Testimonio: Mi tormentoso 2016, financieramente hablando

A comienzos de marzo recibí un correo de Francis, quien tiene varios años siguiendo el blog. Ella, algún tiempo atrás, se había acercado a través de Facebook para decirme que tenía pendiente contarme su historia. El título de este post es justamente el asunto que llevaba su correo. Y esto fue lo que me contó:

Hola estimada Elaine.

Un día de estos te comenté que tengo pendiente escribirte este correo y aquí está.

Al inicio (hace 6 meses) pensé escribirte como una manera de disculparme a mi misma por mi fracaso financiero en el 2016, ya después lo vi como una manera de desahogarme, no por el fracaso, sino porque uno aprende de todo y todos y, económicamente hablando, vos me has animado a ser una mejor persona.

Te cuento que el 2016 no fue mi año. De hecho el 31 de diciembre casi que me da un ataque de nervios porque quería que ese año acabara, y es que sí, me dejó grandes experiencias y con ellas grandes consejos, pero ya ves cómo somos los humanos, necios por acordarnos siempre de lo malo.

Pues bien, a lo que vamos. Comencé el 2016 con el reto que nos brindaste de ahorrar en dólares de acuerdo al número de la semana en la que estábamos, y así lo hice, pero llegué a mayo, ¡y zas! me despiden de donde estaba trabajando, y bueno, pues uno no se muere por un despido, simplemente se levanta, se sacude y sigue adelante. Tomé mi liquidación y la dividí en meses, de tal manera que mantendría mi salario por mes mientras encontraba trabajo (eso lo leí en uno de tus posts). Estuve casi dos meses sin trabajo. No toqué los ahorros de antes, aunque tampoco ahorré en ese tiempo.

Gracias a Dios me contrataron en otra agencia. Ya casi no tenía de la liquidación, así que mientras llegaba mi primer pago le hice frente con lo que tenía. Todo transcurrió muy bien hasta que en agosto, otra vez el ¡zas! Me dicen que me tengo que someter a una cirugía  laparotomía exploratoria (la segunda en tres años) y aunque esta vez gracias a Dios y su milagro no pasó a más (los doctores «me abrieron» y no encontraron nada), eso no impidió que no hubieran gastos y ahora sí tuve que meter mano de los ahorros.

Fijate que terminé el año como con C$2,000.00 córdobas en la bolsa. No era nada en comparación con lo que pretendía ahorrar con el reto, pero tampoco estaba en cero, y eso me dio cierta tranquilidad. Al menos hice el intento de ahorrar y ahorré. Lo bueno es que también toqué el fondo de ahorro para pagar unas deudas, así que creo que terminé tabla. Me repetía a mi misma «Mi misma tampoco fue un fracaso rotundo».

De ese año aprendí tantas cosas pero te dejo tres de ellas:

  1. Ahorrar para los casos de emergencia que creemos que nunca tendremos y sí, vienen cuando menos los esperamos.
  1. Ahorrar para nuestro retiro (pues pues, al final no confío en el que el INSS o los hijos que no tengo me van a mantener).
  1. Ahorrar aunque sea un córdoba, pero se debe ahorrar, buscar verdaderas promociones, descuentos que no sean tramposos, etc.

Este fin de semana cancelo una deuda de crédito. No es mucho, pero prefiero no tenerla… respiraré más tranquila y ¡¡¡sigo ahorrando!!!

Gracias Ela por darte tu tiempo y espacio para leerme… espero no aburrirte. Redacté el correo en 15 minutos y creo que lo hice más breve de lo que pensé originalmente.

Seguimos platicando con plata.

¡¡¡Abrazos!!!

¿Estás tan emocionado como yo? De verdad, yo cada vez que recibo un mensajito con palabras como éstas o un correote como el que acabo de compartirte, me lleno de emoción y gratitud hacia mis lectores. Son la muestra perfecta de que lo que hago tiene una razón de ser, está llegando a las personas y ellas están cambiando sus vidas.

Y sí, digo ellas porque es cada uno de ustedes quien decide qué hacer con el conocimiento y las herramientas que les comparto. Muchísimas personas me han atribuido los cambios en sus vidas financieras, pero eso sería injusto de tomar: yo hago una pequeña parte al compartir información, pero quien tiene que hacer todo el trabajo día a día, hora a hora y decisión a decisión es la persona. Así que cada vez que hagás un cambio positivo –diminuto, pequeño, grande o gigante- date una palmadita en la espalda y seguí avanzando.

Mientras a mí me agradecen lo que hago, yo solo puedo agradecer de regreso a estas miles de personas porque me dan la oportunidad de hacer lo que YO AMO, dedicarme a las finanzas personales.

Así que este post es solo una muestra de lo que TODOS podemos lograr y cómo podemos dar la vuelta en el camino financiero que hemos llevado hasta ahora, así como mi manera de agradecerte también por permitirme llegar a tu vida, a tu casa, a tus finanzas.

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