¿Cada cuánto nos detenemos a pensar en nuestro futuro? Y no me refiero a lo que vamos a hacer durante las próximas vacaciones, sino a algo mucho más importante: la jubilación. Mientras en otros países, se les enseña a las personas a ahorrar para su retiro desde el primer trabajo –y cómo invertir ese dinero para hacerlo crecer- son pocas las personas en nuestro país que realmente se detienen a analizar de qué van a vivir durante sus años dorados.
Quizás sea porque no nos gusta pensar en el final de la vida, o en el momento en que ya no tendremos algo qué hacer, pues ciertamente el trabajo nos ocupa la mayor parte del día. Pero independientemente de las razones, realizar un plan para la tercera edad nos puede traer tranquilidad en el presente y un nivel de vida satisfactorio en el futuro.
Lamentablemente el sistema de seguridad social de nuestro país no es el más efectivo –ni lo ha sido por muchísimos años– por lo que si creés que con las prestaciones del INSS vas a tener una jubilación digna, estás muy equivocado. Y si sos joven y pensás que en unos años el problema se va a arreglar, no podrías estar más lejos de la realidad, pues en todo el mundo –no sólo en Nicaragua–, los sistemas de pensión están colapsando; esto debido en parte al hecho de que ahora las personas vivimos más –y por tanto necesitamos de una mensualidad durante mayor tiempo– y en parte a cálculos que subestimaban lo que cada persona debía aportar durante su etapa laboral.
Por otro lado, en Nicaragua es súper común que los hijos y nietos se terminen haciendo cargo de sus padres y abuelos durante sus últimos años de vida, y yo no sé ustedes, pero a mí no me gustaría ser una carga para mis hijos, en la época de mi vida que más voy a necesitar de dinero y de atenciones.
Y es que para que tus años dorados realmente brillen, no sólo se necesita tener cierto monto ahorrado para la comida, los gastos de la casa y los de salud, que tienden a incrementar año con año, pues conforme la edad avanza, también lo hacen las enfermedades. También se necesita dinero para diversión y esparcimiento, para hacer todas aquellas cosas que no pudiste hacer por falta de tiempo mientras estabas trabajando: retomar un hobbie que dejaste, viajar a lugares que no pudiste, aprender cosas que siempre quisiste… y claro, ¿qué abuelo no quiere consentir y malcriar a sus nietos? Pues, sin un plan de jubilación, nada de esto va a ser posible.
Entonces, ¿por qué en lugar de preocuparnos, no nos ocupamos del problema? Sentate un rato –con tu pareja si estás casada/o– y hacé cálculos de cuánto tiempo te falta para retirarte y cuánto dinero necesitarás para vivir durante ese tiempo. Entre más temprano empecés a ahorrar, menor va a ser el monto que tengás que separar para esto cada mes. Si vas a recibir una mensualidad del INSS, tomá este dinero como un “extra” durante esa etapa y no como la fuente principal de tus ingresos.
Para hacerte el proceso más fácil, Plata con Plática creó su propia calculadora de ahorro para el retiro. Te sorprenderá el número, lo sabemos, pero en serio, eso es lo que vas a necesitar.
El momento de empezar a ahorrar para tu jubilación es AHORA, no cuando terminés de pagar deudas, ni cuando tengás un mejor salario. Siempre hay otras cosas en las que podés dejar de gastar, y así utilizar ese dinero para empezar a engordar tu cochinito.
No te perdás los siguientes posts sobre cómo invertir tu dinero para hacerlo crecer y por qué el interés compuesto es tan maravilloso para los planes de retiro.
¿Y vos? ¿Ya empezaste a ahorrar para tu jubilación? ¿Ya sabés cuánto dinero vas a necesitar en tus años dorados?