Empezando tu propio negocio en Nicaragua

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Hace pocos días uno de mis mejores amigos me abordó con la siguiente duda: ¿Cómo comienzo una empresa en el paisito? Él actualmente vive en Estados Unidos, pero, al parecer, después de unos cuantos años de estar fuera, las raíces han empezado a llamar por él y quiere regresar. ¿Regresar a qué? –se preguntarán muchos. Los detalles de su negocio no se los puedo dar, pero está claro que quiere tener algo suyo.

Quizás vos mismo tengás emprender como uno de tus propósitos de año nuevo. Tal vez es, incluso, una meta que te has propuesto año con año y que por falta de dinero, determinación o valor, no has podido cumplir. A veces lo que nos cuesta es comenzar, dar ese primer paso… y pasamos tanto tiempo pensándolo y dándole vueltas al asunto, que el tiempo va pasando y nosotros seguimos sin mover un dedo. Cuando menos lo esperás de repente te das cuenta que alguien más se lanzó a poner el negocio de tus sueños.

Por eso, si uno de los objetivos de tu vida es independizarte y poner un negocio, si tenés una gran idea y querés innovar, o si tenés un talento al que querés sacarle provecho aquí te digo por dónde empezar.

  • Plan de negocios. Suena aburrido y trillado, pero uno de los grandes errores que cometen los emprendedores es hacerlo rápido y sin ponerle mente. Hacer un business plan a conciencia te puede servir para darte cuenta desde un inicio si tu negocio no tiene mucho futuro…si es así, podrías estar a salvo de la bancarrota. Debe incluir las siguientes partes:
    • Estudio del producto: Naturaleza, usos, valor para el cliente.
    • Estudio del mercado: Oferta, demanda, precios, comercialización.
    • Estudio técnico-administrativo: Tamaño, localización, etc.
    • Estudio económico y financiero: Determinación de costos, inversión, depreciaciones, cronograma de inversiones, proyecciones financieras, etc. (Hacer click aquí para ver un ejemplo)
  • Ser realistas con lo que queremos lograr, pues todo toma tiempo y esfuerzo. Esto incluye no rendirse al primer obstáculo y, al mismo tiempo, saber reconocer cuándo es momento de salir del mercado.
  • Compromiso. Crear una empresa no sucede de la noche a la mañana y aunque la idea de “ser mi propio jefe y tener libertad de horario” suena muy romántica, la realidad es que los emprendedores son los que más trabajan, rara vez tienen descanso y de alguna u otra manera siempre están presentes en su negocio. Crear una empresa y desaparecerte, dejando todo a cargo de tus empleados es la fórmula perfecta para el fracaso. Ser emprendedor es como el trabajo de ser madre: son 24 horas al día, 7 días a la semana.
  • Manos a la obra. Si ya decidiste que esa empresa es tu sueño, que va a cambiar tu vida y viste que es realmente un proyecto viable, empezá por hacer las cosas bien… pues dicen dicen que lo que mal empieza, mal termina.

¿Y qué quiere decir hacer las cosas bien?

Solo el 25% de los trabajadores en Nicaragua forman parte del Seguro Social, nada más el 9% de las empresas llevan registros contables y el solo el 30% de la población tiene un trabajo formal. Con estas estadísticas tan alarmantes, lo mejor que podés hacer por vos mismo y por el país es llevar cuentas claras y estar propiamente registrado como empresa.

A nadie le gustan los procesos tediosos, en los que nos hacen esperar horas y horas solo para que al final no nos resuelvan nada. Sin embargo, ahora registrar una empresa es más fácil y rápido que antes: en la Ventanilla Única de Inversiones (VUI) podés hacer todos los trámites en un mismo lugar. Y esto es lo que necesitás:

VUI

En conclusión, si siempre has sentido ese espíritu emprendedor por dentro y tenés un sueño empresarial que cumplir, no dejés que el miedo te paralice (como me pasó a mí), analizalo activamente –creando un plan de negocios- y date una oportunidad a vos mismo de ver tus metas cumplidas. 

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