¿Pagar en menor plazo o con menor mensualidad?

 

¿Desea disminuir el monto de su mensualidad o el plazo de su crédito? Es lo que el o la amable ejecutiva del banco te va a preguntar cuando llegués a hacer un abono extraordinario. Y es ahí cuando tu cerebro empieza a jugarte una mala pasada.

A nuestro cuerpo entero, cerebro incluido, le gusta el placer y es por esta razón que constantemente estamos buscando la gratificación instantánea y no la retardada. ¿No me creés? Aquí te van un par de ejemplos: pudiendo ahorrar un par de meses para comprar un TV nuevo, preferís comprarlo al crédito, pagando cuotas bajas, pero intereses altísimos –llegando a pagar hasta el 300% del precio- con tal de tenerlo ya; o el día que te pagan la quincena, decidís irte a celebrar con tus amigos, aunque eso signifique que tres días antes del siguiente pago, vos estás en cero.

Así, retomando la pregunta con que inicio este post, lo que tu mente te dice es que mejor le bajás a la mensualidad y no al plazo, y automáticamente comenzás a sacar cálculos al aire de todas las nuevas cosas que vas a comprar o lugares donde vas a ir con la diferencia: ¡grave error!

¿Por qué?

Antes de buscar la gratificación instantánea, que sería bajar la cuota de la mensualidad, para contar con más efectivo mes a mes, tal vez te convenga saber que siempre es más inteligente deber dinero durante menos tiempo ¿La razón? ¡Los intereses y las comisiones! No perdás de vista que los intereses son, durante una gran parte de la vida del crédito, el mayor componente de tu mensualidad. De esta forma, mientras más rápido pagués tu crédito, menor cantidad de intereses vas a pagar, aunque una mensualidad más pequeña pudiera sugerir lo contrario.

¿Siempre, siempre es así? Bueno, como en todo, depende. Por regla general sí deberías buscar cómo reducir el plazo, para desperdiciar menos dinero en intereses, comisiones, seguros, gastos administrativos, etc. Sin embargo, si por alguna razón tus ingresos se ven reducidos drásticamente o no tenés la seguridad de conservarlos en el futuro cercano, optar por bajarle a la mensualidad, podría darte un respiro sin dejar de hacer frente a tus obligaciones.

En conclusión, si vos estás pagando una deuda, sobre todo con altos intereses, y te cae un dinerito extra, no dudés en abonar lo más que podás al pago de esa deuda, y cuando en el banco te hagan la famosa preguntita, respondé con seguridad: abono al plazo. Te estarás yendo por la gratificación retardada, pero saliendo más temprano de la deuda vas a poder darle rienda suelta a tu imaginación y gastar el dinero en lo que a tu cerebro le da placer.

¿Y vos? ¿Has tenido dinero extra en tus manos y has ido a pagar tus deudas? ¿Qué pediste que se te redujera: el plazo o la mensualidad?

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