Dinero y amor: ¿una pareja conflictiva?

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Sí, ya sé. Hablar de dinero con tu pareja no es precisamente el tema más romántico. Sin embargo, la tasa de divorcios está al alza y se ha comprobado que el 50% de las parejas que se separan, lo hacen por problemas relacionados al dinero. Así que como es mejor prevenir que lamentar, qué te parece si dejamos los prejuicios a un lado y considerás que un poco de planificación financiera puede traer muchos beneficios en tu vida sentimental. Recomendación de la autora: Si pueden leer este post con su pareja, mucho mejor ;).

De la misma manera en que se reparten las labores domésticas y se decide quién limpia, quién lava, quién saca la basura, etc., se debe también acordar roles en los temas financieros del hogar: quién paga las facturas, quién revisa las cuentas del banco, quién maneja los seguros, etc. Estos roles no deben ser la responsabilidad de sólo uno. Así haya una persona con más experiencia en temas financieros, el otro debe por lo menos estar enterado de la situación económica que viven.

Una importante decisión a tomar es hasta qué punto unir o mantener separadas las cuentas bancarias. Un arreglo que puede dar buen resultado es distinguir entre «lo tuyo», «lo mío» y «lo nuestro». Las cuentas en común (“lo nuestro”) deben tener prioridad sobre las personales, y es importante mantener una cuenta corriente para gastos comunes –renta, agua, luz, comida-, una para fondo de emergencia y una cuenta de ahorro a largo plazo para objetivos comunes .

Tener cuentas separadas también es importante, porque somos personas diferentes con distintos gustos, y es esencial mantener la libertad de cada uno. Esto se logra teniendo acceso a su propio dinero para ahorros o gastos en gustos y deseos personales. NOTA: una cuenta separada no implica una falta de confianza en la pareja!, por lo tanto, no debe ocultarse su existencia. 

Por otro lado, es importante establecer metas financieras en común. Intenten estar en sintonía en sus objetivos de largo plazo, discutan qué quieren lograr en conjunto y cómo lo van a lograr. Algunos temas a tratar son: el ahorro para la educación de los hijos, la compra de una casa, su jubilación, la puesta en marcha de un negocio, unas vacaciones largas, etc.

No olviden que ante todo son una pareja y que lo más importante es -se supone- el amor que existe entre ambos, así que siempre intenten encontrar un punto medio. Ya sea que estén recién casados o en una relación larga con una desaventura financiera, apóyense mutuamente. Que cada quien se retire a sus esquinas no ayuda a solucionar el problema, así como tampoco ayuda señalar culpables. Para hacer frente a cualquier problema de dinero, tienen que trabajar juntos para llegar a una estrategia.

En este mismo sentido, también deben verse como iguales: lo que cada uno gana es irrelevante. Esto aplica también para las amas de casa. El tamaño del cheque no determina su papel en la economía familiar, respétense mutuamente como socios, con una participación igualitaria en la administración del dinero, donde la voz y el voto de cada uno valen 50%.

Finalmente, no tengan miedo de hablar de dinero con su pareja. Sean abiertos y transparentes, e informen al amor de su vida tanto sus activos (qué propiedades, ahorros e inversiones tienen), como sus pasivos (cualquier deuda que acarreen en tarjeta de crédito, préstamos personales, hipotecas, etc). Estar claros del terreno financiero que pisan, sólo les puede traerles beneficios.

¿Vos que pensás? ¿Cuál es tu experiencia de vida financiera en pareja? ¿Quién se ocupa de qué en tu pareja? ¿Qué pensás de casarte por bienes separados o mancomunados? Te invito a que comentés en este espacio. 

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