Haciendo un recuento de los daños

Diciembre ya pasó: la Navidad con sus regalos, las fiestas, cenas y celebraciones, el fin de año y todos los gastos que vienen con este último mes nos acaban de dejar. ¿Y ahora qué nos queda? Además de la oportunidad de un nuevo comienzo y de hacer las cosas bien, para muchos Enero viene lleno de deudas, pues estoy segura que no importa cuántas veces les haya dicho que gastaran sabiamente, compraron llenos de emoción y ahora toca pagar todo aquello que disfrutaron las últimas semanas.

Es por esto que al primer mes del año se le conoce como “la cuesta de Enero”…. ¡Vaya que cuesta salir de deudas! Y es que además de habernos excedido en los gastos, en Enero los precios tienden a subir, por lo que recibimos el 2013 con menos dinero y con todo más caro. Pero que no cunda el pánico, porque lo bailado nadie te lo quita ;). Hay que ponernos manos a la obra para pagar las tarjetas, salir de deudas y empezar el año con el pie derecho. Sé que sacar cuentas no es nada agradable, pero de la misma manera en que tenés que subirte a una balanza para saber cuánto pesás y cuánto tenés que bajar, así mismo debés ver tus estados de cuenta, sumar lo que gastaste y hacer un recuento de los daños.

Cómo hacer un recuento de los daños

  1. Pará  la bola de nieve. Gastaste más de lo debido en Diciembre, te acabaste el aguinaldo y no le viste la vuelta. Seguir comprando, gastando y pidiendo más préstamos NO es la solución. Hacé un alto en el camino para que podás recuperarte y dejá tus tarjetas de crédito en el congelador.
  2. Afrontá la realidad. Sí, tenés que saber EXACTAMENTE el monto que debés. Si aún conservás los Boucher que firmaste de la tarjeta, sumalos; si los botaste, podés ver tu estado de cuenta en línea o pedirlo al banco. ¿Tenés varias tarjetas? Sumalas TODAS.
  3. Empezá con el pie derecho. Si aún no tenés un presupuesto, ¡éste es el momento perfecto para comenzar! La palaba podrá no sonar muy divertida, pero conocer tus ingresos totales y calcular tus egresos fijos mensuales son la base de unas finanzas sanas.
  4. Manos a la obra. Ahora que sabés cuáles son tus ingresos y gastos: ¿cuánto te sobra? Ese monto lo podés usar para saldar tus deudas. ¿No te queda nada? Entonces revisá tus gastos mensuales y analizá en qué rubros podés recortar. A nadie le gusta dejar de gastar, pero debemos apretarnos la faja si queremos salir de deudas.
  5. Escogé la estrategia para vencer. Si son varias las tarjetas –y/o préstamos- que debés pagar,  básicamente tenés 3 opciones:
    1. Pagar la que te cobra el interés más alto: La más inteligente, financieramente hablando.
    2. Pagar la más chiquita: Te motiva a saldar las demás, una vez la has cancelado.
    3. Pagar parejo: Ir abonando el mismo monto a cada deuda, así sentís que poco a poco vas saliendo del hoyo (o de todos los hoyos).

Finalmente, lo ideal hubiera sido planificar tus gastos decembrinos y empezar el año sin deudas, pero como el hubiera no existe, no queda más que ponernos a trabajar para recuperar nuestra salud financiera. Sin embargo, es una lección para que cuando llegue el próximo Diciembre, recordés lo que te costó salir de deudas (probablemente más allá de Enero) y no gastés por encima de tus posibilidades.

¿Y vos? ¿Te excediste de gastos en este Diciembre? ¿Cuántos meses pasarás pagando esas deudas?

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