¡Feliz año nuevo! Diciembre es un mes que a casi todos nos gusta porque hay mucho que celebrar: Navidad, año nuevo, una que otra boda, vacaciones, visita de familiares, giras al mar y más. El detalle es que con todos estos eventos también gastamos de más y casi nunca nos detenemos a revisar la billetera o el estado de cuenta a ver cómo van nuestros gastos.
Pareciera que de la misma manera en que comemos como contratados y nos rehusamos a subir a la balanza, gastamos como si no hubiera mañana y lo que menos queremos es revisar el estado bancario. Pero Enero ya está aquí y trajo consigo el regreso a la rutina y el momento de enfrentar la realidad, como bien dicen “después de un gustazo, un trancazo”.
Así que te pregunto: ¿Ya sabés si y cuánto peso aumentaste? ¿Ya revisaste cuánto gastaste en Diciembre y cuánto debés en la tarjeta? Si no lo has hecho, después de leer este post, es lo primero que deberías hacer, pues solo teniendo las cifras y el panorama claro vas a podés hacer algo al respecto.
Siempre recalco la importancia de hacer un presupuesto al que te podás adherir y de llevar un control de gastos, y después de un mes en el que seguramente te desboscaste, se hace todavía más imprescindible planificar cómo vas a gastar. De hecho, deberías aprovechar el comienzo del nuevo año para empezar de cero…. empezar con el pie derecho.
No importa si tus finanzas en el 2013 cambiaron para bien o para mal, no hay mejor momento que precisamente éste para asegurarte que el 2014 sea un año color rosa. Y como podrás ir deduciendo a estas alturas, sí, te voy a hablar de metas. ¿Por qué? Porque es la única manera de conscientemente dirigir nuestras vidas hacia lo que queremos.
Pero estas metas no pueden ser como las que te proponés todos los años, no. Ésas que vos pensás que han sido metas, en realidad han sido sueños, porque no has creado un plan para cumplirlos… son simples deseos. Así que empecemos por el principio: enfocate en 3-4 cosas que querrás y podás realmente lograr en un año y definí fechas, tiempos, cantidades y métodos para verlo cumplido. (Para ver cómo hacer metas inteligentes, da click aquí).
Una vez que tengás claros tus objetivos, partilos en pedazos. No es lo mismo decir “quiero ahorrar $600.00 dólares en un año” (lo cual puede sonar intimidante, difícil e inlograble) que decir “voy a ahorrar $50.00 dólares cada mes”. Esto te va a permitir ver la luz al final del túnel más cerca y continuar motivado o motivada cada vez que cumplás un pedazo de tu meta.
Si sos como la mayoría de los nicas y gastaste a lo loco en Diciembre, probablemente a estas alturas estés endeudado o endeudada… y eso es algo que debés atacar ¡a las de YA! Empezá por lanzarte un clavado a tus tarjetas y sumar cuánto debés en total. ¿Ya te asustaste? Ok, ahora hay que hacer algo al respecto y te recomiendo el método bola de nieve para salir de deudas. Tus gastos mensuales se deben reducir al máximo (esto incluye ahorrar en agua, luz, teléfono, gasolina y suscripciones que casi no usás) para que podás dar al menos el doble del mínimo al pago de tus tarjetas.
Pero salir de deudas no es suficiente. Si te hubieras programado antes, no estarías en esta situación ahorita, por eso hay que ser precavidos y aprender de los errores. ¿Qué quiero decir con eso? Primero que debemos hacer un presupuesto anual, dividido por meses y segundo, que el ahorro no debe ser opcional, sino tomarlo como un gasto necesario dentro del presupuesto. Si te seguís diciendo a vos mismo o misma que este mes vas a empezar a ahorrar lo que te sobre, nunca vas a ahorrar, porque cada mes se te va a atravesar una salida o un par de zapatos en la tienda.
Y ¿ahorrar para qué? ¡Para lo que querrás! Las cuentas para las que de fijo deberías estar ahorrando son un fondo de emergencia –para épocas de vacas flacas- y uno para el retiro, después de todo, ese día va a llegar sí o sí. Pero en las finanzas personales no todo es aburrido, si a vos te gusta viajar, podrías estar ahorrando perfectamente para echarte un paseo por las Europas… y si lo tuyo es la música o la lectura, deberías tener un rubro separado en tu presupuesto para compra de CD’s y libros.
Planificando tus gastos de antemano, controlando tu dinero y preparándote para el futuro, tenés grandes oportunidades de cerrar el 2014 con broche de oro… y no en bancarrota como el 2013. Que este año sea el doble de mejor que el que acaba de irse. ¡Feliz 2014!