Cómo ahorrar dinero cuando se viaja

Aprovechando que acabo de regresar de mi viaje y que los detalles aún están frescos, he decidido escribir este post con algunos tips para ahorrar dinero –o por lo menos no gastar tanto- cuando se viaja, para todos aquéllos que estén planeando un viaje próximamente.

La primera regla que aprendí fue a reservar y comprar boletos con antelación. Mis amigos y yo compramos nuestros boletos de avión varios meses antes de irnos de viaje, y en 5 boletos, gastamos 450 dólares. ¿Nada mal verdad? Cuando 2 compañeros de clases decidieron acompañaros 1 mes antes del viaje, no pudieron conseguir ni los mismos vuelos, ni las mismas tarifas que nosotros. Lo mismo aplica para la reservación del hospedaje.

Y hablando de vuelos, algunas compañías aéreas de “bajo presupuesto” –como en las que nosotros viajamos- no incluyen absolutamente nada más que el vuelo, por lo que te venden la comida por separado. Llevar tu propia comida puede costarte menos de la mitad que un sándwich vendido por ellos en las alturas. Por cierto, llevar una botella de agua vacía, e irla rellenando cada día también te puede ahorrar unos cuantos centavos.

Viajá después de la temporada alta.

Cada país tiene una temporada alta diferente –por lo general, relacionada al clima-, si tenés la libertad de escoger la fecha de tu viaje, es preferible hacerlo justo después de esta temporada: vas a encontrar todo más barato.

Si vas a rentar carro, que no sea en el aeropuerto.

En Tailandia nosotros rentamos un carro, y por el precio que nos daban dentro del aeropuerto por un día, pudimos rentar un carro para 6 personas por el doble del tiempo… solamente tuvimos que caminar 5 pasos fuera del aeropuerto.

Quedate en hostales.

Sí, yo sé, eso de compartir baño y cuarto con un montón de desconocidos tampoco me encanta; pero en algunos países, donde el hospedaje es demasiado caro, puede ser tu salvación. En época de verano, algunas universidades deciden rentar sus dormitorios a turistas. Yo lo probé hace unos años en Barcelona y el cuarto resultó mejor y más barato que cualquiera de los otros hostales europeos.

¡Siempre, siempre negociá!

Es una realidad en todos los países: te ven la cara de extranjero y te aumentan inmediatamente el precio. En nuestro viaje descubrimos que nos podían dar un precio hasta 500% mayor que el real. No tenés que hablar el idioma, llevá una calculadora y le ponés tu precio, después de todo, los números son universales. Si ves que el vendedor se está portando “duro”, date la media vuelta y empezá a caminar… si te lo pueden dar más barato, te van a seguir.

Los sitios turísticos tratan de venderte TODO –a un precio estrafalario por supuesto- desde agua, pasando por fotos, hasta bloqueador solar. Planeá con anticipación qué cosas vas a necesitar y compralas antes de tu viaje.

Nunca cargués con todo tu dinero en un solo lugar.

Yo solía dejar mi efectivo en el hotel y llevarme solamente el monto que pensaba gastar ese día… hasta que en Phuket, Tailandia, me robaron $280 USD –por cierto, fue en el hotel 7Q, por si alguna vez van, no se queden ahí-. Después aprendí a llevarlo todo, y distribuirlo en diferentes partes. Mi amiga tenía una maravillosa billetera que se lleva por dentro de la ropa y que es casi imposible te roben.

De ser posible, planeá tus viajes donde tengás amigos o familiares. Te podés ahorrar mucho dinero en el hospedaje y alguna que otra comida.

Comé la comida típica.

¿Qué es más barato, ir a una fritanga o a Burger King? Lo mismo pasa en todos los países. No sólo vas a gastar menos de la mitad, sino que además, la gastronomía de cada país es una buena manera de conocer la cultura. ¡No la desaprovechés!

Y por supuesto, antes de viajar: ¡presupuestá y ahorrá!

Nada peor que regresar de tus vacaciones a pagar la tarjeta de crédito. Es mejor irte de viaje tranquilo, sabiendo que el dinero que estás por gastar es tuyo, y no un préstamo de consumo con la tasa de interés más alta.