¿Qué significa, realmente, tener deudas FUERA de control?

¡Oh! Las deudas, esos –a veces no tan pequeños- pagos mensuales que nos dan dolor de cabeza a la mayoría. Eso con los que nos hemos acostumbrado tanto a vivir que ya lo vemos como “normal” y como “anormal” a la persona que no tiene deudas. Eso que nos impide ahorrar para nuestras metas y hace que sigamos cayendo en el círculo vicioso de las deudas.

En estos 4.5 años dedicándome a las finanzas personales he conocido a muy pocas personas libres de deudas: lamentablemente la inmensa mayoría de mis clientes, lectores y seguidores en redes sociales tienen algún tipo de deuda. Así lo comprobé también en esta encuesta de hace unos meses, donde resultó que el 87.5% de las personas estaban endeudadas.

Y dentro de estas personas con deudas hay de todo un poco: una minoría que solo tiene un crédito hipotecario y paga puntualmente y sin problema cada mes; están los que tienen un par de créditos abiertos y con un poco de dificultad y limitación pagan a tiempo; también están quienes han básicamente dejado de vivir su vida porque solo les alcanza para comer y pagar; y finalmente hay un último grupo, el más preocupante de todos, que son los que aún con el 100% de sus ingresos no logran pagar sus cuotas mensuales de deudas.

De este último grupo es que te quiero hablar, porque lastimosamente cada vez hay más personas ahí o que se están acercando peligrosamente a estarlo y yo no quiero que vos formés parte de esa estadística. Hay quienes se escandalizan por su nivel de deudas, cuando en realidad no es TAN malo y hay quienes realmente tienen niveles de deudas preocupantes y aun no les ha caído el 20 de lo mal que están.

Por acá te traigo tres ejemplos de personas reales, con las que he tratado en los últimos meses y que han venido a mí con deudas fuera de control.

Caso #1: La ayuda familiar desmedida.

Éste es un mal común en América Latina en general y en Nicaragua en particular, y ocurre especialmente a las mujeres. ¿Sabés a qué me refiero, verdad? A esa típica mujer que se cree súper-mujer y comienza a sacar créditos para ayudar a sus familiares. Normalmente de dos maneras:

  • Saca un crédito a su nombre y el familiar le dice que se hará cargo de pagarlo… y eso no sucede, por lo que ella termina por pagar el crédito.
  • Saca un préstamo para ayudar en la casa: a reparar algo, a construir algo, a comprar algo, etc. Ella sabe que se va a hacer cargo del préstamo desde el comienzo, pero suele suceder que comienza con uno y luego va con otro, y luego otro, hasta que se le sale de las manos.

El año pasado una lectora nos compartió su historia (que podés leer aquí) precisamente sobre cómo se endeudó tratando de ayudar a todo el mundo. Y hace unos meses, recibí la visita de una muchacha de 28 años con un caso parecido.

Su historial de deudas comenzó con una ayuda a sus papás, luego con una compra para la casa, luego con una ayuda a un primo y así fue. Para cuando llegó a mi oficina, así estaban sus finanzas:

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Esto quiere decir tener deudas fuera de control.

Caso #2: El disfrute anticipado.

Ésta suele ser, en realidad, la principal razón de deudas en la mayoría de los casos. Y la mejor manera de entenderlo es así: suponé que durante años te dedicás a comer TODO lo que querés, lo que se te antoje, lo que te pongan en frente… con la consecuente subida de peso.

Un día decidís que es hora de ponerle un alto porque estás en obesidad mórbida y vas donde un nutricionista. Esa dieta (que en realidad es una nueva forma de vida) lo que quiere decir es que comiste tanto durante tanto tiempo que ahora te toca restringir lo que podés consumir, hasta llegar a tu peso saludable.

Lo mismo pasa con los gastos y las deudas y fue lo que le sucedió a este joven que se dedicó a gastar desmedidamente durante 6-7 años hasta que no pudo más. Al final, había disfrutado tanto a punta del crédito a través de esos años, que ahora no le quedaba nada más que restringir todo gusto y gasto innecesario posible. Así se veían sus finanzas cuando vino a mi oficina:

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Esto quiere decir tener deudas fuera de control.

Caso #3: La boda de los sueños

Lo entiendo. De verdad que sí. Sé que las personas se casan pensando que ése será un evento único en su vida y, por lo tanto, quieren tirar la casa por la ventana en celebración. De repente, también me da la impresión que hay quienes hacen la boda más grande y cara posible como si entre más se gastara, más se quisieran… y esto no es real.

De esta manera, gastar, consumir y disfrutar está bien. Lo que está mal es comenzar tu matrimonio cargado de deudas que, muchas veces, no pueden pagar. ¿Realmente creés que la alegría del gasto del día de la boda será mayor a la insatisfacción que vivirás durante meses, mientras lo estés pagando? Por supuesto que no.

Es algo que he visto en decenas de personas y hace unos meses vino alguien a mí preocupada por cómo iba a pagar. Así se estaban sus finanzas:

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Esto quiere decir tener deudas fuera de control.

Cada uno de estos casos y todos los demás que existen tienen un patrón común: gastan más de lo que ganan y gran parte de esto se podría evitar si hiciéramos dos cosas:

  1. Aprendiéramos a decir NO a la gratificación instantánea.
  2. Lleváramos un presupuesto y control de gastos que nos permitiera planificar en qué gastar y detenernos cuando ya no hay.

Solo así se evitan las deudas. Y, ¿sabés qué? TODOS, TODOS podemos vivir sin ellas. Quizá los casos que te presenté arriba te parezcan extremos, o tal vez no y resulta que vos estás viviendo una vida parecida a ellos. En cualquier caso, un límite de deuda sano debería ser el 30%.

Es decir, que de tus ingresos totales, vos no estés destinando más del 30% como abono a los diferentes créditos que tenés. Como ya he dicho antes, aquí no importa quién, cuántas veces y cuánto dinero te ofrezcan en préstamos, vos siempre podés elegir decir NO si es algo que no necesitás y, sobretodo, no tenés claro cómo vas a hacer para pagar.

Si aun no tenés seguridad de qué tan fuera de control está tu deuda, en este link te doy 10 señales de alarma para que identifiqués cuántas tenés vos.

Después de leer estos casos, ¿cómo están tus deudas? ¿Dentro o fuera de control?

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