Graduarse como padres previsores: ahorrando para la universidad de tus hijos

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Una de mis mejores amigas pronto va a ser mamá. Nuestras conversaciones que antes eran sobre las clases, el voleibol, las dietas, los amores, las salidas y la inmortalidad del cangrejo, se han transformado en doctores, ultrasonidos, el tamaño del frijolito, ropa de embarazadas, malestares, cunas, etc. y  esto me ha hecho pensar en lo que cuesta un bebé; esto no es noticia nueva, todos los papás y mamás siempre dicen “qué caro es tener un hijo”. 

Y aunque a veces los hijos lleguen sin avisar y no estemos listos emocional ni financieramente para ellos, una vez que están aquí, sabemos que hay gastos que van a venir y para los que sí nos podemos preparar con anticipación, por ejemplo: la educación.

El bebé no ha nacido –y digo “el” porque yo juro que es niño– y los papás ya se lo imaginan graduado de la universidad, caminando por la tarima de toga y birrete, y recibiendo su diploma de licenciado –doctor o ingeniero-. Ver a sus hijos hechos unos profesionales exitosos es el sueño de toda mamá y papá, ¿es o no es? Entonces, si ya sabés que en 18 años te va a tocar desembolsar una buena suma de dinero para que este sueño se vuelva realidad y no una pesadilla, ¿por qué no empezar desde ya a ahorrar para lograrlo?

La educación universitaria es uno de los mejores regalos que se le pueden dar a un joven. Como dice mi mamá: es lo único que te voy a dejar. Tener una carrera es importante, no sólo porque te dan un cartón que podés colgar orgullosamente en la pared, sino porque es una llave que te va a abrir las puertas de un futuro exitoso. Y es que aunque sí haya millonarios que hicieron su fortuna sin un título (como Bill Gates o Steve Jobs) la realidad es que son la excepción más que la regla.

Si tus retoños están pequeños, quizás pensés que tenés tiempo de sobra para esa meta financiera y que ahorita existen otros gastos importantes que están primero y que debés cubrir. Sin embargo, el tiempo es oro y cuanto antes empecés a ahorrar, menor será la cantidad que tengás que apartar cada mes: Si en total necesitás $5,000 dólares, no es lo mismo que empecés en el año 0 del niño, que a los 15 años cuando está a punto de salir de secundaria.

Para demostrarlo, hice la siguiente tabla que muestra los precios actuales de diferentes carreras de la UAM (obtenidos de su página web). Éstas fueron escogidas al azar tomando en cuenta los rangos de aranceles. Para facilitar los cálculos, no se tomó en cuenta la inflación:

Costo Universidad

Como podés ver, la diferencia entre empezar a ahorrar cuando tu bebé nace, y cuando ya está en secundaria es significante. Ahorrando $50 dólares al mes desde el momento del nacimiento hasta su bachillerato, podés tener cubiertos los gastos educativos de tus retoños. Aún si considerás que este monto está fuera de tu presupuesto, podés empezar con $25 e irlo incrementando en la medida de tus posibilidades, pues a través de los años dejarás que la magia del interés compuesto haga su maravilloso efecto ;).

Una buena manera de empezar es abrir una cuenta de ahorro para esta meta en el momento del nacimiento, y en lugar de pedir ropa, zapatos, pañales y juguetes a los familiares y amigos, solicitarles que depositen el monto que puedan en esa cuenta. Así mismo, en cumpleaños, navidades y otras celebraciones posteriores, tanto ellos como vos, pueden ir engordando esa cuenta. Cuando tengás un monto significativo podés incluso invertir ese dinero en bonos a largo plazo, para terminar de juntar el monto necesario a través de los intereses ganados.

Finalmente, siempre existe la posibilidad de que tus hijos sean excelentes alumnos, bailarines o deportistas y consigan una beca, o que a falta de efectivo, pidan un préstamo al banco; pero bien dicen que es mejor prevenir que lamentar, y ahorrando el máximo monto posible estarás asegurando en gran medida su futuro exitoso.

¿Y vos? ¿Ya pensaste en el costo de la educación de tus hijos? ¿Ya empezaste a ahorrar?

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