5 preguntas antes de pedir un préstamo empresarial

Hace unas semanas escribí este post sobre diversas maneras para financiar tu negocio, ya sea que estés empezando o querés hacer una inversión adicional.

Una de esas maneras era precisamente pedir un préstamo empresarial y, producto de las preguntas y dudas que surgieron a partir de ese post, hoy quiero platicarte detalles sobre la mejor manera de hacerlo.

Y es que solicitar un préstamo bancario implica mucho más que llenar papeles y bajar todos los santos del cielo. Entre otras cosas, necesitás considerar el estado de tus finanzas personales y las de tu empresa, cómo vas a hacer para pagar el préstamo y cuánto dinero realmente necesitás. Éstas son algunas de las preguntas claves que debés hacerte antes de iniciar una aplicación.

1. ¿Cuánto dinero necesito… realmente?

Uno de los grandes errores que cometemos tanto en nuestras finanzas personales como en las empresariales antes de pedir un préstamo es ni siquiera tomarnos el tiempo de calcular cuánto necesitamos realmente.

He visto ya a muchísimas personas que hacen cálculos al aire, o en su cabeza (más o menos de la misma manera en que calculan cuánto van a gastar en el mes) de este monto y el resultado es que necesitaban mucho más… o mucho menos.

Así que antes de acercarte al banco, asegurate de tener un buen manejo de la cantidad de efectivo que realmente necesitás y la mejor manera de determinarlo es creando una proyección de flujo de caja mensual o de la inversión que vas a hacer.

2. ¿Me ayudaré ese préstamo a crecer?

Si estás pidiendo prestado $10,000.00 dólares para poder pagar tu nómina esta quincena u otros gastos regulares del negocio, este préstamo NO te generará más ingresos y, en todo caso, te convendría más un factoraje.

¿Por qué? Pues porque si lo que tenés es un problema de flujo, ese préstamo te ayudará en este mes, pero ¿quién te asegura que dentro de 6 meses no estarás en la misma situación?

Por el contrario, el dinero del préstamo se debe poner en las partes de la empresa que generará más ingresos en el tiempo y ayudará a reducir las necesidades futuras de préstamos. Por ejemplo, si tomo un dólar, lo meto en mercadeo o ventas y esto me ayuda a generar más ingresos, todo habrá valido la pena. Recordá que se trata de hacer crecer el negocio.

3. ¿Tengo el flujo de caja correcto para pagar?

Cuando como personas o como empresa consideramos pedir un préstamo, normalmente solo pensamos en la “parte bonita”, es decir, cuando me entregan el dinero; pero se nos olvida la otra parte, que es la cantidad de meses o años que voy a pasar pagando de regreso y, sobretodo, cómo voy a reorganizar mis finanzas (personales o de la empresa) para hacer frente a esta cuota.

De esta manera, el banco te pedirá proyecciones financieras y ahí debés incluir tu plan de repago de esa deuda. ¿Qué buscan? Sencillo: que con tu nivel de ventas proyectado podás hacer frente a tus gastos, pagar lo que debés y que aun te quede algo de utilidad.

Si tus proyecciones muestran que a duras penas vas a poder pagar, puede ser un riesgo significativo, porque si se te llega a ir un cliente ¿aun podrías hacer frente a tus responsabilidades?

4. ¿Están mis finanzas personales ordenadas?

En dependencia del tamaño de tu empresa, el banco puede querer saber cómo están tus finanzas personales: ¿tenés grandes deudas de consumo como tarjetas de crédito o préstamos personales? ¿Estás pagando un crédito hipotecario?

Y es que hasta que tu negocio alcance un tamaño sustancial, el banco va a depender en gran medida de tu estado financiero personal y récord crediticio para determinar la solvencia de tu negocio. Así es que si en estos momentos tenés un alto nivel de endeudamiento y/o has caído en mora, es posible que el préstamo que necesitás no se de.

5. Si me muero, ¿cómo se pagará el préstamo?

Sé que la muerte es una de esas cosas que en lo que a la mayoría no nos gusta pensar. Pero, en el caso de tu muerte, un préstamo comercial no pagado puede afectar a tu familia. Muchos creen que si algo les sucede, pues “mala suerte para el banco” y ya. Pero si tenés una póliza de seguro de vida considerable, por ejemplo, el banco podría querer pagarse con eso.

Antes de pedir un préstamo, hacé la tarea de averiguar cuál es la política del banco en el caso de muerte de ese crédito particular que querés pedir para determinar cuál es la mejor manera de proteger a su familia.

Finalmente, siempre tené presente que el proceso de solicitar un préstamo suele llevar algo de tiempo y que no es uno, sino varios documentos los que te van a solicitar. Entre más ordenadas llevés tus finanzas personales y las de tu empresa, más fácil se te hará recoger la información que necesitás y que te den el préstamo.

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