Cambiar de país también afecta tus finanzas

productos modulares

A partir de hoy les escribo nuevamente desde Taiwán. Regreso a mi vida de vivir en un cuarto –compartido- en lugar de unapartamento, de comer fuera los 3 tiempos de comida, en lugar de comida casera y a hacerme a la idea de que un dólar aquí son 30 NTD, en lugar de 50 rupias.

¡O… cómo se sienten los cambios! Toda esta empacadera y desempacadera, pasar de 43 grados a 10 grados y de ver taiwaneses en la calle, en lugar de indios, me ha llegado. Lo confieso. Pero también me ha hecho pensar en el futuro. En dos meses estaré de regreso en mi amada Nicaragua y me tocará nuevamente adaptarme a un país, un clima y una moneda.

En estas primeras 24 horas de regreso en la isla bonita, me ha impactado el precio de las cosas. Y no es que no supiera el costo de vida, al final llevaba año y medio viviendo aquí cuando me fui, pero cuando te mudás, tu cerebro se acostumbra rápidamente a hacer transacciones en rupias en lugar de NTDs.

En India podía desayunar un omelette de tomate y cebolla, con 2 rodajas de pan por 30 rupias ($0.60 centavos de dólar), aquí podría pagar un poco más del doble por ese mismo desayuno. Cuando fui a almorzar hoy la pasta con verduras de siempre, pagué 140 NTD –un poco menos de $5.00 dólares-, en India almorzaba con $1.00 -$2.00 por día. ¿Y en Nicaragua? La verdad ya no me acuerdo.

Y es así. Cambiás de país, de ambiente, de personas, de clima… de todo, y sin darte cuenta tu cerebro se adapta con facilidad a esos cambios, al punto que, a pesar de que la primera semana comparás precios y convertís monedas para saber cuánto estás gastando, después te acostumbrás a tus nuevas condiciones y ya no tenés que hacer cálculos en la cabeza: inconscientemente sabés si lo que estás comprando es caro o barato.

Mientras en India vivía con aproximadamente $250.00 dólares al mes, aquí mi presupuesto es de $600.00, sin grandes lujos en ninguno de los dos países. Pagar una entrada al cine allá eran $4.00 dólares, aquí son $10.00 –y con descuento de estudiante-. Así, mudarte de país, también afecta tus finanzas personales.

Cuando ese cambio incluye un cambio proporcional en tus ingresos, no hay ningún problema. Por ejemplo, si te mudás a Inglaterra por un nuevo trabajo, podrás sentir los precios altos al comienzo, pero como tu salario es en libras, no tendrás ningún problema adaptándote a tu nuevo estilo de vida. El problema es cuando el cambio en gastos (léase incremento), no viene acompañado de un aumento en tus ingresos: y eso es justamente lo que me está pasando a mí.

No cabe duda que en 10 días me voy a haber acostumbrado al costo de vida en Taiwán –de la misma manera que lo hice en India- pero por el momento, hasta comprar una manzana me parece un robo ;).

De esta manera, cuando por cualquier razón te toque viajar a otro país, o incluso, a otra ciudad, asegurate de conocer antes cuánto cuestan las cosas en ese nuevo lugar, pues si llegás con la idea de gastar en comida, hospedaje y entretenimiento lo mismo que en tu país de origen, te podés llevar una no-muy-grata sorpresa.

¿Y vos? ¿Qué cambios de precios has sentido en diferentes países? ¿Cuánto tiempo te ha tomado adaptarte?

Comentarios

Artículos relacionados