10 principios para tu empresa este 2024

Los principios siempre son más útiles a largo plazo que las teorías o metodologías porque los principios son guías que te ayudan a tomar decisiones siempre y en cualquier situación. Los principios no cambian, son una luz que alumbra el camino.

Creo que cada persona debe tomarse el tiempo de elegir sus principios guías, sobre todo en un mundo tan cambiante como el mundo empresarial.

Por esto, les comparto mis principios empresariales en forma de decálogo. Puedes tomarlos, editarlos y adaptarlos para ti, lo importante es que los hagas tuyos y que luego los uses al tomar decisiones difíciles o frente a oportunidades muy buenas, porque a veces el riesgo llega vestido de traje y se presenta como la mejor decisión de tu vida.

1.  Solo tomaré las oportunidades que pueda aprovechar al máximo y ganar en ellas y dejaré pasar las buenas oportunidades que no podré aprovechar (por muy buenas que parezcan).

Este principio lo aprendí muy bien cuando me metí a alquilar un local solo porque estaba bien ubicado y tenía buen precio, pero no tenía ni idea de qué iba a poner allí y terminó en un desastre y una pérdida financiera en el peor momento. Aléjate de la desesperación de “aprovechar todas las oportunidades” que te vende el mundo actual. Cuando tomas oportunidades que no puedes o no sabrás explotar, la oportunidad se termina convirtiendo en una impertinencia.

2. Me enfocaré en hacer crecer la empresa cuando la empresa YA HAYA demostrado rentabilidad, y no caeré en la trampa cazabobos de crecer PARA alcanzar rentabilidad.

Este lo aprendí de mis clientes que se metían en estructuras cada vez más grandes y caían en la vorágine de crecer y crecer para “al fin poder tener ganancias”. Bueno, no pasa. Si un negocio no es rentable siendo pequeño, es posible que no lo sea tampoco cuando sea grande.

3. No caeré en la trampa de la rapidez que el mundo me quiere vender. Entenderé que me puedo tomar el tiempo y copiar el principio de Apple: podemos llegar tarde, pero siempre llegaremos mejor.

Desde que escuché esta frase de un analista de Apple, me quedó incrustada en el cerebro, porque yo siempre he sentido que llego tarde, que me tomo mi tiempo, pero también tengo mejores resultados. Así que lo incluí en mi lista.

4. Recordaré todos los días y en cada paso que el enfoque y la especialización son los mejores amigos de la rentabilidad.

La diversificación es eso que las empresas que empiezan a morir usan como salvavidas. Además de que una empresa no podrá alcanzar la excelencia haciendo muchísimas cosas a la vez.

5. Seré valiente para quedarme en aquellos espacios en los que gane y no caeré en la cobardía de mantener clientes, líneas de negocio y cuentas que me hagan perder, solo para mantener un negocio “grande”, pero enfermo, o porque mis competidores “están haciendo eso”.

Si algo hay que aprender en el mundo de los negocios es que más grande y mejor son 2 palabras que muy pocas veces van juntas. He visto como dueños de negocio entran a líneas y relaciones dónde no ganan para verse más fuertes. Esto a largo plazo no da resultados

6. Jamás me enfocaré en las ventas como indicador principal porque entiendo que la empresa no gana cuando vende, sino cuando retiene. Me enfocaré en utilidades y rentabilidad, entendiendo que solo llegan y son sostenibles cuando creamos valor para el cliente y tenemos una gestión interna eficiente.

Recuerda: las ventas son un indicador engañoso, embelesa a los que no saben nada de negocios.

7. No entraré o me mantendré en negocios que no estén alineados con mis objetivos ya sea de ganancias, de tiempo, de estilo de vida.

Los negocios deben satisfacer a los clientes, pero también a los dueños. Si el negocio crece a costa de la salud o estabilidad de los dueños, no será sostenible. O defines la vida que quieres que te dé tu negocio, o el negocio se terminará llevando toda tu vida.

8. Elegiré solo diamantes para mi equipo y dedicaré tiempo a su desarrollo, aunque me tarde y me cueste más, porque solo con personas que comparten los valores de la empresa y que tengan las capacidades para desarrollar su trabajo, se puede construir empresas que permanezcan, ganen y crezcan.

Recuerda que ninguna gran empresa depende de su fundador. Busca gente y desarróllala.

9. Me enfocaré solo en aquello que controlo: mi ventaja competitiva, mi gestión interna y mis decisiones como empresario. No me dejaré arrastrar por lo externo que no controlo, como el ruido del mercado, las decisiones de los competidores, los vaivenes de la economía. No dejaré que estas cosas me quiten el sueño o me quiten el foco de lo importante, porque eso no está bajo mi control. Lo que controlo es lo que yo decido y hago de mi empresa.

Si dedicas tiempo en los factores externos sobre los que no tienes ningún poder o influencia, te embarcarás en una lucha que te llenará de frustración y desesperanza, y te dejará sin energía para poner el foco en lo que si puedes controlar. En cambio, cuando te enfocas en la gestión del negocio, en lo que funciona, en lo que controlas, diriges tu atención a lo que si puedes hacer, y ganas allí.

10. Me enfocaré en crear reputación empresarial y crecimiento sólido que permita que la empresa permanezca. Nunca en contratos pasajeros ni en negociaciones fugaces dependientes de relaciones que no controlo.

En nuestros países latinoamericanos hay mucho de negocios de oportunidad, muchas veces son negocios de relaciones. El problema es que cuando la relación se acaba, se acaba el negocio. No busques negocios de oportunidad, haz de una oportunidad una empresa que permanezca.

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