Cuando tu pareja te hace gastar lo que no tenés

Cuando tu pareja te hace gastar

Hace unas semanas, una persona –que me pidió omitir su nombre– me escribió el siguiente correo:

Te quería compartir una experiencia y que si tal vez te servía como post, aunque me es confuso por que se mezcla con lo psicopersonal pero estoy seguro le darías el giro meramente financiero que tanto se necesita.

Fijate que tuve un novio hace unos años. Todo bonito con el maje y bueno, yo no compraba amor, solo que ambos vivíamos en etapas distintas –yo trabajador, él aun universitario– y una cosa llevó a la otra, como te imaginarás, al querer incluirlo en un estilo de vida que él no podía pagarse y yo sí, pero no para dos.

Y sigo pagando las consecuencias al banco, pues me sobre giré.

Lo psicológico y sentimental vale chiringa, pero sí las consecuencias financieras. Compartiendo con otros amigos la experiencia me di cuenta que no he sido el único que se ha ido al espacio financiero sin poder regresar por estas situaciones.

Tuve mis aprendizajes gracias a esto. Sumando, te he visto y puedo deducir fácilmente que más allá de la disciplina financiera tuya hay mucho más: seguridad, determinación y –de nuevo– mucha temple en tus decisiones. Decir que hay que ser disciplinado y responsable es fácil, decir que es sencillo y explicarlo tampoco es complicado; lo complicado creo es cómo hacemos para hacerlo, y eso es cosa de actitud, fortalecer nuestra actitud por sobre las cuitas.

Hasta ahí el correo de quien me escribió, al final, no me hace ninguna pregunta, solo quiso compartir su experiencia –que es además, la experiencia de muchos y muchas– y cómo sigue pagando tiempo después, lo que gastó durante esa relación.

Estoy segura que a vos o a alguien que conocés también le ha pasado. Y ojo: esto no solo le pasa a los hombres, como suelen creer, que son ellos los únicos que gastan durante una relación. Yo conozco a muchas mujeres –demasiadas, en realidad- que terminan invirtiendo una verdadera fortuna en sus relaciones.

Pero volviendo al tema, ni hombres ni mujeres, ni jóvenes ni adultos deberíamos gastar en una pareja a tal punto, que nos implique dejar de hacer otras cosas importantes y peor aún, llegar a endeudarnos. Cuando terminás una relación, lo que querés es olvidarte por completo de esa persona, no tener un estado de cuenta mensual que te esté recordando cuánto gastaste en él o ella.

No cabe duda que a la pareja hay que cuidarla y los detalles son parte de eso. Sin embargo, creo que en las primeras etapas de una relación ninguno de los dos debería de gastar tanto. Estás apenas conociendo a esa persona y por más ilusionado o ilusionada que estés, existen más probabilidades de que NO sea el amor de tu vida a que te terminés casando con ella. Entonces ¿no sería mejor gastar lo necesario y no terminar endeudado?

Siempre hay cosas que se pueden hacer en pareja y que no implican grandes gastos, pero ambos tienen que estar dispuestos. El otro día puse en Facebook que a pesar de que ambos escogieran Cinemas, el cine en Plaza Inter era más barato que en Galerías, por lo que si querían ahorrar un poco, podían ir ahí. Casi todos los que comentaron dijeron que Plaza Inter era feo, lejos, olía mal y no era la misma calidad. Claro, al final las cosas tienen un precio, ¿no? La pregunta es: ¿qué estás dispuesto a hacer vos? ¿qué es más importante para vos: ¿el lugar o el dinero? No hay una respuesta correcta, eso depende de cada persona, pero vos debés saber, en tu caso en particular, qué es lo que más te funciona.

Es muy probable que la persona con la que estés ahorita, tu ex o tu futura media naranja no gane exactamente lo mismo que vos, por lo que encontrar maneras de salir sin gastarse el salario siempre los va a beneficiar.

Al final, se supone que estás con alguien y que esa persona está con vos porque la querés y disfrutás su compañía, no por el dinero que pueda gastar en vos, ¿no es así? La próxima vez que sintás la tentación de gastar más allá de tus posibilidades por tu pareja, o hacer que ésta gaste de más por vos, detenete a pensar qué vale más la pena: ese instante en que van a pasar bien o los meses libres de estrés porque no vas a deber nada.

¿Y vos? ¿Has pasado por una situación similar? ¿Has tenido o tenés una pareja por la que gastás más allá de tus posibilidades? ¿O has visto el caso en amigos y familiares?

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