Estudiar en el extranjero… y no morir de hambre en el intento

Ayer empezaron a llegar los nuevos estudiantes de la beca ICDF, con la que yo estoy estudiando en Taiwán. Porque sé lo difícil que es llegar a un nuevo país y no tener idea de… bueno… NADA!, y porque varios lectores me pidieron un post sobre cómo administrar tus finanzas personales cuando estudiás fuera, escribo esta entrada.

Empecemos por el principio, ¿cómo se hace para estudiar fuera? Aquí hay de dos sopas: o tenés el dinero para pagar tus estudios en el exterior –cosa que no es la realidad de la mayoría de los nicaragüenses- o conseguís una beca. Muchas personas me han dicho que soy “suertera” por estar becada para la maestría, y a ellos les respondo que conseguir una beca no se trata de suerte, ni es algo pegado al cielo tampoco.

Una de las ventajas de vivir en un país en vías de desarrollo es que hay muchos otros interesados en mejorar las condiciones de vida de la población y  en el desarrollo económico del mismo. Así, son varias las opciones de becas a las que se puede optar, no sólo está Taiwán –quien por cierto, da alrededor de 35 becas anuales-, podés ir a otro país de América Latina (México, Chile, Honduras, etc), Europa (España, Alemania, Holanda, Londres, Francia), Asia (Corea, Japón), Estados Unidos, Canadá y la lista sigue. Si de verdad estás interesado en estudiar fuera, lo podés hacer, no es cuestión de suerte (pues de hecho, muchas becas se terminan perdiendo)… es cuestión de que apliqués.

Ahora, independientemente de si vas a estudiar con recursos propios o ajenos, te dejo algunos tips para administrar tus finanzas personales en esta etapa de “estudiambre”.

Tipo de cambio: Es importante que antes de decidir a qué país vas, averigués cuál es el tipo de cambio, pues esto te da una idea de cómo andan los precios en cada lugar. Por ejemplo, el tipo de cambio en Taiwán con respecto al dólar es alrededor de 30NTD; en India, $1 dólar son 55INR, como resultado India (donde estaré los últimos 4 meses de mi maestría) es un país mucho más barato que Taiwán. También debés tratar de minimizar los costos por cambiar dinero, pues en la mayoría de los países, te cobran una comisión.

Cajeros automáticos: Si vas a sacar dinero en un ATM de una tarjeta nicaragüense, hay que tener cuidado con los cargos, y averiguar si la comisión que te cobran es porcentual al retiro, o un cargo fijo. Recuerden que todo pequeño gasto cuenta, y $5 dólares pueden hacer la diferencia si comés un día o no ;).

Tarjetas de crédito: La mayoría de los estudiantes que he conocido acá tiene una tarjeta de crédito propia o como extensión de la de sus papás para “emergencias”. Hacer compras con este crédito en el exterior te puede resultar muy caro, porque los bancos te cobran hasta un 3% por comisiones de compras internacionales.

Comida: Si tenés la oportunidad de cocinar –no es mi caso, pues ni cocina tengo- hacelo! Ir al súper, comprar los alimentos y cocinarlos en tu casa te puede ahorrar mucho dinero. Si no tenés esa opción, la comida típica del lugar siempre va a resultar más barata que las marcas conocidas.

Descuentos: En muchos lugares te ofrecen descuentos si mostrás tu tarjeta de estudiante: cines, museos, restaurantes, transporte, libros, etc. No desaprovechés ninguna oportunidad!

Viajes: Estás en otro país, tal vez en otro continente, por supuesto que querés conocer! Da click aquí para consejos de cómo ahorrar dinero cuando se viaja.

Presupuesto: Lo MÁS IMPORTANTE. Si vas a estudiar con dinero propio, averiguá –de preferencia, antes de irte- cuál es el costo de vida del país al que vas. Podés preguntarles a amigos o conocidos que estén viviendo o hayan vivido (en el pasado no muy lejano) cuánto gastaban cada mes y en qué gastaban. ¿Por qué preguntar en qué? Porque todos gastamos diferentes cantidades en diferentes cosas. Tal vez tu amigo te dice una suma estrafalaria, pero cuando ves sus gastos te das cuenta que salía todas las noches y compraba ropa cada semana.

Si vas a estudiar con una beca, y ésta sólo te cubre la colegiatura, podés seguir los pasos de arriba para saber cuánto te va a costar mantenerte.

En cambio, si tu beca es tan maravillosa como la mía, y además de la colegiatura te da una mensualidad para vivir, pues no te queda más que ajustarte. No te asustés, normalmente este tipo de becas te van  a dar un monto suficiente para que vivás, sin lujos, pero bien.

En cualquiera de los casos, si sos como la mayoría de los estudiantes, vas a tener recursos limitados, por  lo que haciendo un presupuesto, te asegurarás de que el dinero te dure el mes entero. Muchos aprendemos a vivir con menos de la mitad del salario que teníamos en nuestros países, pero eso sólo hace que te des cuenta que realmente gastabas en cosas innecesarias.

Yo llevo un registro EXACTO de mis gastos e ingresos –claro mi ingreso es el mismo cada mes-, y sé cuánto debo gastar al día en cada cosa. Así, si me paso en el almuerzo, le quito parte del presupuesto a la cena. Los rubros para presupuestarte dependen de cada persona, pero al hacer el tuyo, que no se te olvide incluir: comida, dormida,  libros y útiles escolares, teléfono, súper, lavandería, seguro de salud (en caso de ser necesario), transporte, salidas, etc. Y si te vas a pagar todo con tus recursos, podés sumar a esta lista: boletos de avión, visas, pasaporte, etc.

Ingresos extra: En la mayoría de los países, debido a las restricciones de la visa de estudiante o de la beca, no se te permitirá trabajar formalmente. Sin embargo, siempre hay algunas cosas que podés hacer para ganar dinero, por ejemplo: dar clases de inglés o de español, o ser tutor en alguna materia que seás experto. En algunas universidades se realizan estudios donde necesitan extranjeros y te pagan por algunos minutos de tu tiempo. Yo, por ejemplo, participé en un estudio en el que me gané $20 USD por decir qué pensaba de vivir en Taiwán y el método de estudio taiwanés. Mi amigo adicto al café fue más allá, e hizo de rata de laboratorio, en la que le conectaron cables al cerebro –literalmente- para monitorear sus ondas cerebrales mientras leía caracteres chinos.

P.D. Si de verdad están interesados en estudiar fuera, ¡dénse una vuelta por las embajadas y pregunten! Se sorprenderían de saber la cantidad de opciones que hay ;). 

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