Niveles de Independencia Financiera según Morgan Houssel

Morgan Houssel es uno de mis autores favoritos de los últimos tiempos. En el 2021 leí su primer libro: The Psychology of money y LO AMÉ. Es, probablemente, el mejor libro de Finanzas personales que he leído en mi vida.

El año pasado sacó su segundo libro: Same as Ever. Y en cuanto salió, lo compré y lo leí. No decepcionó. Es un libro increíble.

Así pues, Morgan se ha convertido en una de esas personas que sigo en todos lados: escucho sus podcasts, compro sus libros, sigo sus tuits, leo sus artículos. Me parece un pensador de otro nivel que no habla únicamente de finanzas, pero que todas sus reflexiones sí nos llevan a re-plantear cómo manejamos nuestro dinero.

Recientemente descubrí esta categorización que hace sobre la independencia financiera, porque como he dicho en múltiples ocasiones:

Así pues, la idea de que hay niveles y no un único concepto me encantó porque es más amplio y puede ayudar a cada uno a encontrar su propio nivel.

Acá te va. Situate a vos mismo, a tu negocio y a otras personas que conoces en esta lista.

Nivel 0: Completa dependencia financiera de la amabilidad de extraños que no tienen ningún interés en tu éxito. Mendigar cuando no se puede trabajar, o empresas que dependen de conseguir dinero de inversores primerizos a los que no les importa si fracasas.

Nivel 1: Completa dependencia financiera de personas que quieren que tengas éxito porque les caes bien y su reputación está ligada a tu éxito. Los niños menores de 15 años, mantenidos por sus padres y generalmente demasiado jóvenes para trabajar, entran en esta categoría. Lo mismo ocurre con las empresas respaldadas por amigos y familiares que no tienen intención de recuperar su dinero.

Nivel 2: Dependencia financiera total de personas con intereses creados en tu resultado financiero. Empresas poco rentables pero prometedoras respaldadas por inversores que podrían obtener un rendimiento significativo de sus inversiones y, por tanto, es probable que sigan apoyándote.

Nivel 3: Capacidad de mantenerte parcialmente a vos mismo añadiendo valor para los demás, aunque seguís dependiendo en cierta medida del apoyo externo. Jóvenes que trabajan pero dependen de sus padres para cubrir lo que consideran necesidades básicas de su estilo de vida. O empresas que podrían ser rentables si modificaran su estructura de costos, pero que siguen necesitando dinero de los inversores para financiar su crecimiento.

Nivel 4: Capacidad para mantenerte plenamente añadiendo valor para otros, pero un valor que es marginal y fácil de sustituir. Se trata de una categoría común tanto para las personas como para las empresas. Es agotadora y tenue. Huele a independencia, pero un jefe o un cliente siguen siendo los dueños de tu día a día y pueden dictar tu futuro.

Nivel 5: Ahorros suficientes para cubrir los problemas corrientes. Podés soportar los problemas que toda persona o empresa debería experimentar de forma habitual, sin arruinarte.

Nivel 6: Ahorros suficientes para hacer frente a grandes problemas imprevistos. Seguís dependiendo de tu jefe o de tus clientes para salir adelante mes a mes, pero si se produjera una crisis probablemente estarías bien durante un periodo de tiempo razonable.

Nivel 7: Ahorro para la jubilación, ahorro para la educación y evitar las deudas de consumo y del automóvil. Seguís dependiendo de jefes y clientes, pero podés prever un momento en el que tus ahorros actuales te abran un nuevo nivel de independencia para vos y tu familia. Éste es el objetivo más realista para la mayoría de la gente.

Nivel 8: La capacidad de elegir un trabajo, o clientes específicos, que evite los ejemplos más atroces de tonterías y molestias innecesarias en tu vida. Seguís dependiendo de jefes y clientes, pero tenés la libertad de decir: «No, tú no. Encontraré a otro», cuando te sintás demasiado frustrado.

Nivel 9: Sentirte lo suficientemente cómodo con tu estatus social como para no tener la necesidad de exhibir tus plumas de pavo real con caros bienes de consumo cuyo único valor es la señalización. La incapacidad para hacer esto es una forma oculta de deuda y dependencia que existe, y se acumula en las personas que creen erróneamente que son lo suficientemente ricas como para ser independientes.

Nivel 10: La capacidad de decir no a los bancos, cuya deuda no necesitas, incluidas las hipotecas. La deuda puede ser un capital barato, pero te mantiene en deuda con otros, dueños de una parte de tus futuras decisiones y necesidades de liquidez.

Nivel 11: Pocas situaciones realistas te harían retroceder a vos, a tu empresa o a tu familia por debajo del Nivel 5. Podrías mantenerte durante un año o más con tus ahorros líquidos. Es la primera etapa verdadera de independencia. Ahora podés decir «No» a casi todo el mundo, con altas probabilidades de recuperarte de las repercusiones.

Nivel 12: Los intereses y dividendos cubren más de la mitad de tus gastos de subsistencia. La mayor parte de esta independencia se debe a un estilo de vida frugal, más que a grandes activos. Te das cuenta de que los deseos de un estilo de vida se acumulan más rápido que casi cualquier activo.

Nivel 13: Tus activos y expectativas razonables de rentabilidad cubrirán los gastos básicos de subsistencia durante más tiempo que tu esperanza de vida. Felicidades. Ya no dependes de jefes o clientes. Podés tratar con ellos si querés, y probablemente lo harás. Pero sólo si querés, cuándo querés y con quién querés. Lo cual se siente bien.

Nivel 14: Tus activos cubren los gastos de subsistencia por encima de lo básico con activos y tus expectativas razonables de rentabilidad. Podés definir «por encima de lo básico» como querrás. Varía según la persona. Recordá lo que dice Chris Rock: «Si Bill Gates se despertara con el dinero de Oprah, saltaría por la ventana».

Nivel 15: La independencia te permite hacer y decir lo que te plazca, sin preocuparte de que otras personas no estén de acuerdo con vos, ya que no dependés del apoyo ni de las oportunidades que puedan ofrecerte.

Nivel 16: La filantropía significativa es la única forma razonable de que tus activos no se acumulen más rápido de lo que gastas.

Este es, para mí, uno de los temas más importantes de las finanzas. Todo el mundo es diferente. Pero aunque casi todo el mundo puede adaptarse a sus cosas, tener el control de tu tiempo a través de la independencia siempre te parecerá estupendo cuando lo tengas y siempre será una carga miserable cuando no lo tengas.

Comentarios

Artículos relacionados