Siete maneras de mejorar tu flujo empresarial

Flujo de efectivo

Hay una frase que me encanta que dice:

“Las ventas son vanidad, las utilidades son sanidad y el flujo es rey”.

Me encanta porque es 100% cierto y quiero que lo desmenucemos un poco:

  • Ventas: Eso en lo que casi todos los emprendedores (grandes y pequeños se centran). La lógica te dice que entre más vendés, mejor. Pero no siempre es así y la próxima semana saldrá un artículo al respecto. Al final, cómo tus ventas suben pueden terminar siendo solo un asunto de “vanidad”: mirá lo alto que están mis números.
  • Utilidades: Aquí ya entramos a un nivel mayor de profundidad. Y es que más allá de las ventas, la pregunta real es: ¿Cuánto te queda? ¿Cuánto le ganás? ¿Qué tan rentable sos? Tener utilidades quiere decir que estás ganando y por eso son sanidad, te traen paz mental.
  • Flujo: ¡Ah! Pero el flujo es realmente el REY. Y es que, ¿qué importa de cuánto son tus utilidades si toda la plata la tenés pegada en inventario o en cuentas por cobrar y tus cuentas bancarias dicen que tenés $0.00? Por eso, el flujo manda. A ese le ponemos la corona y le damos seguimiento siempre.

Hablemos del flujo

El flujo de efectivo de tu empresa es como la sangre que recorre tu cuerpo: sin él morís. La mayoría de las empresas mueren, no por falta de rentabilidad, sino por falta de liquidez. Y pensalo así: casi toda empresa -empresario- continuará andando y echándola hasta que se quedan sin cash.

Entender y manejar tu flujo es saber de dónde viene y hacia se va el dinero de tu negocio. Como he dicho antes, el flujo de efectivo es como un juego de futbol:

Flujo empresarial

Está bien que prestés atención a tus ventas y a tus utilidades (ambas salen en tu Estado de Resultados), pero si te echás un clavado en tu flujo de efectivo y ajustás las palancas que te mostraré a continuación, tu empresa podrá crecer más rápidamente y con el mismo efectivo que se genera, en lugar que tener que recurrir a capital externo o  depender de préstamos.

El poder del 1

Este método fue creado por Alan Miltz y se basa en ajustar los cuatro motores a través de las siete palancas que mueven tu flujo de efectivo. Estas son:

Aumento del precio %: Sencillo: aumentá un pequeño % de tu precio de venta. En mi experiencia, lo que da el resultado más rápido.

Aumento del volumen: Se trata de intentar vender más unidades del mismo producto al mismo precio.

Reducción Costo de ventas %: Buscar cómo reducir el precio que pagás por la materia prima y trabajo directo. Si comprás y vendés, sería entonces buscar un proveedor más barato.

Reducción de gastos generales %: Los gastos operativos son todos aquellos relacionados con el manejo del negocio. Suelen incluir gastos de oficina, de personal, mercadeo, transporte, etc. Si lográs reducir un pequeño % en cada uno, verás grandes diferencias.

Reducción de días en cuentas por cobrar: ¿Cómo podés hacer para que tus clientes no tarden tannnto en pagarte? ¿Qué estrategias podés seguir? Un día hace un gran diferencia.

Reducción en días de inventario: ¿Cómo podrías hacer que tu inventario rote más rápido? Es decir, que permanezca menos tiempo ahí. 

Aumento de días de cuentas por pagar: ¿Cuánto es lo máximo que podrías retrasar el pago a tus proveedores, sin caer en mora? De nuevo, cada día cuenta.

Flujo empresarial poder del 1

Si lo pensás, un 1% o un día de diferencia, podrían no parecer mucho. Pero esto es como los famosos gastos hormiga, TODO SUMA.

No hay una sola respuesta

Mi recomendación es que no te quedés pegado con uno solo o que intentés hacer todos los cambios al mismo tiempo. Esto es como un juego y se trata de ir probando. ¿Qué pasa si subo acá y si bajo acá? Y probandito, probandito, vas a ver cómo mejora no solo el flujo de tu empresa, sino que también subirá tu rentabilidad.

En mi experiencia, lo que más funciona -sobre todo al corto plazo- es subir el precio en cierto porcentaje. Ese incremento en precio a tus productos & servicios, subirá automáticamente tus ventas y, asumiendo que todo lo demás sigue constante (tus gastos no suben), te dejará un magen más amplio y más efectivo para operar.

Por las preguntas que me llegan constantemente, sé que la mayoría quisiéramos esa única respuesta a la pregunta “¿Qué tengo que hacer?”, pero de verdad: no existe. Cada negocio es diferente, cada industria es diferente. E incluso, el mismo negocio en la misma industria puede ser manejado de una manera bien distinta y eso cambiaría todo.

La mejor persona para hacer este ejercicio, probar y decidir sos vos. Y, si lo tenés, vos de la mano de un contador o mejor aún, un experto financiero. ¿No estás ahí todavía? No hay problema: hacelo por tu cuenta. Dejá atrás el miedo de clavarte en tus números, pues estos son tu guía para tomar decisiones informadas.

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