Por qué escribí un libro de Finanzas para Mujeres

El caso de Adriana:

Hola. Acabo de leer tu blog acerca de las deudas. Mañana tengo que cancelar sí o sí una deuda y no tengo cómo.

Mi solución a tanta desdicha y dolor es el suicidio, pero no estoy sola. Tengo 3 niños y me iré con ellos, mi esposo está estresado por las deudas. No dormimos, ni hablamos, la estamos pasando mal.

Mis hijos no tienen porqué pasar necesidades. Estoy nerviosa, el cuerpo me tiembla al dormir, mi corazón late muy fuerte, tengo miedo.

Sufrí un tiempo de atasques de ansiedad, pánico y depresión moderada. Estuve medicada, pero intenté hacerlo por mi cuenta y dejé la medicación porque además no tenía dinero para solventar las medicinas.

Me siento culpable por eso. Me  siento culpable por las deudas y no sé qué hacer. Duermo y sueño es ahí donde quiero estar ,en mis sueños, ahí soy feliz estoy tranquila todo es como antes somos felices, lo tengo todo.

Pero despierto y mi realidad me supera, me deprime, tengo miedo. No sé qué hacer, esta persona es muy problemática y vive cerca de mí. Vendrá a cobrarme y no le tendré respuesta alguna . Gracias por leerme. Solo quería poder charlar con alguien abiertamente.


El caso de Luisa:

Hola Ela. Estoy viviendo una situación terrible en mi casa con mi esposo. Me quiero ir, me quiero divorciar y nunca más volverlo a ver pero no puedo. Y todo porque dependo 100% financieramente de él.

Cuando me casé los dos trabajábamos. Luego vinieron los hijos y ambos tomamos la decisión de que lo mejor para nuestra familia es que yo me quedara en casa y él trabajara. Me siento tonta de haberme dejado convencer de que con su salario bastaba.

Si bien nunca nos ha hecho falta nada en términos de dinero, nuestra relación dio un giro total al poco tiempo de eso. Hoy tenemos 3 hijos y después de más de 10 años de no trabajar, me da terror ir a buscar algo. Siento que nadie me va a contratar.

Mi esposo es alcohólico, toma todos los días, me ha golpeado, me insulta y sé que anda con muchas mujeres. Lo que más quisiera es irme, dejarlo, nunca volverlo a ver, pero yo y mis hijos dependemos de él. Y él lo sabe.

Cuando nos peleamos, descaradamente me dice que para dónde me voy a ir, si nadie me va a querer y que si me voy, no me va a pasar ni un peso para mis hijos y yo no los quiero afectar a ellos.

Sé que en parte es mi culpa por haber dejado de trabajar.

 

Esos dos testimonios que te acabo de compartir son apenas una fracción de todas las historias que he recibido cada día durante los últimos 11 años, desde que comencé a dedicarme a la Educación Financiera.

El 30 de junio del 2022 publiqué mi primer libro “Mujeres y Finanzas” y continuamente me han preguntado -a veces también cuestionado, sobre todo hombres- el porqué un libro de finanzas enfocado en mujeres y no uno de finanzas en general… o uno para hombres.

Y hoy, a propósito del Día Internacional del libro, quiero contestar esta pregunta.

Cuando comencé

Cuando yo comencé a escribir de finanzas, mientras estudiaba el MBA en Asia, allá por el 2012 y 2013, realmente no tenía un enfoque. Creía firmemente que las finanzas eran importantes para todos (¡lo son!) y que no había distinción entre hombres, mujeres, jóvenes, adultos, con o sin hijos, etc.

Pero a medida que el tiempo fue pasando, de manera casi natural, los lectores y personas que me seguían en redes sociales se iba modificando. Ya no era un 50%-50%, sino que de más mujeres me comenzaron a leer… hasta que hoy son un 80% mujeres y un 20% hombres.

Cuando comencé a dar conferencias y talleres para empresas y a escuchar de primera mano las experiencias de tantas personas, aprendí también que las finanzas las vivimos -¡las sufrimos!- de forma diferente los hombres y las mujeres. Y entendí que en este juego financiero, llevamos las de perder.

Fue así que después de varios años queriendo escribir un libro e incluso habiendo empezado varios y dejándolos después, a mediados del 2021 comencé a escribir “Mujeres y Finanzas”.

Y para responder entonces la pregunta del millón de dólares, aquí te cuento:

1.La mayor vulnerabilidad de las mujeres

Sí, las finanzas son importantes para todos porque todas las personas manejamos dinero todos los días y nadie nos ha enseñado a hacerlo de la forma correcta. Peeeeeeero, en el caso de las mujeres, esa falta de educación financiera sumado a la brecha salarial, la cultura y hasta la expectativa de vida, hace que el juego sea más pesado. Te lo cuento en este video:

2.Hay un efecto diferente cuando las mujeres aprendemos de dinero.

Resulta que las mujeres, por naturaleza, somos multiplicadoras de conocimiento. Cuando las mujeres aprendemos de finanzas no solo nos vemos beneficiadas nosotras, sino que compartimos eso con nuestros hijos e hijas, padres y madres, hermanas y hermanos, pareja, amigas y amigos y todo el que quiera escuchar.

Ese acto que parece sencillo es super poderoso porque ayudamos a replicar un conocimiento que la mayoría carece y que mejora automáticamente la vida de todos.

Ahora, esto no quiere decir que cuando los hombres aprenden de finanzas la sociedad no se ve influencia. Pero es diferente. Normalmente, cuando los hombres tienen bonanza financiera, hay un efecto en el bienestar financiero a su alrededor: quizá mejor escuela para los hijos, más dinero para el hogar y más ayuda para los padres. Pero como no comunica y replica el conocimiento, solo se queda con él.

Es así cómo la combinación de estos dos grandes factores, la mayor vulnerabilidad de las mujeres y el hecho de que somos multiplicadoras de conocimiento, me llevaron a decidirme por un libro de finanzas para mujeres.

Porque la educación financiera es un camino de auto-cuidado y amor propio. Y porque

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