Llevar finanzas familiares ya es un tema complicado y cuando a eso le sumás un divorcio, y que una o ambas personas tienen hijos de sus primeros matrimonios, se complica más. Estamos hablando de que existen de por medio: arreglos de pensión alimenticia, tiempos de visita, de vacaciones y de gastos.
Pero primero lo primero. No existe una única regla de dedo o una única manera correcta de hacer las cosas y llevar las finanzas cuando se habla de divorcios, segundas nupcias y cuando hay hijos de por medio. Lo ideal siempre será que cada pareja encuentre la manera que mejor le convenga y en la que todas las partes se sientan cómodas, pero si hay algunos puntos que se deben considerar.
Temor a abordar el tema financiero en la nueva pareja:
Es normal que una de las personas que venga de una relación previa, le tenga miedo y recelo a tocar el tema financiero porque probablemente tuvo una experiencia mala en su relación pasada. Tocarlo abre heridas que todavían están ahí sin sanar.
Sin embargo, si sabés que te vas a juntar con una persona que tiene hijos o vos tenés hijos de otra relación, no es sano que empiecen a hablar de mudarse juntos, o que lo hagan, sin haber tocado el tema del dinero: de cómo lo van a manejar, de qué tanto van a ser responsables de ese otro hijo.
Y si el tema de por sí ya es delicado, lo es todavía más cuando ya estás viviendo con esa pareja, y los niños están ahí, en el centro.
Aunque pensemos que traer a colación esos temas financieros es como romper la luna de miel y toda la ilusión que tenés de mudarte, pensá que el rompimiento va a ser mayor y grave para la relación cuando los problemas surjan en el día a día.
Abordenlo desde antes y sean honestos.
Y ojo, por un lado, vos no sos financieramente responsable del hijo de tu pareja, pero eso no quiere decir que no te vaya a afectar y por esa razón sí lo tenés que tocar.
¿Finanzas separadas o compartidas?
Si las finanzas las van a llevar compartidas, definitivamente es un tema que hay que traer a colación sobre los acuerdos previos con la expareja, las expectativas que se tienen como padre/madre de ese hijo y cuales son las expectativas de tu pareja sobre el aporte económico que dará.
Pero incluso cuando las finanzas son separadas, esto es importante. Uno podría pensar “yo voy a mantener a mí hijo por aparte y entonces como llevo finanzas separadas no afecta”. ¡Si afecta! Porque el dinero que tenés de ingreso, o que tu pareja tiene de ingreso, sigue siendo el mismo. En la medida que el aporte sea más o menos a los hijos de la relación previoa, también se está dejando de tener dinero para los gastos en común.
Si en este caso, vos sos la persona que entra a la relación sin hijos y tu pareja es quien sí tiene hijos de por medio, tenés que encontrar la manera de decirle hasta dónde te sentís cómoda. Si es sano que sepás cuáles son los acuerdos previos, por ejemplo: cuánto acordardaron de pensión alimenticia fija, si hay otros gastos variables como entrada a clases, enfermedades… ¿cuánto es ese extra?
Y también es necesario tener un acuerdo entre ustedes, sobre todo si las finanzas van a ser compartidas, de hasta dónde más van a aportar. Porque cada vez que uno de los dos está dando dinero a otra familia, está dando dinero de las dos personas, de la pareja. No está dando únicamente su dinero.
No pasar culpa financiera a los hijos:
Algo bien importante con respecto a los hijos es que, como adultos, no podemos hacerles sentir que son una carga. Porque si ya es un hecho que la separación de sus padres es sumamente difícil, es injusto que encima les hagamos sentir que son un peso en una de sus dos familias o que sus condiciones son diferentes a las de los hijos que su padre/madre tiene en la nueva relación.
Desde un punto de vista de equidad, lo mejor es que cuando hayan hijos ya en la nueva pareja, el monto que se gaste en ellos vs. en los hijos de la relación previa, sea igual.
Revisar constantemente el presupuesto:
Es súper sano hacerlo. Si de por sí siempre debemos tener citas financieras para hablar de nuestras números y metas como pareja, cuando hay hijos es más importante, porque deben estar dentro del presupuesto con una categoría que incluya tooodos sus rubros de gastos: salud, entretenimiento, mesada, ropa/zapatos, supermercado, etc. Y luego, revisar también cuando hay gastos adicionales como unas vacaciones o un curso.
Es como decir: lleguemos a un acuerdo mensualemnte de cómo vamos a manejar el gasto y las finanzas con respecto a los hijos, pero también cuando tengamos situaciones extraordinarias –que siempre salen– lo vamos a conversar.
La expareja demanda más porque en el matrimonio nuevo se tienen nuevos hijos:
No debería darse pero sabemos que es común. Y toca regresar a la base y decir: nosotros como pareja, independientemente de las personas previas en la relación, qué es lo que estamos acordando.
La actual pareja que tiene los hijos debe de portarse fuerte y fiel a lo acordado en su nueva relación para explicar que las necesidades del nuevo hijo no tienen ninguna relación con las necesidades del otro, siempre y cuando éstas sean bien cubiertas.
Cómo involucrarte con los hijos de tu pareja:
A veces puede suceder que la persona que tiene los hijos fuera de la relación decida ser 100% responsable de ellos, pero eso no impide que vos, la nueva pareja, tengás una buena relación y participación en su vida. Porque no todo se trata del dinero, ¿cierto?
Se pueden definir esos rituales de convivencia especial como: iremos a comprar tu mochila nueva cada año o tu regalo de navidad. Una manera bonita de tener una relación también con ese hijo que no es tuyo pero está, y estará ahí, siempre.