez tienen diveresas raíces. Pero una de la que casi no se habla es cuando el dueño del negocio va, poquito a poco, saqueando su empresa como una garrapata: chupándole cada centavo. Tus problemas financieros afecta directamente las finanzas de tu empresa.

2. Desorden en las finanzas empresariales y personales.

A título personal, nunca sabés cuándo vas a recibir dinero o cuánto vas a recibir, por lo que no te podés programar y eso te estresa.

A título empresarial, al ir saqueando de poco a poco, no le das chance a la empresa de respirar, de tomar decisiones acertadas o de re-invertir.

3. Falta de visión en la estrategia

Una persona con un desastre financiero vive estresada, no se puede concentrar y no puede ser productiva. Obviamente lo que menos puede hacer es pensar en la estrategia de su negocio y cómo hacerlo crecer, porque lo único que puede hacer, si acaso, es ir apagando los fuegos del día a día. Muchos de los cuales fueron ocasionados por el empresario mismo y su desorden financiero.

4. Nos genera estrés, ansiedad, insomnio, problemas cardiacos.

Además de la falta de salud financiera, afecta directamente tu salud física y emocional. En fin, tu estabilidad completa se ve tambaleada cuando tenés problemas en tus finanzas. ¿Te imaginás cómo te sentís vos y el resto de personas a tu alrededor -tus colaboradores- cuando no sabés cómo vas a pagar? 

5. Hace que tomes decisiones más arriesgadas sin el debido análisis previo.

¡Claro! Si tenés problemas de dinero, automáticamente pensás que con más dinero resolvés todos los problemas. Y en la búsqueda de ese dinero “rápido” se vuelve más probable que tomés decisiones sumamente arriegadas. Recordá que a mayor riesgo, mayor posbilidad de retorno, PEROOO este riesgo debe ser analizado y sopesado previamente; porque así como podés ganar, también podés perderlo todo rápidamente.

Si esto sucede cuando una persona está manejando mal sus finanzas ¿cómo será cuando se le suma el 80% de los colaboradores? Para que tengás una idea, en el 2021, las empresas en Estados Unidos perdieron 500 mil millones de dólares, ocasionado por los problemas financieros de sus colaboradores.

¿Cómo se mide esto? Por el nivel de ausentismo, los permisos por enfermedades, un mal ambiente laboral ocasionado por el estrés financiero, la baja productividad (en ese mismo estudio se determinó que las personas dedican entre el 11% y 14% de su día a día a pensar en sus problemas financieros), los robos de caja chica, alianzas con proveedores, accidentes laborales, etc.

Así que sí:

Tus finanzas y la de tus colaboradores tienen el poder de hacer o deshacer tu negocio.

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