Éste es el último de una serie de posts relacionados a lo que debemos enseñar a nuestros hijos sobre finanzas personales, dependiendo de la edad que tengan.
A diferencia de los pasados, en los que el post estaba escrito para los padres y madres de familia, con el fin de que éstos enseñaran a sus hijos, éste último está escrito directamente para ese o esa joven dispuesta a empezar desde ya su vida financiera. Si tenés hijos, sobrinos, primos o amigos de esa edad: Dales a leer este post.
A continuación te presento lo que los jóvenes entre 18 y 21 años deberían ser capaces de comprender y analizar sobre el manejo del dinero:
Debés usar una tarjeta de crédito solo si vas a poder pagar el total de lo consumido a final de cada mes.
- Una tarjeta de crédito no es dinero extra, sino un financiamiento a corto plazo.
- Si uno de los padres es el titular de la tarjeta, cualquier pago retrasado va a afectar también su historial crediticio.
- Un historial crediticio pobre puede afectar tus posibilidades de conseguir trabajo.
- Buscá una tarjeta con una tasa de interés baja y sin pago de anualidad.
Los seguros son una parte importante de la adecuada planificación financiera.
- Es necesario hacer una comparación antes de comprar un seguro, igual que con cualquier otra compra.
- Si tus padres tienen seguro médico, averiguá si su póliza te cubre.
- Si vas a tener un carro, un seguro que lo cubra es necesario.
Es necesario ahorrar al menos el equivalente a 3 meses de gastos de subsistencia en caso de emergencia.
- Hacé una lista de tus gastos mensuales (comida, servicios, transporte, etc.) para saber cuánto gastás cada mes. Esto te ayudará a estimar cuánto deberías ahorrar para sobrevivir tres meses.
- Mantené tu dinero en un lugar seguro, como una cuenta bancaria protegida por FOGADES.
- Si podés, en el futuro intentá ahorrar el equivalente a 6 o 9 meses de gastos de subsistencia, en lugar de solo 3.
- Después de tener tu fondo de emergencia, no dejés de ahorrar: una buena manera es guardando el 10% de tus ingresos.
Al invertir, considerá el riesgo y el costo de cada inversión.
- Poner todos tus huevos en una sola canasta puede ser una manera riesgosa de invertir: considerá diversificar en diferentes negocios.
- Al invertir en la bolsa, cada inversión tendrá un costo de administración, averiguá cuánto es antes de tomar tu decisión.
- Pensá en tus metas. ¿Qué vas a estudiar y dónde? ¿En cuánto tiempo querés comprar una casa? ¿Y un carro? Definí dos metas financieras de mediano plazo y hacé un plan para lograrlas.
Si tenés entre 18 y 21 años y has terminado de leer este post: ¡Te felicito! Has dado un paso certero hacia la correcta educación financiera.
Si querés leer los posts anteriores para cerciorarte que tenés esos conocimientos, podés entrar aquí:
Finanzas personales de 3 a 5 años.
Finanzas personales de 6 a 10 años.
Finanzas personales de 11 a 13 años.
Finanzas personales de 14 a 18 años.