¿Influye tu educación financiera en la productividad empresarial?

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Las grandes empresas saben que cuando los trabajadores están felices, se convierten en los mejores embajadores de la empresa… pero qué difícil puede ser lograr su felicidad, cuando los problemas en su vida personal no les permite rendir al máximo en su trabajo. Así, uno de los factores de mayor impacto sobre el estrés de las personas, suele ser el financiero.

La mayoría de estos problemas provienen de la falta de educación y cultura financiera una condición que nos impide tomar las mejores decisiones con respecto a nuestro dinero. Una persona con una vida financiera saludable es aquélla que conscientemente planea el destino que dará a sus ingresos, identifica la diferencia entre necesidades y deseos, asume las deudas que sabe puede manejar y reconoce la importancia de planificar su futuro financiero.

¿Sabías que según estimaciones de la Reserva Federal de Estados Unidos, los empleados estresados financieramente dedican aproximadamente 20 horas de su horario laboral tratando de resolver sus problemas financieros? Esto, evidentemente afecta la productividad de cualquier empresa. ¿Te imaginás lo que podrías estar produciendo con 20 horas más de trabajo por cada uno de tus colaboradores?

Y aquí el asunto es que nadie nos enseña a manejar nuestro dinero. Un conocimiento que debería de comenzar desde pequeños e ir aumentando en complejidad a medida que vamos creciendo, suele estar ausente, pues en los hogares nicaragüenses solemos escuchar de dinero cuando no hay: cuando falta, cuando hay problemas o cuando hay deudas. De esta manera, nos vamos criando con una mala relación con el dinero.

Aprender a presupuestar y a vivir con lo que te alcanza –así querrás ganar más-, separar un monto de tus ingresos para tu futuro-yo, pedir deudas solo cuando vayás a tener un beneficio (más allá de la compra) por ese crédito, o invertir para hacer crecer el dinero que tanto trabajo te cuesta ganarte, son temas de las finanzas personales que nos son lejanos y muchas veces incomprensibles. Todos deberían ser parte del pan nuestro de cada día.

En este sentido, me he encontrado con personas que creen que porque tienen ciertos estudios, carreras o puestos, se conocen todo el deje y maneje de las finanzas personales. Y no es así. No necesariamente porque hayás estudiado administración o contabilidad, quiere decir que sepás cómo administrar tu dinero adecuadamente. No porque te hayás convertido en un gran empresario quiere decir que sepás sacarle el jugo a tu dinero personal.

La educación financiera importa y es para todos, no distingue entre sexo, edad, raza, profesión, ni estrato social. Si hay algo que todos usamos todos los días, es el dinero y dado que todos tenemos recursos limitados, es imprescindible que lo usés para aquello que te hace feliz.

Problemas para las empresas
Antes de la maestría y de dedicarme a este mundo de las finanzas personales, tuve la oportunidad de trabajar en algunas empresas en México y otras en Nicaragua y, curiosamente, en ambas empresas en este país, hubo casos de robo.

En la primera empresa, el arquitecto aprendió a falsificar la firma de uno de los gerentes, firmaba los CK que supuestamente tenía que pagar a alguien que rentaba un terreno… y evidentemente los CK los canjeaba él.

En la segunda, el encargado de logística sacó un montón de computadoras y equipos a nombre de la empresa y, como él compraba, hacía el pedido y recibía las compras, terminaba vendiéndolos por su parte. Evidentemente en ambos casos hubo, además de malicia, falta de control en los procesos.

Pero ése no es el meollo del asunto: fue la desesperación por la falta de dinero, producto de una mala administración personal, que llevó a estas dos personas a idear estos planes de robo. Y ésta es solo una de las maneras en las que las empresas se ven afectadas cuando los empleados no tienen educación financiera.

También están los casos en que buenos colaboradores se ven casi que obligados a renunciar para poder pagar sus altas deudas con la liquidación -¡créanme, lo he visto!-, lo que genera altos costos a la empresa, no solo por el desembolso de la liquidación, sino también por la curva de aprendizaje al contratar el reemplazo.

¿Y qué me decís de las constantes llamadas que puede estar recibiendo la de recepción y/o de Recursos Humanos cuando el banco quiere embargar salarios? No solo es engorroso, sino que además distrae y quita tiempo y concentración a la persona de su trabajo.

Finalmente, en el extremo quizás menos notorio pero más común, está el tema del estrés que los problemas financieros pueden causar. Es sencillo: si vos tenés deudas que no sabés cómo vas a pagar, o preocupaciones para llegar a fin de mes, lo más usual es que tu cerebro se ocupe de estos pendientes, en lugar del trabajo que tiene que hacer en la empresa.

¿La solución?
Aunque suene obvio lo voy a decir: Educación Financiera.

Los profesionales de Recursos Humanos que adquieren programas de educación financiera reportan incrementos en la productividad y retención del talento. Algunos de los beneficios que te puede traer, son:

• Reducción de ausentismo
• Creación de lealtad hacia la compañía
• Reducción de costos administrativos
• Aumento tangible en las utilidades de la empresa

En conclusión, el impacto de la educación financiera se traduce en personas más felices que pueden hacer su trabajo de una manera más eficiente y productiva, pudiendo dedicar la totalidad de su tiempo, esfuerzo y concentración a sus labores. Se ha comprobado que las empresas más productivas son aquéllas que en sus cargos líderes tienen a personas con vidas financieras saludables. ¿Qué esperás para ser una de ellas?

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