Vivir bajo un presupuesto no significa no salir

 

Jamás. Si trabajáramos todos los días y, tras recibir el pago quincenal, solo pagáramos los gastos básicos y/o de primera necesidad, sin dejar un porcentaje a la diversión y el entretenimiento, seríamos muy infelices. Siempre lo digo: si uno trabaja, también tiene que disfrutar.

El asunto es que para no incurrir en gastos de más, deudas y una completa infelicidad financiera, es necesario hacerlo dentro de un presupuesto: programarte, sacar cuentas y establecer montos específicos para cada uno de los rubros… la diversión incluida. Si después ese monto se acaba y el mes aún no ha terminado, ni modo, se acaba y toca esperar al próximo mes. Creeme, nadie se muere por esto. 😅

Así lo hago yo. Tengo un presupuesto anual dividido en meses ya preparado, y unos días antes de que comience cada nuevo mes, lo ajusto: veo si hay gastos o ingresos de más ese mes y cómo voy a hacer para llegar a CERO. ¿Por qué cero? Porque debés tener un destino para cada uno de los centavos que ganás. Al final, la diferencia entre todos tus ingresos y todos tus gastos debe ser cero.

En mi presupuesto, el rubro de entretenimiento –donde incluyo el pago mensual a Netflix, idas al cine, a comer, al café, regalos de cumpleaños míos y de los niños y compras de libros– corresponde más o menos al 12%-15% de los ingresos, dependiendo de otros gastos importantes y claro, de cómo van a estar los ingresos.

Como verás, no me encierro en mi casa negándome a gastar, pero tampoco hago fiesta y dedico un gran porcentaje a esto. Todo se puede hacer dentro de un presupuesto y como el monto que tengo disponible es limitado, siempre estoy buscando opciones para gastar menos y así estirar al máximo el dinero, es importante que acá seás realista con tu rubro de entretenimiento porque hemos descubierto en distintas conferencias y talleres en los que trabajamos el presupuesto COMPLETO con las personas que al inicio ponés montos súper bajos porque a vos te parece que de una te vas a limitar del 100 al 10 y cuando te das cuenta, no solo te pasaste del presupuesto, sino que no es realista tampoco para el siguiente mes.

Cuando tenés pareja, esto implica además, llegar a un acuerdo porque cada uno tendrá gustos y antojos diferentes todo el mes. Por ejemplo si a tu novio/a o esposo/a le gustan las alitas y vos no sos gran amante de ellas, una vez al año no hace daño para los dos y al revés, si a vos te gusta la pasta y él no es gran amante de las pastas, todo se trata de encontrar un punto medio para su presupuesto y organizarlo de tal manera que ambos puedan estar tranquilos mes a mes.

¡Cuidado con los amigos/as! No es que te pongan una pistola en la cabeza para salir pero muchas veces pasa que tu presupuesto dice que ya no podés gastar más de XXX monto y viene un amigo y te invita a un lugar que ni en tus sueños vas a poder cubrir con eso que te queda hasta finalizar el mes. Que no te de pena poner sobre la mesa que querés salir con ellos, compartir un rato pero buscando una opción con la que todos se sientan a gusto y sea amigable con el bolsillo y hasta se pueden planificar con alguna promoción que ofrecen algunos bancos para ahorrar un poquito.

Eso sí, antes de usar cualquier promoción, recordá que el beneficio debe ser MAYOR que el costo. ¿Cómo así? Bueno, si vas a ir a comprar algo solo porque te sale más barato, pero ni lo habías presupuestado ni tenés el dinero para hacerlo, entonces estarías perdiendo el sentido de usarlo. Recordá que la idea es estirar el dinero dentro del presupuesto que ya hiciste para que te permita hacer más o gastar menos…. no gastar más.

Comentarios

Artículos relacionados