Las lecciones que una noche de Monopoly me dejó

Monopoly

Hace unos meses mi novio invitó a varios amigos para jugar monopolio al apartamento. Yo tenía AÑOS sin siquiera ver el juego y el solo nombre me transportaba a unos 20-22 años atrás, cuando jugaba con mi familia.

Comencé jugando porque, pues, había que jugar, ¿no? A medida que me fui acordando de cómo era y lo mucho que uno se divierte, también me fui emocionando. Varias horas más tarde, ¿adiviná qué? ¡Gané el juego! Y en el camino fui haciendo unas cuantas notas mentales de lo mucho que este juego te puede enseñar de la vida, los negocios y las finanzas.

Así que por acá te comparto mis 7 lecciones:

  1. Elegís una pieza que te represente ante los otros jugadores. Es como una persona pública y podés elegir quién ser. A menudo la cara que presentamos en público es casi como una imagen del juego: es lo que queremos que los otros vean de nosotros. ¿Cómo querés que el mundo te vea? Es tu trabajo escoger esa cara –o esa pieza- cuidadosamente para que represente quiénes somos y cómo queremos que nos perciban.
  1. Podrías terminar en Baltic Avenue o Boardwalk, todo está en tirar los dados. Se podría escribir todo un libro filosófico alrededor de esto: ¿nos toca una vida o la hacemos? Al final, hay muchas cosas que nos tocan y no podemos escoger: nuestros padres y el ambiente en el que nacemos, las condiciones económicas, etc. Y, en este sentido, lo mejor que podemos hacer es aceptar esas cosas que NO podemos cambiar para enfocarnos en aquéllas que SÍ podemos y reaccionar de la mejor manera ante las situaciones que la vida nos presente.
  1. Sólo recibís dinero a medida que avanzás en el tablero. A excepción de algunos, la mayoría de nosotros debe trabajar para conseguir dinero y por lograr sus metas y esto solo sucede a medida que fluís y avanzás. Quedarte estancado, viviendo sin pasión y vitalidad, no sirve de nada.
  1. Nadie quiere ir a la cárcel.. a menos que jugar sea un problema mayor. ¿Recordás ese momento en el juego, cuando todas las propiedades pertenecen a alguien y caer en alguna implicaría pagar mucho dinero? En esos casos, lo mejor que te puede pasar es ir a la cárcel y quedarte ahí. Obviamente no es eso lo que estoy recomendando, pero en ocasiones cuando la vida parece difícil y no sabés qué hacer, tomar un tiempo fuera puede ser lo mejor para pensar y decidir.
  1. Podés ganar mucho dinero si otros visitan tus propiedades, especialmente si las has desarrollado. Necesitamos las acciones y contribuciones de otros para ganar en la vida. No somos seres apartes, sino que todos estamos relacionados y conectados en el mismo tablero. Entre más desarrollés tus habilidades y capacidades, mejores oportunidades tendrás cuando otros vengan hacia vos.
  1. Las negociaciones deben ser oportunas e inteligentes. En este feroz juego, así como en la vida, debés poder negociar con tus compañeros de manera efectiva. Si sos dueño de todas menos una de las propiedades rojas y uno de los jugadores la tiene, tendrás que negociar con prudencia y analizar los pros y contras de tal transacción: lo mismo ocurre en la vida real; a veces debemos ceder para conseguir una oferta mejor, pero nunca ser una presa fácil.
  1. Nadie nunca ganó monopoly sin invertir. Si solo te quedás viendo cómo tu efectivo crece y no lo invertís, eventualmente ese dinero solo te servirá para desembolsar y pagar cada vez que caigás en una propiedad. Esto tampoco quiere decir que debés comprar TODAS las propiedades, sino que debés tener una estrategia de inversión que te permita ganar dinero sin quedarte sin efectivo para tus gastos.

¿Quién lo diría? Un juego de niños con grandes lecciones para la vida y nuestras finanzas en la edad adulta. Así que te  dejo una recomendación: si tenés hijos, que tu próximo regalo sea un juego de monopolio, en el que cada vez, ahondés en una lección ;).

¿Y vos? ¿Has jugado monopolio? ¿Qué otras lecciones te ha dejado? ¡Compartilas con todos!

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